Desafortunadamente, existen muchos mitos y estereotipos que giran alrededor de la violencia de género, creando sociedades donde las mujeres constantemente sufren discriminación o peligro. Este es un problema que se vive a diario no solamente en México, por lo que es de suma importancia concientizar acerca de él.
Derrumbar los mitos sobre la violencia de género es clave para ser una sociedad más informada. Por eso, hoy Nosotras te decimos algunos ejemplos de nociones que no deberían replicarse.
Violencia de género en México
De acuerdo con el portal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 70.01% de las mujeres a nivel nacional han sufrido algún tipo de violencia desde a lo largo de su vida. Dentro de las más comunes se encuentran la psicológica en primer lugar, seguida de la sexual, económica, patrimonial y física.
En México existen diferentes leyes que tienen el objetivo de ayudar a las mujeres que sufren de algún tipo de agresión. Por ejemplo, la Ley General de Acceso de las mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) busca garantizar la prevención , sanción y erradicación de todos los tipos de abuso contra las mujeres.
Mitos sobre la violencia de género que debemos derrumbar
1. La violencia de género solo se centra en la parte física o sexual
Este es uno de los mitos más comunes acerca de la violencia contra las mujeres, pero esto no es cierto: el abuso también puede venir en forma verbal, económica, emocional y psicológica, tan solo por mencionar algunos ejemplos. “El abuso físico es solo una de muchas formas de violencia”, dice ONU Mujeres.
2. La violencia puede ser ‘provocada’ por la víctima
¿Alguna vez has escuchado las frases “ella lo provocó”, “para qué se viste de esa forma” o “eso la pasa por salir sola y tan tarde”? Este tipo de dichos que aún son muy comunes en la sociedad solo replican la falta de empatía y no solamente son mitos, sino se llama revictimización. La violencia NUNCA tendrá justificación.
A menudo también se culpa a las víctimas de permanecer en una relación violenta pero, como indica la Universidad de Pretoria, nadie merece ser víctima de abuso y los agresores suelen utilizar tácticas de manipulación para dificultar que la víctima salga de ese ciclo.
3. Un esposo no puede violar a su pareja
Por mucho tiempo se tuvo la creencia de que si tu esposo te tocaba sin tu consentimiento no se le podía poner la etiqueta de “violación” debido a que tenías que “satisfacer sus necesidades” por ser su esposa. Incluso esto llegó a replicarse para las parejas de novios.
¡Este mito es completamente falso! Debe existir mutuo consentimiento al momento de tener relaciones sexuales, y el consentimiento se puede quitar.
4. Los hombres no pueden controlar su deseo sexual o su ira
Dentro de las excusas que tiene la sociedad para justificar a un agresor es decir que los hombres no pueden controlar su deseo sexual o también que es su instinto natural. Esto es totalmente falso, este tipo de pensamientos son consecuencia de un contexto social y cultural donde aún existe una discriminación estructural hacia las mujeres.
De acuerdo con ONU Mujeres, sentir enojo no te convierte inmediatamente en una persona violenta. Los hombres que cometen violencia, lo hacen como una manera de ejercer poder y control.
5. La violencia entre hombres y mujeres está al mismo nivel
La mayoría de personas víctimas de la violencia de género son mujeres, afirma la Universidad de Pretoria; especialmente cuando se trata de relaciones afectivas. Mientras cualquier persona puede ser víctima de violencia, las niñas y mujeres están especialmente en riesgo simplemente por su sexo o género, indica la ONU.
6. ¿Por qué las víctimas no denuncian al momento?
Cuando se trata de violencia física o sexual se habla sobre hacer las denuncias correspondientes lo más pronto posible para que se pueda procesar al agresor. Las personas suelen creer que esto es fácil pero la realidad es completamente diferente.
Pasar por una agresión es un evento traumático y no todas las víctimas reaccionan de la misma forma. Cada una debe pasar por un proceso hasta que se sienta lista para llevar el caso de manera legal, y hay personas que dejan pasar tiempo por razones muy diferentes, pero igualmente válidas.
Puede existir el miedo a no ser escuchadas por las personas cercanas a ellas, que se minimice la situación, que la persona agresora tenga poder porque las comunidades suelen desestimar estos casos o que existan repercusiones en ámbitos como la carrera profesional de la víctima, tan solo por mencionar ejemplos.
7. Si la agresión viene desde casa ahí se debe quedar
Muchas hemos crecido creyendo que si la violencia es dentro de casa es un asunto privado y familiar. Se debe comenzar a visibilizar que muchas de las agresiones se viven dentro del hogar día a día y que callarlas porque “es lo que hace una buena esposa/hija” no es la manera de proceder. No porque el agresor sea parte de tu familia significa que no puedes alzar la voz para salir de un ambiente peligroso.
8. La violencia doméstica solo se vive en hogares de bajos recursos
Muchas veces hemos escuchado que las agresiones que se viven en casa vienen de familias que no tienen una solvencia económica tan alta debido a su “poca educación”, lo cual los lleva a ser una familia disfuncional.
Esto es erróneo ya que las agresiones intrafamiliares ocurren en cualquier tipo de familias, no importa si tienen un nivel socioeconómico alto o bajo, explica un folleto gubernamental de la provincia canadiense de Terranova y Labrador.
9. Todas las personas que abusan de otras tienen problemas de salud mental
Este mito acerca de que todos los agresores tienen problemas de salud mental es falso. Según la organización Interagency Gender Working Group, mientras las personas con problemas de salud mental sí pueden cometer violencia, esto no significa que sean actos relacionados exclusivamente con esos problemas de salud mental.
Los porcentajes de agresores con problemas de salud mental suelen ser extremadamente bajos, indica el gobierno de Terranova y Labrador.
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