Tu talla no te define como persona. Así lo afirma Ana Carbajal, la joven sonorense que es pionera en el modelaje plus size en México. Lleva siete años en las pasarelas. Rápidamente llamó la atención por su belleza y desfiló en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. En exclusiva, platicamos con ella: nos cuenta los retos a los que se ha enfrentado y cómo ha aumentado la confianza y el amor propio de otras mujeres.
El ser modelo nunca fue su idea, menos su sueño desde niña, ya que no se sentía bonita y nunca pensó que, con su tipo de cuerpo, sería referencia dentro de la exigente industria de la moda. Tenía claro cuáles eran los estándares de belleza y los cuerpos perfectos que vemos a diario en las revistas.
Su inicio en el modelaje plus size
“Claro que sufrí de bullying y rechazo antes de ser modelo. Yo tenía una baja autoestima. Siempre lo he dicho: mi incursión en el modelaje fue una coincidencia. En 2017 salí con una amiga a tomar un café a un centro comercial. Ahí llegó un amigo de ella. Era un fotógrafo, quien al verme automáticamente me dijo que fuera a un casting para modelos, que era hermosa y sí podría conseguirlo.
“En automático pensé que era una broma muy pesada, pero él seguía insistiendo y le dije que, para lograrlo, tendría que bajar como 300 kilos. De pronto, me enseñó fotografías de chicas con mi mismo cuerpo: eran modelos en Europa. Era algo desconocido para mí, nunca las había visto, así que sí fui al casting y ahí inició todo”, afirmó la joven originaria de la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Acaparó las pasarelas
Tan pronto fue descubierta, el trabajo no paró: sus primeras pasarelas fueron en Londres, donde estuvo una gran temporada. De ahí siguió Alemania, Nueva York, Los Ángeles, Panamá, Chile y Argentina, entre otros.
Asimismo, fue la portada de diversas revistas en Europa y a lo largo de su trayectoria ha trabajado con firmas como Adidas, Liverpool, L’Oréal y Falabella, por mencionar algunas.
En México, sin duda, la primera modelo de tallas extra fue Ana Carbajal, quien antes de trabajar en las pasarelas tuvo un acercamiento con los diseñadores. Y es que durante décadas se ha relacionado un cuerpo esbelto con algo hermoso, pero la realidad es que una cosa no tiene que ver con la otra. Esos son estereotipos que se han establecido erróneamente.
“Fui la primera en muchas marcas de tallas extra en nuestro país, incluso, varios diseñadores tomaron mi cuerpo como molde. Me preguntaban cómo me sentía con sus diseños. Pienso que en México aún falta mucho en este camino de las tallas extra. Hay marcas a las que les da miedo, porque piensan que la gente no les va a comprar diseños más grandes.
“Abrir este escenario en mi país fue increíble, porque no existía. Quiero que las mujeres sepan que son hermosas; inspirarlas, compartirles mi historia; que se sientan identificadas. Las marcas necesitan tener más responsabilidad social, dejar de fomentar cánones de belleza establecidos, donde, si no eres delgada, no eres bonita”, dijo la joven de 29 años.
Además del modelaje, Carbajal imparte algunas conferencias, por ejemplo, “Talla grande, industria chica”, donde hace hincapié en que no debes ocultar tu cuerpo, que tener un cuerpo como el de ella no es sinónimo de enfermedad. Por ello, pone de ejemplo a algunas deportistas que no son esbeltas, pero sí tienen condición física y buena salud.
Transmutar dolor en amor
“Durante y al final de las conferencias observo el rostro de las chicas: se ven aliviadas, entendidas. Hoy me siento orgullosa de mí, de mi cuerpo. Estoy feliz y sana. Pude transmutar en amor el dolor que viví. A mi niña interior le doy las gracias por no haberse rendido.
“Sin duda, el reto más grande es callar las voces que no son tuyas, siempre decían que no era bonita, que bajara de peso, y eso crea heridas, cicatrices. Recuerda que la gente da lo que tiene, pero no dejes que otros te arruinen la vida, que te limiten a ser feliz. Si quieres ir a la playa, a una boda o verte sexy, vístete para la ocasión, sácate el mejor partido”, añadió Ana, quien además es escritora.
Así es, el modelaje lo compagina con su otra gran pasión, la escritura. Tan es así que en enero de este año lanzó su libro “El amor que nos robaron”; solo está en formato de audiolibro, pero tiene pensado publicarlo.
“Escribir siempre ha sido mi pasión, tengo poemas desde los ocho años y, con este libro, cuento sobre mi vida, mis experiencias. Ya tenía varios textos escritos, pero en cinco días lo concluí. Literalmente, dormía entre dos y tres horas al día. Fue un rompecabezas que terminé”, enfatizó la joven exitosa.
Ana es una mujer de retos y le gusta prepararse. Prueba de ello es que, al iniciar en el modelaje, estudiaba comunicación. Posteriormente cambió de carrera y, por cuestiones de trabajo, tuvo que dejar los estudios, pero en 2021 concluyó la carrera de psicología.
Falta diversificar cuerpos
Para la diseñadora Anna Sofía Racansky Knupfelmacher, en México falta mucha visibilidad para todos los cuerpos, ya que si no perteneces al molde establecido de ser delgada y alta eres castigada con ropa sin diseño. Sin embargo, la industria debe entender que los cuerpos son diferentes, todos hermosos y no se puede vestir a un solo tipo de persona.
“Por diversas razones puedes tener un cuerpo con más volumen, ya sea que así es tu fisionomía, acabas de ser mamá, tuviste un accidente, por la edad: los cuerpos cambian.
“En 2017 lancé mi línea de trajes de baño para mujeres plus size. Paulatinamente fui sacando más colecciones, ropa casual, para hacer ejercicio o para cualquier ocasión. Me gusta dar visibilidad a todas ellas, que presuman su cuerpo, que siempre se sientan bellas y seguras”, indicó Anna, CEO de Mangata.
La diseñadora también ha trabajado con Ana Carbajal y ha vestido a personalidades de la farándula, así como de la vida social, principalmente en Ciudad de México, Quintana Roo, Yucatán, Jalisco y Tampico.
“En México, siete de 10 personas tienen kilos de más o sobrepeso. Tenemos que abrir la industria de la moda. También ofrezco pláticas en diversas universidades del país donde hablo de negocios y de mi empresa, de lo gratificante que es vestir cuerpos reales, el no distinguir”, dijo Ana, quien estudió imagen pública y mercadotecnia digital. Ana es una inspiración para la mujer de hoy y orgullo mexicano.
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