La discriminación por edad está más presente que nunca en todos los ámbitos de la sociedad. Y, aunque el término de edadismo se relaciona generalmente con discriminar a personas mayores, lo cierto es que personas en todas las etapas de su vida pueden vivirlo. Así es como las mujeres jóvenes experimentan el edadismo.
Existen diversas situaciones que demuestran que el odio desmedido hacia las mujeres de cualquier edad es real. Por ejemplo, varias mujeres han sufrido rechazo por no ser consideradas “jóvenes” aun teniendo 30 años. Mientras que otras sienten la necesidad de esconder sus canas, arrugas o manchas por miedo a ser catalagodas como “viejas”, y ni hablar de la discriminación hacia las adultas mayores.
Ahora bien, como te decíamos, el edadismo no solo discrimina a personas mayores. ¿Qué pasa con aquellas mujeres que son invalidadas y cuestionadas por ser “demasiado jóvenes” o “sin experiencia”? Pues el edadismo también hace referencia a ellas, porque es discriminación (sin importar la edad).
¿Qué es el edadismo?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el edadismo se refiere a la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o nosotros mismos por razón de la edad”.
Casi siempre el término se refiere a la discriminación que las personas de mayor edad sufren simplemente por serlo. Pero hay distintas situaciones que demuestran cómo las adolescentes y mujeres jóvenes lo viven día con día, ya sea por expresar sus opiniones, gustos o por manejar responsabilidades de todo tipo.
De hecho, un artículo publicado en Harvard Business Review explica este fenómeno y describe situaciones discriminatorias que todas las mujeres sufren en cada etapa de sus vidas. Aunque hacen énfasis en los puestos de trabajo y cómo la sociedad minimiza a mujeres líderes, también explican que el edadismo se debe al odio injustificado hacia las mujeres.
La sociedad machista siempre cuestiona nuestro comportamiento: desde la adolescencia, los adultos ridiculizan las películas y gustos, no nos escuchan o piensan que somos “exageradas” o “sensibles”. Mientras que en la juventud, se nos tacha de “inmaduras” o “fiesteras”, al cumplir 30 pasamos a una etapa en donde se nos exige ser inteligentes y “atractivas” pero no comportarnos como una chica de 20, por ejemplo.
Al llegar a los 50, la menopausia se vuelve parte de nuestra personalidad, de acuerdo con pensamientos de personas insensibles. Da igual cuántos años tenemos o qué estamos haciendo de nuestras vidas, siempre habrá un sistema que nos rechace y humille solo por ser mujeres.
A continuación te presentamos otros ejemplos de edadismo que experimentan las mujeres jóvenes.
Así es como las mujeres jóvenes experimentan el edadismo
Si recuerdas la primera temporada de “The Crown”, cuando Isabel II se convierte en reina tras la muerte de su padre, sabrás que tiene la representación perfecta de edadismo. Ya que diversas personas externan en varias ocasiones que Isabel es solo una niña, que no sabe nada sobre reinar y es injusto que esté en el trono (a pesar que le corresponde por ley).
Y, aunque Isabel fue preparada por su papá y tenía a todo un equipo de asesores, los primeros años fueron difíciles para ella por la desacreditación que sufría por parte de hombres y personas mayores.
Para poner un ejemplo de la cultura pop, tenemos la canción “Cardigan” de Taylor Swift; en el coro, denuncia que “cuando eres joven todos asumen que no sabes nada”. A pesar de que la canción es sobre un noviazgo, la cantante se escucha afligida porque las personas a su alrededor cuestionan sus decisiones personales.
1. Edadismo en el trabajo
Este es el más común, cuando mujeres jóvenes llegan a un trabajo teniendo un cargo superior al de sus compañeros. Y aunque esto no tiene nada que ver con la edad, siempre resuenan comentarios de que no merecen estar ahí (a pesar de su preparación).
Desde frases como: “es que eres muy joven”, “a mí ninguna niña me da órdenes”, “no tienes experiencia como yo” o “te falta madurar”. Todo esto se suma al rechazo en actividades de recreación o sociales, y que no toman en serio sus opiniones.
2. Burlas hacia mujeres que luchan
Cuando una joven alza la voz ante la explotación laboral, siempre salen comentarios de gente mayor “que no se quejaba”. Lo cierto es que esto refleja cuánto han luchado las generaciones actuales por mejorar las condiciones laborales y tener una vida digna.
“Las generaciones de hoy no aguantan nada”, “cuando yo era joven, trabajaba 15 horas y no me quejaba” o “las jóvenes no pueden comprar una casa porque solo quieren trabajar ocho horas”, son frases que comúnmente encontramos en redes sociales. Demostrando que el abuso y explotación estaban normalizados, aparentando que levantar la voz está mal.
3. Ofensas por las modas actuales
¿Cuántas veces no has escuchado “estas generaciones no escuchan buena música”, “las generaciones de hoy no saben nada sobre arte” o “esa ropa de las jovencitas es horrible, ya no saben cómo vestir”?
La desvalorización de los gustos y formas de recreación es una muestra de la discriminación por edad. Parece algo inofensivo o hasta absurdo, pero perpetúa discursos de odio en redes sociales.
Las nuevas de generaciones de mujeres no tienen nada que demostrar y no deberían esforzarse el doble para agradar a los mayores. Cada época es distinta y todas las mujeres somos diferentes.
Foto principal: Imagen de Drazen Zigic en Freepik
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