En la vida nos vamos llenando de expectativas. Muchas nos alejan de nuestro potencial, de nuestra mejor versión, esa en la que nos sentimos plenas, en la que vibramos en armonía. Y, ¿cómo te liberas de ellas?
Me acuerdo cuando estaba escogiendo qué carrera estudiar. Tener información de lo que unos dicen que debo hacer, lo que otros dicen que soy buena haciendo, lo que dice el examen de vocación profesional, lo que yo quería para mí y lo que quería para los demás. Te llenas de “¿cómo voy a cumplir con todas esas expectativas?”
Por otro lado, está el “¿en qué voy a trabajar?” o “¿qué pasa si no me gusta?” Innumerables preguntas, un común denominador todo por una expectativa: “que te vaya bien en la vida”. Pero, ¿qué significa que te vaya bien en la vida? O el pensamiento mediocre, que encuentres trabajo y no importa lo demás.
Mi experiencia con las expectativas
En ese proceso elegí ingeniería civil. Iba a la universidad y algo me decía: “no, esto no es para ti”. Entonces decidí buscar más, ya con un poco de conocimiento de lo que era ir a la universidad. Elegí cambiarme de carrera y todas esas expectativas de la gente hacia mí se fueron al piso.
¿Qué me dio el valor para cambiarme? Seguir mi intuición, ese interior que me decía “aquí no es” y ponerme a mí sobre esas expectativas, mías y de otros.
Después de escuchar todas las opiniones, decidí elegir por mí y cambiar de carrera. Comencé, alumna de excelencia, trabajo desde el semestre uno, trabajos que nunca pensé encontrar. Era un sueño para mí, mis expectativas se quedaron muy abajo en el nivel de mis logros.
Más adelante mi carrera dio otro cambio drástico. Hoy me dedico a dar terapias de sonido, meditaciones. Un trabajo relacionado a la espiritualidad, conciencia y relajación, herramientas para conectar con tu mejor versión. También, hoy sé que la vida da muchos cambios y que cada momento hay que disfrutarlo y vivirlo, mas no es para siempre.
Elígete
Un recordatorio de cómo las expectativas no son el límite, siempre hay más y lo importante que es ponernos en lo más alto. Claro que el proceso nos enfrentamos con críticas y comentarios incómodos. Al final la vida es una y hay que elegir lo que nos expande a NOSOTRAS MISMAS.
¿Por qué te cuento esto? Porque hoy te digo que sí puedes, que esas expectativas y más puedes lograr; cree en ti, en ti para ti y no para los demás. Tú eres siempre la prioridad.
Lo sé, suena fácil decirlo y créeme que en mi camino lloro, me enojo conmigo, con otros, y también me decepciono. El proceso es poco a poco, un paso a la vez y llegarás a la cima, una cima que nunca acaba y de la cual al voltear atrás estarás orgullosa de la incomodidad y del éxito, reconociendo cómo todo eso es parte de tu camino.
Hoy comienza por preguntar: Universo, ¿qué grandiosas y maravillosas experiencias tienes para mí en este día? Y comienza por abrirte a la magia, a TU magia, sin expectativas de otros y sin cumplir las ideas de otros en ti.
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