Sabemos que ser productivas es esencial para poder obtener resultados en las distintas áreas de nuestra vida, desde que estudiamos hasta que nos desarrollamos en el ámbito laboral. Sin embargo, hay una delgada línea entre esforzarnos constantemente y caer en un exceso que amenace nuestro bienestar. Por eso te contamos sobre la productividad tóxica.
La productividad tóxica es el impulso de todo el tiempo hacer algo enfocado hacia una meta más grande o un futuro más próspero. Es decir, querer realizar tareas importantes en todo momento, que van desde del trabajo y las diferentes áreas de tu vida. Es una exigencia extrema poco saludable para poder lograr más, a expensas de nuestra salud física y emocional, así lo indica el blog de la plataforma Asana.
Cuando se sufre de productividad tóxica, dejas de disfrutar tus actividades cotidianas y te sobreesfuerzas durante periodos largos, lo que te ocasiona un agotamiento no solo físico, sino pone en riesgo tu salud mental.
Qué causa la productividad tóxica
Actualmente, como sociedad damos un gran valor a la productividad, tenemos una cultura que glorifica el trabajo duro sin descanso hasta lograr el éxito y que menosprecia el ocio o la idea de “hacer nada”.
En gran parte, esta cultura se sigue reproduciendo gracias a las redes sociales, donde hay celebridades, influencers, motivadores y gurús que comparten rutinas idealizadas que no reflejan la realidad de todas las personas (lo cual, de entrada, es imposible). Esto puede ocasionar un sentimiento de culpa si no avanzas a la par que el resto, así lo indica Asana.
De acuerdo con el sitio Accelerate de la Universidad de Utah, dentro de muchas grandes organizaciones los empleados se esfuerzan por sobresalir entre los demás y en ocasiones se genera una competencia poco saludable y una productividad tóxica para cumplir con los objetivos laborales. En conjunto con la tecnología, incide en los límites entre el trabajo y la vida personal.
Cómo saber que sufres de productividad tóxica
Trabajar bajo un determinado nivel de productividad está bien y es necesario, así como es importante esforzarte, tener ambiciones y querer ser mejor. Por eso, puede resultar difícil reconocer que tienes un problema de productividad.
La productividad tóxica se manifestará diferente en cada una de nosotras, pero estas son algunas señales que deberías tomar en cuenta, de acuerdo con Asana y Accelerate.
1. Trabajas más horas de lo regular
Está bien dedicar algunas horas extra para terminar algún pendiente; en la mayoría de los trabajos hay periodos de mayor actividad o de mucha presión. Sin embargo, hacerlo de manera recurrente puede volverse un hábito tóxico.
Por ejemplo, si has acaparado tus fines de semana para ponerte al corriente antes de que empiece oficialmente tu jornada en lunes, es posible que exista un problema.
Hay que tener en cuenta la diferencia entre el exceso de trabajo y la productividad tóxica: si trabajas extra por elección puede ser tóxico, a comparación de si lo haces por una necesidad.
2. Culpa por no hacer lo suficiente
A menudo se hace el esfuerzo por realizar la mayor cantidad de trabajo fuera de los límites razonables. Puede que tengas expectativas poco realistas y existe culpa si no avanzas a la par de los demás.
Si a menudo sientes culpa porque “no estás haciendo lo suficiente”, podrías ser víctima de la productividad tóxica.
3. Realizas actividades solo si son con un propósito
Cuando sufres la productividad tóxica, las actividades de ocio te pueden parecer una pérdida de tiempo si no te ayudan a lograr un objetivo. Es posible que tomarte un par de horas para ir a tomarte un café con alguien o hacer un maratón de tu serie favorita suene como algo irracional.
4. Dejar de lado el cuidado personal
Quitarte actividades como el descanso, hacer ejercicio, cumplir con revisiones médicas, practicar el autocuidado o pasar tiempo con amigas y familia, es una mala señal. Quien es víctima de la productividad tóxica es capaz de saltarse comidas por trabajar, o incluso dejar de ir al baño por lo mismo.
5. Sentir agotamiento
Cuando te esfuerzas demasiado durante un buen tiempo, es normal que aparezca el cansancio constante. Existen diferentes signos de agotamiento, puede ser físico y hasta mental al experimentar síntomas de ansiedad o depresión.
Romper con la productividad tóxica
Somos humanas y necesitamos tiempo para descansar, lidiar con nuestros pensamientos y emociones todo para alcanzar un buen nivel de bienestar.
Romper el ciclo de la productividad tóxica no es tarea fácil, pero se puede lograr recuperar el equilibrio a través del establecimiento de límites en cuanto a horarios para recuperar tu tiempo libre, las metas realistas y la priorización de tu bienestar.
Siempre está la opción de buscar ayuda profesional, de manera independiente o con tu red de apoyo, si el problema se siente demasiado abrumador para ti.
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