Cada vez es más común que se expongan y visibilicen los abusos en centros laborales. Cientos de mujeres han confesado cómo aceptan cargas de trabajo y soportan largas jornadas porque no pueden decirle que no a sus jefes, por miedo a entrar en la “lista negra” de sus superiores o ser ignoradas para ocupar cargos importantes.
Esto no respeta edad ni profesión y, aunque lo vemos en redes sociales como algo que no está bien, sigue existiendo y se trata de un ciclo difícil de romper.
Es un problema para miles de mujeres que luchan por ser escuchadas y reconocidas en distintos ámbitos de vida, como el trabajo. Y es que seguramente a tu mamá, hermanas o amigas les ha pasado que sus jefes normalizan la explotación laboral o no reparten las tareas de manera justa.
Puede que tú también hayas padecido alguna situación similar. Si has notado que sueles aceptar cargas de trabajo que no te corresponden, es necesario que aprendas a poner límites en tus relaciones laborales.
Sobre este tema entrevistamos a la experta Nora Taboada, quien es coach, consultora organizacional, autora del libro “Felicidad activa” y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente. Nora estudió pedagogía, tiene una maestría en psicología organizacional y está cursando un doctorado en alta dirección.
Además, Nora cuenta con credenciales en ramas como el liderazgo inclusivo y psicología positiva. Ella nos contó sobre cómo y cuándo decir “no” en el trabajo sin perder el profesionalismo.
Mantener un buen equilibrio entre tu vida personal y laboral es fundamental para tu bienestar físico y mental. Por lo que debemos priorizar actividades y quitar aquellas que no nos suman y entorpecen nuestro crecimiento personal. Nora describe que es como hacer una escultura, “tienes que ir esculpiendo la forma que deseas conseguir y quitar las partes que sobran”.
¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan difícil decir que no? La especialista explica que las personas estamos programadas para agradar al otro, por eso muchas veces nos da miedo perder esta aprobación, en este caso, en el trabajo. Si eres una trabajadora eficiente y responsable, lo más probable es que a veces te sientas culpable por rechazar las órdenes de tus superiores.
Cómo y cuándo decir ‘no’ en el trabajo
Nora Taboada menciona que hay formas para decir “no” de una manera que no dañe tu relación ni reputación laboral. La coach destaca que se debe honrar la autoridad de tu jefa o jefe y tener inteligencia política. Utilizar las palabras correctas y negociar alternativas te ayudarán a decir “no” sin ser grosera.
1. Evalúa por qué quieres decir ‘no’
Lo primero que debes hacer, de acuerdo con la experta, es evaluar por qué quieres decir “no”. Hay cuatro razones válidas para negarte a realizar alguna actividad.
- Falta de tiempo.
- No eres la persona adecuada para la tarea.
- La actividad no va de acuerdo con tus objetivos o metas establecidas.
- Tienes sobrecarga de trabajo.
2. Di no con la cabeza y el corazón
Esto significa que debes dar razones válidas para no hacer la actividad pero, al mismo tiempo, recuerdes que le estás diciendo que no a una persona. Por lo cual, debes rechazar a la persona sin dejar de lado la empatía. Esto servirá para mantener las relaciones estratégicas y cuidar el capital social de la empresa.
Evita frases como “no tengo ganas de hacerlo”, “esa actividad no está en mi descripción de puesto” o “que alguien más lo haga”. Si dices esto, te escucharás grosera o agresiva, por lo que cuidar el tono de voz también es necesario. Procura decir “no” segura de ti misma; no cantinflees o mientas, sé lo más transparente posible al exponer tus razones.
Nora rescata la frase “nadie triunfa solo”, por lo que cuidar las relaciones en el trabajo es indispensable.
3. Encuentra un punto medio y negocia otras opciones
El tercer paso es negociar de una manera asertiva, en la que la empresa y tú se queden satisfechas. Recuerda que debes decir “no” a la tarea, pero sí a la persona. Nora menciona alguna frase compensatoria como: “Aprecio que pienses en mí y me siento honrada por la solicitud. Pero, desafortunadamente, no tengo tiempo para dar lo mejor de mí en un proyecto así en este momento. ¿Por qué no programamos una llamada y te ayudo a encontrar alternativas? Tal vez hasta pueda recomendarte a alguien”.
Si al evaluar tu situación te das cuenta de que un proyecto extra puede sumar cosas positivas a tu desarrollo profesional o currículum, puedes aceptar. Eso sí, en determinados casos la experta alienta a que pidas una compensación económica o un aumento de sueldo.
Lo mejor es encontrar un punto en el que haya un “ganar-ganar”. Si no pueden llegar a un acuerdo, debes cuestionarte si vale la pena seguir en un trabajo en donde no te valoran o te causan estrés por la excesiva carga de trabajo. Lo más importante es que te sientas a gusto y tu esfuerzo sea recompensado y reconocido.
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