Todas las personas somos pertenecientes a algo, incluso a quienes somos ya sea por el sexo que se nos asigna al nacer o la identidad a la que libremente podemos sentirnos identificadas. Socialmente se nos hace creer que debemos comportarnos según los roles de género impuestos. Pero, ¿cuál es la diferencia entre tus características biológicas, tu identidad y lo que la sociedad “espera” de ti?
Aunque las definiciones entre sexo e identidad de género suelen confundirse, realmente hay ciertas diferencias que podemos entender a partir de conceptos clave. Más allá de eso, es importante saber que todas las personas merecemos respeto, eso incluye reconocer su identidad y tratarlas como nos gustaría que nos trataran.
Cuál es la diferencia entre sexo e identidad de género
Como lo explica la organización Planned Parenthood, el sexo biológico es una etiqueta que te asignan al nacer, con base en tus genitales femeninos o masculinos.
Por su parte, el género es un constructo al cual “debemos” moldearnos según el sexo, lo cual se relaciona con el contexto social y cultural; también existen la identidad y expresión de género, que son diferentes.
La Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos también lo explica de una manera muy simple: el sexo es un constructo biológico, mientras el género es un constructo social.
Ahora, la identidad de género es cómo te defines realmente, lo que piensas y sientes. Esto comienza de manera temprana en la vida y puede suceder a través de los años, pues esto nos va complementando en la construcción de una identidad también propia que va más allá de cualquier concepto. La identidad de género va más allá de los conceptos de hombre y mujer.
Cómo se construye una identidad
Podemos coincidir con el sexo biológico que se nos fue asignado, replicar lo socialmente establecido o no; la autopercepción de cada individuo no está ligada a los genitales. La construcción de una identidad será basada en quién quieres ser, en tu percepción.
Las normas y los roles de género son solo expectativas que se cree tradicionalmente que cada individuo tiene que cumplir.
Es importante aprender ciertos conceptos que podamos entender para erradicar conductas agresivas y de violencia que nos permitan convivir en una sociedad menos hostil y más amigable, donde exista la libertad de elegir las personas que queremos ser.
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