Durante las décadas de 1960 y 1970 se llevó a cabo la colocación sin autorización del Dispositivo Intrauterino (DIU) a miles de niñas, adolescentes y mujeres en Groenlandia. Aunque sin permiso de las adolescentes, los dispositivos fueron implantados.
Esto se realizó con el fin de controlar la natalidad como parte de una campaña danesa, se explica en el sitio web France 24.
Hace unas semanas, mediante el podcast ‘Spiralkampagnen’ (“Campaña del espiral”), se dieron a conocer registros de 4 mil 500 niñas, adolescentes y mujeres a las que se les implantó un DIU en Groenlandia entre 1966 y 1970, aunque los procesos continuaron hasta mediados de la década de los 70.
La semana pasada se dio a conocer que Dinamarca y Groenlandia acordaron iniciar una investigación de dos años sobre prácticas de control natal realizadas en mujeres inuit por parte de médicos daneses, de acuerdo con la BBC.
Algunas afectadas han declarado que algunas tenían solo 12 años de edad y que nunca fueron informadas sobre la colocación del DIU en su cuerpo. La mayoría de las jóvenes afectadas no sabían qué les estaban implantando, pues no les explicaron ni mucho menos pidieron su consentimiento.
Muchas mujeres nunca supieron que tenían un dispositivo anticonceptivo en su cuerpo hasta que algún ginecólogo de su país lo descubrió años después.
La colocación del DIU en Groenlandia a las adolescentes inuit (un nombre que se usa en común para los distintos pueblos que habitan en las regiones árticas de América del Norte) fue el conocido como espiral. Con el objetivo de evitar embarazos y, así, reducir los desafíos de proporcionar vivienda y servicios de asistencia a la población.
El caso de Naja Lyberth
A Naja Lyberth se le colocó el DIU a sus trece años, cuando un médico le indicó ir al hospital local para que le implantaran un espiral. Los hechos ocurrieron después de un examen médico de rutina en la escuela. La mujer de ahora 60 años de edad relata para la BBC lo siguiente. “Recuerdo a los médicos en batas blancas y tal vez había una enfermera. Vi las cosas de metal (estribos) donde debes abrir las piernas. Fue muy aterrador. El equipo que usaron los médicos era muy grande para mi cuerpo de niña. Era como tener cuchillos dentro de mí”.
Más de 70 mujeres se han unido a la campaña de Naja, creada en Facebook; Naja ahora es psicóloga. Con el fin de compartir sus experiencias y entre todas se ayuden a sobrellevarlas.
Al igual que Naja, Britta Mortensen, una mujer que en 1974 asistía a un internado lejos de su familia, contó para AFP su versión, según recopila France 24. A Mortensen, la directora de su internado le dijo “tienes que ponerte un DIU”. A pesar de que ella contestó negativamente, le colocaron el dispositivo.
Ella estudiaba en Dinamarca porque en su lugar natal, un pueblo pesquero de Ilulissat, no había escuela preparatoria. Sus padres ni siquiera fueron informados del procedimiento.
Muchas más mujeres han alzado la voz sobre las prácticas que se llevaron a cabo en sus cuerpos entre 1960 y 1970. Además han declarado que se sentían solas y con vergüenza de contar lo que les sucedió.
Los recientes reportes han causado conmoción e indignación alrededor del mundo.