Los tiempos han cambiado y, aunque la maternidad sigue siendo parte importante del plan de vida de muchas mujeres, se suman ahora las expectativas de desarrollo profesional y laboral así como metas de realización personal no menos importantes que pueden crear un conflicto con el momento perfecto para recibir un bebé. Así es como surge la opción de congelar tus óvulos.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la edad promedio de la maternidad se empieza a situar en muchos países, sobre todo desarrollados, por encima de los 30 años. En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres con educación superior postergan la maternidad siete años más que generaciones anteriores, de acuerdo con datos de investigadores de la Universidad de Louisiana.
En México, aunque la mayor parte de nacimientos se dan en mujeres entre los 20 y 29 años de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), algunos datos empiezan a cómo las mexicanas están repensando el momento de convertirse en madres. De 94,339 nacimientos registrados en 2021 en la Ciudad de México, 35.9% correspondía a madres entre 30 y 39 años, tal como revela la Secretaría de las Mujeres.
El reloj biológico vs. la ciencia
Cuando hablamos de maternidad existe un factor biológico innegable: la disminución de la fertilidad con la edad. A partir de los 35 años, “la tasa de pérdida de folículos se acelera, lo cual genera menos óvulos y de peor calidad”, factores que dan pie a posibles dificultades para concebir y aumentarían el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, de acuerdo con la Clínica Mayo y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.
Es por eso que cada vez más mujeres están recurriendo al uso de la ciencia para combatir el paso del tiempo y planificar su maternidad a la criopreservación de óvulos, popularmente conocida como congelación de óvulos, un procedimiento que permite preservar óvulos en edad fértil para su uso futuro.
Además de posibilitar el retraso de la maternidad, es una alternativa para aquellas que enfrentan tratamientos médicos que podrían dañar su fertilidad, como la quimioterapia o la radioterapia, así como para aquellas que aún no han encontrado a la pareja adecuada pero desean ser madres en el futuro.
Lo que debes saber sobre congelar tus óvulos
1. Cómo
El proceso de criopreservación de óvulos implica varias etapas cuidadosamente coordinadas. Comienza con una consulta con especialistas en fertilidad, seguida de un régimen de medicamentos hormonales para estimular la producción de múltiples óvulos en los ovarios, los cuales, una vez maduros, se extraen mediante un procedimiento ambulatorio, se tratan con sustancias crioprotectoras y se congelan a temperaturas extremadamente bajas para preservar su viabilidad en el futuro.
El objetivo es recolectar la mayor cantidad de ovocitos, aunque esto depende de la edad y reserva ovárica de cada mujer. Una vez congelados, tienen una duración de años, ya que no caducan, ni pierden calidad con el proceso, según se indica en The Fertility Center.
2. Cuánto cuesta
Los avances tecnológicos han permitido un uso clínico generalizado de esta técnica en todo el mundo, incluido nuestro país, donde hay numerosos centros de fertilidad que ofrecen el servicio.
Los costos pueden variar entre 60,000 y 130,000 pesos mexicanos, excluyendo los gastos adicionales de mantenimiento anual y medicamentos asociados, de acuerdo con nuestra investigación en distintos centros especializados.
Para muchas, se trata de una inversión que garantiza la libertad y tranquilidad para ejercer su maternidad en el momento adecuado.
3. Cuándo
Especialistas afirman que lo ideal es recurrir a la congelación de óvulos antes de los 30 ya que los estudios indican que la calidad de un óvulo congelado a los 30 años es mayor que la de uno fresco de 35 años en adelante.
Adicionalmente, cuando las mujeres congelan sus óvulos después de los 35, las tasas de éxito en tratamientos de fertilización suelen disminuir debido al descenso hormonal propio de la edad.
Sin duda, se trata de una gran alternativa para los tiempos modernos, aunque también hay que saber es de una decisión importante que incluye riesgos médicos, como la hiperestimulación ovárica, así como cuestiones éticas y emocionales sobre el uso futuro de los óvulos congelados, por lo que es esencial informarse muy bien y buscar centros acreditados y con experiencia comprobable en el tema y consultar las cédulas profesionales del personal médico a cargo.
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