A lo largo de la historia y en la mayoría de las sociedades, las mujeres hemos vivido represión, trato de inferioridad por parte de la sociedad, innumerables juicios y encasillamiento en comportamientos, formas de ser y tareas. Por eso, cuando una se pregunta cómo identificar la misoginia, es inmediato notar que no hay respuesta única porque se presenta en todos los ámbitos de nuestra vida.
Actualmente, si bien se han logrado cambios en la sociedad, aún predominan conductas, actitudes y comportamientos que siguen frenando el avance a una sociedad donde las mujeres puedan ser libres.
Qué es la misoginia
El término misoginia, de acuerdo con la Enciclopedia de Teorías Feministas y la Enciclopedia Internacional Mujeres, ha tomado distintas formas a favor del privilegio masculino, el patriarcado, la discriminación de género, el acoso sexual, el menosprecio de las mujeres, la violencia contra las mujeres y la cosificación sexual.
El término de la misoginia ganó popularidad a mediados de la década de 1970, entrando al léxico feminista de la segunda ola con la crítica de la activista feminista Andrea Dworkin en el libro “Woman Hating”, de 1974. En éste se sostiene la idea de que un prejuicio arraigado contra las mujeres influye desde luego en todos los aspectos de lo social, esto según un artículo publicado por el The New York Times. Básicamente es una violencia continúa, malévola y autorizada en nuestra contra.
La comprensión de lo que era la misoginia se convirtió en una idea en común para el movimiento feminista, que la entiende como una cuestión no solo individual sino estructural, ya que la sociedad está organizada de una manera misógina por los constantes actos cotidianos de prejuicios de género por desafiar el “dominio” masculino.
Causas de la misoginia
De acuerdo con el sitio Verywell Mind, la misoginia es una actitud que se va desarrollando a través de las experiencias, la educación, influencias y normas culturales. A continuación enlistamos algunos factores que contribuyen a la misoginia.
- Experiencias: observar comportamientos misóginos desde la infancia (aún sin tener consciencia de lo que es) y tener modelos a seguir misóginos.
- Crianza: la misoginia en el hogar en el que se crece, es un factor crítico en el desarrollo de tales actitudes y comportamientos. La violencia doméstica y el abuso emocional también se asocian con el sexismo, la misoginia y la violencia hacia las mujeres.
- Factores culturales: algunas actitudes religiosas, por ejemplo, pueden sugerir que las mujeres son inferiores, serviles o pecadoras tan solo por su género, contribuyendo al desprecio y el maltrato.
Cómo identificar la misoginia
Como te decíamos al principio, la misoginia puede encontrarse en cualquier ámbito de nuestras vidas, a pequeña o gran escala. Está ahí cada vez que en redes sociales miras los comentarios llenos de odio al hablar mal sobre el cuerpo de una mujer, cada vez que un hombre intenta “explicarte” un tema del que ya dijiste que no necesitas explicación y cada vez que te hacen comentarios lascivos en la calle.
La misoginia consiste en actos abiertos y en ocasiones obvios, aunque también se manifiesta de forma encubierta; de esto último, que exista la misoginia interiorizada, por ejemplo. Algunos signos de comportamiento de actitudes misóginas pueden ser los siguientes.
- Expresar odio hacia las mujeres.
- Acosar a las mujeres.
- Favorecer a los hombres a expensas de las mujeres.
- Creer en los roles y construcciones sociales de género tradicionales.
- No tener respeto ni consideración por el tiempo y el esfuerzo de las mujeres.
- Ignorar o hablar por encima de las mujeres.
- Rechazar las ideas de las mujeres solo por su género.
- Robar ideas a las mujeres pero negarse a darles crédito.
- Interrumpir frecuentemente a las mujeres cuando hablan.
- Culpar a las mujeres por los conflictos y esperar que las mujeres mantengan la armonía social.
- Castigar a las mujeres por denunciar la discriminación y el sexismo.
Lamentablemente la lista puede no tener fin. Pero es importante recordar que esto es solo una pequeña muestra de cómo se expresan tales actitudes. Si bien estos comportamientos en su mayoría son perpetrados por los hombres, la misoginia también está de manera internalizada en nosotras.
Aprender a detectar la misoginia y reflexionar sobre ella, será el primer paso para mitigar y erradicar este tipo de actitudes y comportamientos.
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