Dentro de la historia de la Revolución mexicana, desde luego que existió la intelectualidad femenina. Las mujeres también jugaron un papel clave en este conflicto armado que tuvo repercusión en todos los ámbitos de la sociedad. Este activismo visibilizó a las mujeres en un contexto tan difícil y legitimó sus luchas. Es por eso que en esta ocasión te contamos sobre el activismo que realizó Juana Belén Gutiérrez.
Juana Belén Gutiérrez, la mexicana feminista revolucionaria
Nacida en 1875 y originaria de San Juan del Río, Durango, Juana Belén Gutiérrez fue una importante periodista, docente, poetisa e ícono de la lucha revolucionaria. Como recapitula la Secretaría de Cultura, ella luchó por diversas causas sociales como los derechos de las mujeres y la mejora en las condiciones para los trabajadores.
El interés de Juana Belén por la lectura y escritura se desarrolló a finales del siglo XIX, donde en el norte de México tenía un auge la literatura anarquista, misma que aprovechó ella para alimentar su pensamiento y poco a poco entrar en el círculo liberal de los líderes que formaban y protagonizaban los movimientos de los trabajadores, esto de acuerdo con Escripta, revista de historia.
Juana Belén contribuiría desde su trinchera a las reivindicaciones femeninas, es por eso que se le atribuye la fundación de clubes feministas así como la participación en ellos. De acuerdo con una publicación de la Biblioteca de la Cámara de Diputados, en 1909 Juana fundó el club político Maderista Amigas del Pueblo, en conjunto de otras mujeres como Delfina Peláez, Laura Mendoza y Manuela Gutiérrez, por mencionar solo algunas.
Dentro del club Amigas del Pueblo, realizaban tareas que consistían en visitar comunidades y apoyar, concientizar, enseñar a leer y escribir a la población; de esta manera creían fielmente que al brindarles herramientas tan valiosas como el conocimiento lograrían liberar a la colectividad para luchar ante injusticias cometidas en su contra, así como exigir al gobierno las mejores condiciones laborales y un cambio político de fondo.
Posteriormente, en 1910 Juana se unió al club femenil Antirreeleccionista Hijas de Cuauhtémoc, club fundado por Dolores Jiménez y Muro.
Ambos clubes pretendían hacer valer a las mujeres socialmente, además de proclamar independencia política. Sus exigencias las llevaron a manifestarse protestando igualdad de derechos con respecto a los hombres. Las manifestantes en ese tiempo solían portar carteles que les cubrían el pecho y la espalda con consignas de lucha, por esa acción que eran conocidas como las “mujeres sandwiches”.
La difusión de las convicciones políticas de Juana Belén Gutiérrez fueron pioneras dentro del feminismo mexicano, ya que siempre mostró gran preocupación por mejorar las condiciones de vida de las mujeres de su época.
“Siempre nos han creído débiles (…) pero les daremos el ejemplo y no sigamos siendo las mujeres de siempre, levantemos nuestro espíritu y luchemos hasta el fin, seamos dignas y fuertes”.
Su labor literaria
Juana Belén colaboró en diversos periódicos de la época como “El Diario del Hogar” y “El Hijo del Ahuizote”; gracias al apoyo de diversas figuras liberales del momento fue en Guanajuato que fundó, a lado de su homóloga y amiga Elisa Rosetti, su propio canal de expresión de sus ideas. Era “Vésper”, un semanario de crítica anticlerical y en contra del Estado que corría bajo el lema “¡Justicia y libertad!”.
Gracias a “Vésper”, ambas se consagraron como figuras activas del liberalismo mexicano, en especial del magonismo. Debido a esto, Escripta refiere en su publicación que Belén y Elisa fueron encarceladas en la Alhóndiga de Granaditas; incluso durante su retención siguieron escribiendo algunos artículos para el semanario.
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