La Historia está repleta de mujeres talentosas que han incursionado en el mundo del arte y la pintura, una de ellas es Margaret Keane. Una artista que alcanzó la fama a nivel internacional a través de sus obras tan peculiares y un engaño que le costó el crédito de su trabajo. Tal vez la conozcas como la “pintora de ojos grandes“.
Este apodo es debido a sus obras, con las cuales Keane deleitó a millones de personas durante años. Aunque al inicio no eran tan aceptadas por los críticos, Margaret tuvo que lidiar con algo más que las críticas,: por muchos años le fue despojado el crédito de su trabajo, por nada más y nada menos que su esposo, Walter Keane.
En junio de 2022 el mundo del arte vio partir a una grande y, aunque Margaret ya no está, sus pinturas e historia son el legado que la mantendrá viva y como un ícono de valentía, fortaleza y talento.
Como un honor a su memoria, hoy hablaremos sobre cuatro puntos clave en su vida, los cuales detonaron su éxito, pero de una forma agridulce.
1. Ojos grandes y el matrimonio
Fue en 1955 cuando Margaret y Walter Keane contrajeron matrimonio después de conocerse en un festival de arte. Ella, impulsada por su creatividad y habilidad para la pintura, comenzó a crear una gran cantidad de obras en la que observaban niños, mujeres y animales con ojos particularmente grandes.
Esta característica se volvió un distintivo en su trabajo y con el tiempo comenzó a ganar popularidad.
2. La mentira
Al darse cuenta que las pinturas de Margaret conmovían a más de una persona, Walter Keane comenzó a promover las pinturas de su esposa con el objetivo de poder venderlas.
No obstante, fue tanta la atención que los cuadros empezaron a ganar, que Walter decidió atribuirse el crédito del trabajo, engaño que lo llenó de fama a costa del trabajo de Margaret.
3. Cómplice del engaño
Fueron algunos años después, y un gran repertorio de pinturas que se habían vuelto populares en todo Estados Unidos y otros países, cuando Margaret se enteró de la farsa que su esposo había creado.
Aunque Margaret confrontó a Walter, éste la convenció de seguir con la mentira porque, según él, si se aclaraba que la autora original de las obras era ella, su fama y reconocimiento se desplomaría.
A partir de ese momento, Margaret pintó por 10 años cuadros que, ante el público y los críticos, eran creaciones de Walter.
4. El juicio de la pintora de ojos grandes
Por mucho tiempo Margaret toleró vivir bajo la sombra de su esposo. Pero, cansada de los malos tratos y la injusticia de no recibir el crédito de sus creaciones, tomó la decisión de divorciarse de Walter en 1965.
Aun así fue hasta 1986 que Margaret demandó a Walter y, tras un juicio que duró varias semanas, como prueba final se les pidió a cada uno de los implicados la creación de una pintura.
Solo pasaron 53 minutos y Margaret había terminado una obra con ojos grandes. Por su parte, Walter se rehusó a pintar debido a una supuesta lesión en el hombro.
Al final el jurado falló a favor de Margaret, lo que la convirtió en la autora original de las obras realizadas, además de otorgarle una indemnización de cuatro millones de dólares que Walter no pudo cubrir.
Sin duda, una historia conmovedora y cruda, pero con muchas enseñanzas. Si deseas conocer a detalles la historia de Margaret te recomendamos ver la película “Ojos Grandes” dirigida por Tim Burton y protagonizada por Amy Adams y Christoph Waltz. En ella se retrata la historia de la talentosa pintora de ojos grandes.
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