Esta semana, el Comité Noruego del Nobel otorgó el Premio Nobel de la Paz a la defensora de derechos humanos encarcelada en Teherán, Narges Mohammadi. Su lucha para combatir la opresión de las mujeres en Irán la convierten en la decimonovena mujer en ganar el prestigiado galardón.
Entre 351 candidatos, la activista fue elegida por su incansable lucha, misma que le costó 13 arrestos, 5 condenas, 31 años de prisión y 154 latigazos.
Quién es Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz 2023
Narges Mohammadi nació el 21 de abril de 1972 en Zanjan, una pequeña ciudad al norte de Irán. Estudió en la Universidad Internacional Imam Jomeini con especialización en Física y se convirtió en una ingeniera profesional. Desde muy joven, empezó su lucha.
Durante sus años en la universidad, fundó la organización estudiantil “Grupo de Estudiantes Iluminadores”. Además, escribió en diversas revistas y periódicos independientes sobre el respeto de los derechos de las mujeres y los estudiantes. La arrestaron dos veces durante sus años universitarios, siendo su primera condena en 1998 debido a su crítica contra el gobierno.
En 2003, Mohammadi comenzó a trabajar en el “Centro para los Defensores de los Derechos Humanos” en Teherán, fundado por Shirin Ebadi, Premio Nobel de la Paz en 2003. Narges más tardé se convirtió en la vicepresidenta del mismo. Desde entonces, recibió amenazas para dejar de trabajar en el centro y abandonar su activismo.
Voz contra la represión del gobierno iraní
A Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz 2023, se le prohibió salir del país en mayo de 2009, y fue detenida el 10 de junio de 2010. Casi un mes después fue liberada bajo fianza para ser hospitalizada de gravedad.
Según Amnistía Internacional, en septiembre de 2011 el Tribunal Revolucionario de Teherán la condenó a 11 años de prisión por realizar “propaganda contra el sistema” y por “cometer delitos contra la seguridad nacional del país”. En abril de 2012, su sentencia se redujo a 6 años de prisión y Mohammadi comenzó su condena en la prisión de Evín, en Teherán. Quedó en libertad bajo fianza por motivos médicos, 3 meses después.
En mayo de 2015, funcionarios del Ministerio de Inteligencia Iraní arrestaron a Narges con el motivo de “cumplir el resto de la condena”. Posteriormente, en agosto, la activista ingresó al hospital por una parálisis parcial, y se le negó la atención médica especializada, así como la comunicación con sus dos hijos.
A pesar del encarcelamiento y malos tratos, el régimen no pudo silenciarla. Por ello, en mayo de 2016, Mohammadi recibió una condena de 16 años de prisión por delitos “contra la seguridad nacional” relacionados con su trabajo. Entre ellos, por fundar el grupo ilegal “Paso a Paso para detener la pena de muerte” (LEGAM).
“En mi propio país, he sido condenada y encarcelada por el delito de ser defensora de los derechos humanos, feminista y contraria a la pena de muerte. Mi encarcelamiento y mi reciente condena a 16 años no solo no me han hecho sentir arrepentimiento, sino que, en realidad, han fortalecido mis convicciones y mi compromiso con la defensa de los derechos humanos como nunca antes”, escribió Narges desde prisión.
El aislamiento de Narges Mohammadi
Durante 2018 y 2019, la defensora tuvo varios padecimientos médicos que no fueron atendidos adecuadamente. El 21 de diciembre de 2019, Mohammadi y otros activistas de los derechos humanos iniciaron una sentada pacífica en el Buró Político de la prisión de Evín contra la violencia ante las protestas en Irán. En respuesta, Mohammadi fue violentada físicamente por agentes de seguridad y trasladada a la prisión de Zanjan. El 8 de octubre de 2020, la defensora de derechos humanos fue liberada de dicha prisión.
En mayo de 2021, el Tribunal Penal de Teherán condenó a Narges a 2 años y medio de prisión, 80 azotes y al pago de dos multas distintas. El 16 de noviembre de 2021, mientras asistía a una ceremonia conmemorativa por el segundo aniversario de la muerte de Ebrahim Ketabdar (asesinado por la policía durante las protestas de noviembre de 2019), Mohammadi fue detenida violentamente y encarcelada en Evín.
Durante este periodo, fue aislada y recibió amenazas, tortura psicológica y malos tratos, prácticas que describió en su libro “Tortura blanca”. El 4 de enero de 2022, mientras seguía aislada, Mohammadi fue juzgada en un segundo caso. El juicio fue injusto y duró solo cinco minutos. Narges no tuvo acceso a un abogado y el tribunal la condenó a 8 años y 2 meses de prisión, y 74 latigazos.
Símbolo de lucha por los derechos humanos
Narges, quien actualmente cumple una condena de 31 años en prisión, ha ganado diversos premios por su loable labor. En 2008, se convirtió en la presidenta del comité ejecutivo del Consejo Nacional de la Paz en Irán. Por otro lado, en 2022, fue incluida en la lista de la BBC de las 100 mujeres más importantes del mundo.
En su lucha, la activista ha renunciado a su libertad, salud, carrera y familia. No obstante, asegura que la “victoria nunca es fácil, pero es segura”. Ante el destacado galardón, Mohammadi envió un texto al New York Times, en el que destaca “espero que este reconocimiento haga que los iraníes que protestan por el cambio sean más fuertes y estén más organizados. La victoria está cerca”.
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