El 9 de septiembre de 2019, la vida de Elena Ríos, tal como ella la conocía, cambió por completo. Todo luego de que un par de hombres entraran a su negocio con el pretexto de estar buscando información acerca de los servicios que ahí se brindaban, para acto seguido lanzarle ácido encima, quemando el 90% de su rostro y cuerpo.
Este ataque, además de las secuelas físicas y emocionales, ha implicado para la saxofonista originaria de Oaxaca un enorme desgaste. Producto de la incansable lucha que desde hace más de tres años protagoniza en busca de justicia.
Durante este tiempo, Elena Ríos ha tenido que enfrentarse a un largo historial de impunidad que mantiene a dos de sus agresores libres. Y a ella, con miedo constante a que vuelvan a intentarlo, y esta vez tengan éxito. Así lo expresó en sus redes sociales el pasado 21 de enero, días antes de que se llevara a cabo una de las audiencias por el delito de tentativa de feminicidio que enfrentan sus agresores.
Violencia ácida e impunidad, las constantes en el caso de la saxofonista
La violencia ácida, según la definición del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), corresponde a un tipo de violencia de género que conlleva enorme carga simbólica. El propósito principal de los agresores, es “marcar de por vida”. Dejar la huella de su crimen, de manera que se imponga sobre la víctima una condena social que la acompañe de por vida. Como una especie de castigo que el victimario otorga para reafirmar su poder sobre quien se busca lastimar.
En una entrevista concedida a El Universal en marzo de 2020, Elena compartió parte de sus vivencias luego del ataque. Cómo, hasta ese momento, sobrellevaba el inevitable desgaste que un proceso como éste implica. Entre los tratamientos necesarios y el constante ir y venir buscando justicia.
A casi tres años de esa entrevista, la saxofonista sigue sin obtener justicia. Se tienen identificados al menos cuatro participantes del ataque; dos hombres reconocidos como autores materiales, quienes lanzaron el ácido a la joven. Ambos eran padre e hijo, y uno de ellos perdió la vida en 2021, mientras se encontraba recluído.
Además de Juan Antonio Vera Carrizal, quien fuera pareja de Elena, señalado como autor intelectual, y Juan Antonio Vera Hernández, hijo del exdiputado del Congreso de Oaxaca y segundo autor intelectual señalado.
Los encargados de la agresión física fueron detenidos un par de meses después. Vera Carrizal se entregó en 2020, mientras que Vera Hernández continúa prófugo. Ninguno de los detenidos ha enfrentado un juicio formal, pese a las confesiones de los materiales. En las que, según información recopilada por medios como El Universal, obtuvieron un pago de 30 mil pesos por atacar a María Elena.
Elena Ríos y su inagotable búsqueda de justicia
Durante la conversación de 2020, la saxofonista recalcó la importancia de que su agresión fuera reclasificada. En primera instancia se le denominaron “lesiones”, para después ser catalogadas como “tentativa de feminicidio”.
Esto como resultado de la incansable lucha que María Elena, Silvia, su hermana, y decenas de mujeres y personas que la han acompañado en esta lucha. De víctimas, de sobrevivientes, de quienes solo desean que la joven encuentre un poco de paz sabiendo que sus agresores no podrán lastimarla de nuevo.
No obstante, tres años y cuatro meses después, la justicia no ha llegado para ella ni para su familia, quien ha estado con ella en todo este proceso.
Juan Antonio Vera Carrizal aún permanece en espera de ser juzgado. Destacó que hace un par de días le fue otorgada la prisión domiciliaria que su defensa solicitó argumentando problemas de salud.
María Elena expresó su indignación ante esta resolución en las plataformas que ocupa para difundir la labor como activista que desempeña. Ahí se le sumaron decenas de voces que cuestionaban la decisión del juez que dio este beneficio.
Las fechas claras respecto a cuándo dará inicio el juicio en contra de los tres detenidos, ni de cuáles son las acciones siguientes para lograr la captura de Juan Antonio Vera Hernández.
Qué sigue en el caso
El martes 31 de enero se presentará la propuesta de la “Ley Malena”, en contra de la violencia ácida y nombrada así en nombre de la saxofonista. María Elena ha informado que impuganrá la resolución, pues aunque se revocó la decisión, menciona que esa medida no debió estar a discusión en ningún momento.
Por su parte, El País detalló que la joven buscará que el caso sea reasignado a otro juez, ante la inconsistencia que el que está a cargo ha mostrado en diversas ocasiones. En cuanto a la pena de la que los agresores de María Elena podrían ser acreedores, es de hasta 22 años, de acuerdo con información del Senado de la República.
Aun entre toda esta extensa batalla por obtener justicia, la saxofonista ha sido respaldada por colectivas, organizaciones, activistas y figuras del espectáculo, como “La Maldita Vecindad”, quienes han abierto sus micrófonos para amplificar la exigencia de justicia haciendo lo que mejor sabe hacer: tocar el saxofón, algo que ni el ataque y las lesiones provocadas pudieron arrebatarle.
Con información de Christian Jiménez / EL UNIVERSAL Oaxaca
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