Ir a terapia es un proceso delicado, pues compartir los propios sentimientos y experiencias pasadas requiere una sólida base de confianza con un psicólogo. Sentirte cómoda y segura es una clave del éxito, aunque también es importante conocer ciertos parámetros que el terapeuta debe cumplir para tener buenos resultados. En otras palabras, también hay ‘red flags’ en psicólogos.
Acudir a terapia puede ser algo que traiga grandes cambios positivos a tu vida, pero no es algo que debas tomar a la ligera. Por eso hoy te compartimos algunas señales de que el psicólogo al que estás acudiendo tal vez no sea el ideal para ti. Nosotras te invitamos a que tomes esto como una introducción para investigar más sobre el tema y acudir bien informada a tu terapia.
‘Red flags’ en psicólogos
1. Sobrepasa los límites
Iniciar cualquier contacto no consensuado viola los límites de un paciente y, si es el caso, los pacientes deben terminar esa relación de inmediato, dice el portal especializado Psychology Today.
Otra forma de violación de límites incluye preguntar demasiado sobre un tema no relacionado. Por ejemplo, si un paciente acude a terapia por miedo a las alturas, pero el terapeuta le hace repetidamente preguntas intrusivas sobre su vida sexual, eso cruzaría la línea. Lo mismo ocurre si un terapeuta hace preguntas específicas sobre dónde vive un paciente o trata de encontrarse con el paciente fuera de la terapia, de acuerdo con Psychology Today.
“Pasar por encima de la línea del profesionalismo es una señal de alerta”, dijo el psicólogo Ryan Howes.
Asimismo añadió que al principio puedes hablarlo con el terapeuta pero, si no obtienes una respuesta satisfactoria, vete.
2. Atender a alguien cercano
De acuerdo con un artículo de PsychCentral, un terapeuta no debe aceptar a un cliente que sea un amigo, un familiar o alguien con quien tenga una relación personal cercana. Esto limita la capacidad del psicólogo para practicar objetivamente.
La terapeuta matrimonial y familiar Jenny Wright-Hewitt explicó que “cuando un especialista comienza a hacer excepciones a estos estándares, eso es un problema”.
3. Demasiado amigable
“Aceptar obsequios, hacer excepciones para sus ‘clientes favoritos’, compartir en exceso o volverse demasiado amistoso con los pacientes son solo algunos ejemplos de la falta de ética de un médico”, dice Jenny Wright-Hewitt.
Wright agregó que los estándares personales de los médicos no se discuten lo suficiente y debería hacerse. “Como médico, uno nunca debe hacer su trabajo afectado por sustancias, realizar terapia cuando no eres emocionalmente capaz de hacerlo, y debe tener cuidado de sí mismo y de sus necesidades”.
4. Fallar a la confidencialidad
La confidencialidad es un componente integral de la terapia; los terapeutas deben mantener la información de un cliente privada a menos que se les dé permiso para compartirla con otra parte. Si un terapeuta comparte información sobre ti con un familiar sin tu consentimiento, o si comparte información detallada sobre otro paciente contigo, es hora de buscar un nuevo terapeuta.
Por supuesto, la situación es distinta y más compleja cuando la terapia es para un menor de edad y la confidencialidad se refiere a sus padres o tutores.
5. Sin licencia
Así como ocurre con un médico general, es necesario verificar las credenciales de un psicólogo antes de iniciar una terapia; la persona debe tener un grado de estudios que demuestre su capacitación o algo que respalde su trabajo.
Mentir sobre tener licencia o ejercer sin licencia sería una clara señal de alerta.
6. Tal vez no es el adecuado si no se especializa en tu problema
Los terapeutas tienen una variedad de especialidades. Por ejemplo, un psicólogo podría trabajar con clientes que tienen problemas por uso de sustancias. Otro terapeuta podría tener experiencia trabajando con personas que tienen un historial significativo de trauma.
Si los terapeutas se anuncian a sí mismos como especialistas en un área pero no tienen experiencia, es probable que estén practicando fuera de su alcance. Esta es una “red flag”.
Sin embargo, aunque el terapeuta no se presente de manera falsa como un especialista en el área que te interesa, también es posible que simplemente no sea el adecuado para ti porque tú necesitas un tratamiento que esta persona no domina del todo. Por eso es importante que en las primeras sesiones discutan este tipo de asuntos: cuál es su área de especialización y cómo puede ayudarte.
Tienes derecho a hacer preguntas y comprender qué capacitación y experiencia tiene tu terapeuta. Si no se especializan en lo que traes a la terapia, deberían decírtelo y partir de ahí.
Un buen terapeuta proporcionaría referencias apropiadas a un terapeuta más específicamente adecuado.
7. Si tu terapeuta de pareja les aconseja estar juntos/separados/tener más sexo
Un terapeuta no tiene por qué comentar quién es el “mejor” compañero, quién es el “mejor padre” y definitivamente no cuánto sexo o qué tipo de sexo debería tener una pareja. De otra manera, está sobrepasando los límites profesionales.
Un terapeuta de pareja está allí para facilitar una conversación, ofrecer reflexiones y brindar un espacio seguro para que ambos miembros hablen, de acuerdo con un artículo del Daily Mail.
Es inapropiado que le dé a una parte más tiempo que a la otra para hablar, también es inapropiado si sientes que el terapeuta está “tomando partido” descaradamente.
Una ‘red flag’ en psicólogos que debes notar, es que si el terapeuta de parejas dice: “Ustedes dos deberían separarse/permanecer juntos”. Los terapeutas de pareja no están ahí para emitir un juicio, están ahí para ayudar en una conversación.
8. Hace promesas
Este punto es muy importante. Un psicólogo no debería decirte que “en 10 sesiones estarás curada” ni hacerte garantías. ¿Por qué? Todas las personas somos diferentes y no hay manera de generalizar o asegurar que la terapia será igual que otras.
9. Juicios injustos
Un buen terapeuta necesitará hacer preguntas de seguimiento para aclarar y comprender tu experiencia. Pero si un terapeuta te juzga explícitamente a ti y a tus elecciones, o te hace sentir avergonzada, es una señal de alerta.
10. Simplemente no te sientes bien
Si no te sientes a gusto teniendo sesiones de terapia con una persona, confía en tu intuición y cambia de psicólogo, aconseja PsychCentral. Hay muchísimos factores por los cuales la relación no está funcionando, los cuales van desde una diferencia cultural a un asunto de confianza.
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