Con cada vez más frecuencia escuchamos hablar de la dieta del ciclo de semillas o ‘seed cycling’, una tendencia en la salud femenina que busca tratar disfunciones menstruales mediante el consumo de semillas específicas en distintas fases del ciclo hormonal. Pero, ¿se puede regular el ciclo menstrual con semillas?
Lo que se busca con este método sería reducir las molestias causadas por problemas bastante comunes como la menstruación irregular, los cólicos menstruales, así como mejorar temas más severos como infertilidad, síntomas de la menopausia o el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
En redes sociales Daniela Galindo, nutrióloga especialista en salud hormonal, afirma que se trata de “una herramienta que todas las mujeres podemos usar para ayudarnos a balancear nuestro ciclo menstrual”.
Por su parte la doctora Claudia Andrade, ginecóloga obstetra, explica en su Instagram que con semillas se “ayuda a regular las hormonas femeninas tomando semillas de lino, calabaza, sésamo y girasol, de una forma concreta a lo largo del ciclo, con el objetivo de que puedan ayudar a estimular y equilibrar la producción de estrógenos y de progesterona a lo largo del ciclo menstrual”.
‘Seed cycling’: ¿se puede regular el ciclo menstrual con semillas?
En principio, es importante saber que las hormonas clave en el control de la menstruación incluyen la progesterona, el estrógeno, la hormona luteinizante (LH) y la hormona estimulante del folículo (FSH); un simple desequilibrio en éstas puede causar una variedad de problemas.
El ciclo de semillas propone un enfoque dietético para mantener este equilibrio. Para incorporarlo a la rutina se deben consumir semillas de calabaza y lino durante la fase folicular del ciclo menstrual (los primeros 14 días), y semillas de girasol y sésamo durante la fase lútea (los siguientes 14 días). Es un régimen diseñado para buscar un equilibrio saludable entre los niveles de estrógeno y progesterona.
Un artículo publicado en The Pharma Journal señala que estudios recientes “han demostrado que las semillas de calabaza son ricas en fitoestrógenos, un compuesto de polifenol que ejerce un efecto estrogénico similar al de los mamíferos en el cuerpo”, mientras que la semilla de lino ayuda a “unir el exceso de estrógeno producido para mantener la homeostasis hormonal”.
Por su parte, los autores de la publicación indican que las semillas de sésamo “tienen un alto contenido de zinc y lignanos”, los cuales “ayudan con el equilibrio de la progesterona” y, finalmente, las semillas de girasol son ricas en vitamina E y selenio, por lo que “ayudan a aumentar la producción de progesterona y a desintoxicar el hígado del exceso de estrógeno”.
Pros y contras del uso de semillas
Las condiciones hormonales suelen tratarse por especialistas a través de anticonceptivos orales, progestina cíclica y otros tratamientos médicos y no médicos. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios y es ahí cuando muchas comienzan a interesarse en el ciclo de semillas porque se presenta como una posible alternativa natural para mejorar la salud.
No obstante, aunque existen muchos testimonios anecdóticos sobre la eficacia de este enfoque, aún la evidencia científica es insuficiente y no se debería considerar como un tratamiento único.
Andrade hace énfasis en que el uso de semillas “no es milagroso, tenemos que hacer cambios en nuestro estilo de vida”, ya que la dieta puede ser una herramienta útil, pero debe complementarse con otros hábitos saludables.
Asimismo, es indispensable que si experimentas irregularidades en tu ciclo menstrual o síntomas persistentes, acudas con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico e indicaciones.
Foto principal: Imagen de KamranAydinov en Freepik
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