Tal vez te ha pasado que durante una consulta médica el personal de salud no entiende los síntomas que tienes y mientras más tratas de explicarle lo que te ocurre más te convence de lo que no es real lo que sientes.
Parece una batalla perdida. ¿Cómo alguien más podría saber mejor lo que sientes que tú misma? Pero, se supone que es el especialista, ¿no? Después de ello es probable que aceptes el “diagnóstico” o la respuesta que te dieron. Si te identificas con esto, es probable que hayas sido víctima del gaslighting médico.
El personal médico puede cometer errores como cualquier persona, no olvides que a pesar de tener una bata blanca también puede ejercer violencias sobre ti. El gaslighting médico se presenta principalmente hacia mujeres y sectores de la población que han tenido que cargar durante años con prejuicios dañinos.
Hasta la actualidad existe personal médico que continúa haciendo diagnósticos a través de estos prejuicios y desvalorizan los síntomas que les comunican sus pacientes. Es importante hablar de este tema y aprender a identificarlo.
¿Qué es el gaslighting médico?
El gaslighting se define como manipulación psicológica de una persona hacia otra, para hacerla creer que su percepción de la realidad es errónea. También puede ocurrir cuando se hace dudar a una persona sobre algo que ha experimentado.
Normalmente hablamos del gaslighting en las relaciones afectivas, pero también existe en otros ámbitos como el trabajo o la atención médica.
Caitjan Gainty, experta en historia de la ciencia, explica que el gaslighting médico se expresa cuando el personal de salud impone preguntas, estudios y diagnósticos que son completamente diferentes a los síntomas que el paciente describe o experimenta. También ocurre cuando el especialista menosprecia los síntomas del paciente o actúa con base en prejuicios.
En particular, como explica The Conversation, los sectores de la población que se ven afectados principalmente por este fenómenos son las mujeres, las personas de la comunidad LGBTIQ+, personas de color y personas adultas mayores.
Este tipo de sectores de la población son mayormente vulnerables a estas prácticas porque son marginadas cultural, social, política y económicamente. “Esto es un doloroso recordatorio de que la medicina no está exenta de la historia y la sociedad”, explica Gianty.
¿Cómo saber si has vivido gaslighting médico?
De acuerdo con la plataforma Prevention, el gaslighting puede tomar varias formas, pero en esencia lo puedes identificar fácilmente cuando tu doctor o doctora descalifica los síntomas que les estás explicando, cuando asumen que saben lo que te ocurre sin siquiera prestarte atención o cuando no te creen. Hay pequeñas acciones que pueden evidenciarlo.
1. Desinterés
Puedes identificarlo cuando no presta atención cuando hablas e incluso no permite que termines las oraciones cuando ya está dando una respuesta.
2. No escribe ni pregunta
Cuando el personal de la salud no toma nota de ninguno de los síntomas que le dices o no pregunta por más información.
3. Las preguntas que le haces, no las responde
Esto ocurre cuando preguntas sobre el diagnóstico o los síntomas que tienes, pero el personal de la salud se muestra reticente a contestar cualquier pregunta o niega que puedas presentar un síntoma que no concuerda con el “diagnóstico” que está haciendo.
4. Te culpabiliza
Por ejemplo, te culpabiliza por el estrés que tienes debido al trabajo, por tu periodo o por tener sobrepeso (asumiendo que si tienes sobrepeso es porque “no cuidas tu salud”).
En conjunto, cuando tu médico no atiende lo que realmente te está pasando es porque no te observa como una persona. Más bien te deshumaniza y te mira como un estereotipo o un paciente de poca importancia.
¿Qué puedes hacer para prevenir que te continúe sucediendo?
El gaslighting médico te puede llevar a un diagnóstico inadecuado, a un tratamiento que en lugar de ayudarte a mejorar lo empeorará. Sin contar el impacto psicológico que tendrás a largo plazo, tal vez ni siquiera quieras volver a una consulta médica o si te sucedió con un psicólogo pienses que todos son iguales y que no necesitas una terapia.
Lo primero que recomienda la plataforma Verywell Mind, es encontrar un médico en el cual puedas confiar: si el médico te inspira confianza, te escucha con respeto, pone atención, no juzga y resuelve tus dudas, significa que está haciendo las cosas de manera correcta. Si esto no se cumple, es momento de buscar una segunda opinión.
Ante la duda de que estás viviendo gaslighting médico, puedes acudir acompañada a las citas médicas, para que una persona de confianza (una amiga cercana, por ejemplo) te respalde y te brinde apoyo.
Cuéntanos, ¿alguna vez has vivido gaslighting médico?
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