Seguir perpetuando actitudes de competencia entre nosotras, hacer chistes abiertamente sexistas o criticar a una mujer por desear o no formar una familia, son algunos comportamientos ‘inofensivos’ que perpetúan la violencia contra las mujeres. Es fácil descartarlos o decir que exageramos al señalarlos, pero el daño continúa y se hace más grande.
En el día Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Nosotras queremos recordar que hay muchas formas en las que se puede ejercer poder y control sobre las mujeres, no solo se cuentan las agresiones físicas.
Esto involucra conceptos como los micromachismos y la misoginia interiorizada.
Pensamientos y comportamientos ‘inofensivos’ que perpetúan la violencia contra las mujeres
El término de violencia contra la mujer comprende muchas acciones, que, como comenta OXFAM International, también se basan en creencias y expectativas compartidas sobre el cómo deberían comportarse las mujeres en sociedad.
Nosotras platicamos con Elvia Yessenia Trejo Sanjuan, activista feminista creadora del podcast “Feminis-tía”. Ella nos contó su experiencia con los pensamientos/comportamientos “inofensivos”, que perpetúan la violencia contra las mujeres así como su opinión sobre cómo podremos erradicar este gran problema.
Ella es originaria de Tasquillo, Hidalgo. En su experiencia, comenta que el machismo en las periferias o en los pueblos está muy arraigado; es algo tan normalizado que difícilmente te puedes dar cuenta de que vives en una sociedad machista.
Para ella, los pensamientos o comportamientos que perpetúan la violencia los aprendemos en casa y los refuerza la sociedad. Destaca que debemos entender que el patriarcado es una forma de organización política y social que ha permitido que el hombre tenga mayores ventajas y se vuelva la medida de todas las cosas, dejando a las mujeres de lado y permitiendo que estos comportamientos se repliquen de generación en generación.
Lo problemático de estos pensamientos es que escalan. Y, por ende, la violencia escala cuando se normalizan esos pensamientos y comportamientos machistas. Tanto en campo como en la ciudad, la violencia contra la mujer se invisibiliza porque las personas no son conscientes de que los pensamientos y comportamientos machistas no son correctos.
Gracias a esto, grandes conocimientos y aportes al mundo se han perdido por no dejar que las mujeres seamos incluidas en puestos importantes ni hablar en tomas de decisiones, comenta
Ejemplos de estos comportamientos
Como lo comenta el artículo “Escala de normas y creencias sociales sobre la violencia de género” de BioMed Central, las normas sociales dañinas que sustentan la violencia de género incluyen la “pureza sexual” de las mujeres, la protección del honor familiar por encima de la seguridad de las mujeres y/o la autoridad de los hombres para disciplinar a las mujeres y a los niños.
Algunos de estos pensamientos o comportamientos pueden ser los siguientes.
- Las mujeres no pueden negar el sexo a su pareja masculina.
- Las mujeres sufren violencia porque visten “provocativamente”.
- Todas las mujeres deberían ser madres.
- Las mujeres son valoradas como esposas, no como individuos.
- Las mujeres divorciadas o que eligieron no casarse son menospreciadas.
- Referirnos con conceptos que han sido revictimizantes o insultantes como “prostituta”.
- Críticas a los cuerpos de las mujeres.
- Creer que la mujer depende del hombre o necesita un hombre.
- Pensar que las mujeres debemos “darnos a respetar”.
- Vernos como competencia. Pensar que “el peor enemigo de una mujer es otra mujer”.
- Centrarse solo en el físico de las mujeres, lejos de su valor personal.
Este tipo de violencias pueden ser catalogadas como violencia emocional o psicológica. Donde, según ONU Mujeres, minan el autoestima de una persona a través de críticas, infravaloraciones, insultos y más. Como lo menciona un artículo del portal del Gobierno de México, no es casualidad que existan frases busquen ejercer la presión usando la figura femenina como sinónimo de debilidad o de ofensa.
Cómo resolverlo
Para erradicarlo, Elvia Yessenia Trejo cree que si se empieza a crear pensamiento crítico en la infancia o si en las escuelas hay una apertura para hablar y reflexionar sobre estos temas, será en un futuro mucho más sencillo erradicar la violencia. Al mismo tiempo, considera que es complicado, pues se requiere de colaboración de todas y todos como sociedad.
“Cuando hablo de estos temas se me tacha de problemática, intensa, incómoda, de que me tomo las cosas muy en serio; he recibido burlas, rechazo y exclusión”, cuenta.
El camino para deshacerse de estos pensamientos y comportamientos, para “Feminis-tía”, ha sido la reflexión constante, estudiar más sobre el tema y cuestionar lo aprendido durante toda su vida. Siendo esto un desaprender y volver a aprender desde una mirada feminista y más consciente de la realidad de las mujeres.
Ella recomienda que es necesario educarnos con perspectiva feminista, que seamos reflexivas y críticas. Y que nos alejemos del individualismo porque el cambio y el progreso es colectivo.
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