El amor no lo es todo en una relación; para mantener relaciones sanas de cualquier tipo es básico establecer ciertos pilares como el respeto, la comunicación y el consentimiento. Todas tenemos derecho a experimentar vínculos, relaciones románticas y relaciones sexuales sanas y consensuadas.
Existen muchos mitos sobre el acto de consensuar, pero resulta muy importante dejarlos atrás para avanzar hacia una sociedad libre de violencia. Más que necesario, es obligatorio, por eso te contaremos 6 datos sobre el consentimiento que debes conocer.
¿Qué es el consentimiento?
El consentimiento es un acuerdo que se da entre todas las personas involucradas en lo que quieren o no quieren experimentar. El consentimiento también es una palabra que traza una delgada línea entre comportamientos sexuales aceptables e inaceptables. Esto nos ayuda a diferenciar si una experiencia sexual fue agresión o no.
Actualmente sigue siendo un tabú en la sociedad hablar sobre la sexualidad, eso significa que para muchos, la idea de hablar sobre sexo con la partes involucradas parece ser incómodo; sin embargo, consensuar nos permite mantener mejores relaciones sexuales porque las partes involucradas indicarán si quieren hacer algo o no, qué es lo que les gusta y lo que no.
Cuando estás comenzando cualquier tipo de relación que involucre o no algo sexual, el consentimiento se trata de comunicación. Dar consentimiento una vez para realizar cualquier actividad, no significa que el consentimiento ya esté establecido para siempre; se tiene que renovar todas las veces que sean necesarias. Tú puedes cambiar de opinión en cualquier momento.
Datos sobre el consentimiento
1. No es tan simple como un ´´no´´ o un ´´sí´´
El consentimiento es una conversación segura, abierta y constante sobre las actividades con las que tú y la o las personas que estén involucradas se sientan cómodas y desean experimentar activamente, como explica la Línea Directa Nacional contra la Violencia Doméstica en Estados Unidos.
2 El estado de cualquier tipo de relación no es consentimiento
Ya sea la primera o la décima vez, ya sea que estés en una relación casual o comprometida, ninguna de las personas involucradas está sujeta u obligada a dar su consentimiento, aunque así lo haya hecho antes.
En otras palabras, la violencia sexual puede existir también en las relaciones sentimentales o en el matrimonio. Si no hay consentimiento, es una agresión y es un delito.
3. El consentimiento no es un pase gratuito para todo
Decir sí a un acto, no significa que la otra persona asuma tu consentimiento para otras actividades. Cada acto requiere tu aprobación, si te sientes incómoda en el momento siempre tienes derecho a parar, incluso si ya lo habías acordado previamente.
4. La manipulación no es consentimiento
No es consentimiento si sientes miedo o no puedes decir que no, si te manipulan o presionan. Tampoco pueden asumir tu aprobación si estás dormida, inconsciente o bajo la influencia de alguna sustancia.
5. No dar el consentimiento significa ‘detenerse’
Si tú no das tu consentimiento, entonces lo que está sucediendo es o podría ser violación, agresión o abuso sexual. No se trata de “convencerte” o de que “intentes”.
6. La edad mínima
La edad mínima para el consentimiento depende de las leyes del país en que te encuentres. Como la Unicef explica, las infancias y adolescentes están en riesgo de que personas adultas las manipulen para obtener consentimiento, lo cual constituye un abuso.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos define al estupro como el delito sexual en que una persona mayor de edad obtiene el consentimiento para tener una relación sexual con una persona menor de edad, lo cual logra mediante manipulación y engaño.
Cómo consensuar de manera saludable
El acordar verbalmente ciertas actividades, te pueden llevar a ti y a los demás a respetar los límites de cada uno. Explica con qué cosas te sientes cómoda y con qué no. Preguntar en todo momento que sea necesario sería lo ideal para hilar de mejor manera la relación.
Si estás incómoda, habla de ello y discútanlo. Nunca hay que asumir el silencio como un “sí”.
Recuerda que el consentimiento debe ser informado y es un proceso continuo.
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