A las mujeres se les piden explicaciones sobre su vida privada, acerca de las personas con las que se relacionan o por la forma en que eligen vivir ejercer su intimidad. Este comportamiento atañe a mujeres de todos los ámbitos y se hace mucho más evidente tratándose de celebridades, quienes constantemente están expuestas a críticas y señalamientos por tomar decisiones que nada tienen que ver con su trabajo ni trayectoria profesional.
Juzgar a las mujeres por su vida privada también es una manifestación de la misoginia que existe en la sociedad y te contamos por qué es tan problemático esperar explicaciones.
Criticar a las mujeres por su vida privada (también) es misoginia
En un “mundo ideal”, hombres y mujeres podrían hacer con su vida privada, intimidad y sexualidad lo que quisieran, sin tener que explicar sus motivos ni justificar ninguna de sus decisiones. Lo cierto es que aun con las múltiples luchas por erradicar la violencia de género y desaprender muchos de los pensamientos machistas que todavía interfieren con la sociedad, las mujeres todavía no son libres de decidir sobre su privacidad.
Que en pleno siglo XXI siga siendo tema de conversación la vida sexual de una mujer es una manifestación más del machismo y misoginia que contribuyen a la violencia de género en sus múltiples expresiones. Según la definición del Glosario para la Igualdad de Inmujeres, el machismo es un término que engloba las actitudes, normas y comportamientos que preservan el dominio masculino dentro de la sociedad humana, mismos que impactan en todos los ámbitos y oprimen a las mujeres y diversidades.
La Consejería de Salud del Gobierno de las Islas Baleares explica que la sexualidad constantemente está influenciada por pensamientos que culpabilizan y penalizan a quienes trasgreden lo considerado como correcto. Asimismo, la limitan a un propósito heteronormado que tiene como fin la reproducción, banalizando los afectos e invisibilizando todas las expresiones de sexualidad y relaciones que actualmente existen.
De modo que cuando una persona, generalmente mujeres, se decide a vivir su vida privada, intimidad y sexualidad libremente, la señalan por la forma en que lo hace. Ya sea porque sus relaciones duran poco, porque han tenido más parejas de las que se perciben como aceptadas o porque deciden iniciar un vínculo “al poco tiempo” de haber terminado el último.
Rosalía, una de las celebs juzgadas por cómo eligen vivir su intimidad
Uno de los casos más recientes de mujeres que reciben duras críticas por aspectos relacionados a su vida privada es la secuencia de cuestionamientos a los que ha sido sometida Rosalía los últimos meses. Desde que en julio pasado la cantante española anunciara el rompimiento de su ruptura con Rauw Alejandro, el ojo público no paró de señalarla en búsqueda de explicaciones; por qué terminaron, quién tomó la decisión, si existió alguna infidelidad, entre otros escenarios creados por el público que seguía de cerca su relación.
Luego continuaron surgiendo rumores que la colocaban como la única responsable de la separación, alimentados por suposiciones de que ella habría sido la que dio el paso para ponerle fin debido a cuestiones relacionadas con su carrera. Todos los motivos hasta ese punto eran válidos, pues debía bastar el hecho de que no quisiera seguir con la relación, no obstante, para quienes consideraban que esto la convertía en una “mala persona” no eran suficientes.
Meses después de la ruptura, comenzó a circular la noticia de que estaba saliendo con un actor en plan romántico y esto reavivó los señalamientos, mismos que nuevamente exponen que las mujeres deben, casi por obligación, explicar cómo, con quién y qué hacen en su vida privada.
Las redes sociales de la española son la evidencia de que esta expresión de la misoginia sigue profundamente arraigada en la sociedad. Algunos comentarios hacen referencia al hecho de que ella es una “mujer interesada”, que “cambia de amor más rápido que nada”, “que su expareja es una víctima”, o que “no merecía el apoyo” de quienes creyeron en su dolor.
Todos tienen derecho a seguir su vida
Cuando, siendo realistas, todas las personas, hombres o mujeres, tienen derecho a continuar su vida una vez terminado cualquier vínculo amoroso. No importa el tiempo que haya pasado entre ambos episodios. Incluso si hubiese existido un acercamiento desde antes, esto sigue sin determinar su valor como persona ni profesional. Además de ser un claro ejemplo de acciones que evidencian que, para una sociedad con tintes de misoginia, los hombres tienen permitidas ciertas cosas, como tener varias relaciones en periodos cortos de tiempo, de tal manera que cuando las mujeres deciden hacer lo mismo, reciben decenas de críticas y adjetivos que las valorizan únicamente por su vida privada.
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