En la actualidad, la mayoría de los trabajos se rigen bajo las herramientas tecnológicas, tanto así que también nuestro desarrollo laboral se siente condicionado a éstas al grado de llegar a sentir miedo a desconectarte aunque sea solo un día. ¿Te has encontrado en esta situación?
Te contamos sobre el FOBO, un miedo a dejar de estar disponible para tu trabajo mediante correo electrónico o redes sociales.
Qué es el FOBO
De acuerdo con el sitio Claire Sutton Consulting Inc, el término FOBO (‘Fear of being offline’) hace referencia al miedo a estar desconectada de internet. Se utiliza para describir la ansiedad que se experimenta al estar alejada del celular o desconectada de cualquier medio digital. El FOBO es el miedo de las personas adultas a quedarse desconectadas de todo aquello que tiene que ver con sus conexiones digitales laborales.
Puede tratarse de una ambición o ansiedad por demostrar que somos productivas casi todo el tiempo y de dar razones “válidas” cuando sentimos que no lo somos. Aunque las herramientas tecnológicas son de gran ayuda en muchos contextos, la realidad es que el FOBO le está pasando cuenta a nuestro bienestar en el lugar de trabajo.
Muchas personas fueron desarrollando este problema durante la pandemia y desde entonces ha ido en incremento. Debido al confinamiento, se sobrepasaron los límites entre el trabajo y el tiempo de descanso, ya que nos acostumbramos a estar disponibles para laborar desde casa a todas horas, así lo señala el sitio Stylist UK.
El FOBO y la ansiedad
El FOBO no es un problema de salud mental que cuente con una clasificación oficial, pero puede relacionarse con problemas como la ansiedad. De acuerdo con Well+Good, debido al FOBO se ha visto un aumento en la ansiedad de muchas personas.
Como siempre se puede hacer un espacio para estar disponible para el trabajo, hay empleadores que piensan que es un deber estarlo. Esto crea una presión extra pues no solo tú te estás exigiendo de más, sino tal vez tus superiores están “esperando de ti” un compromiso injusto e irreal.
Si no estamos conectadas o disponibles laboralmente, puede aparecer el miedo y la ansiedad de que alguien más sí estará dispuesta y puedes perder un ascenso, una oportunidad o hasta el trabajo. De ahí también la cultura que se nos ha impuesto sobre la productividad.
El FOBO puede causarnos problemas también cuando se empiezan a rebasar los límites entre la vida laboral y la vida familiar o de descanso. Los asuntos relacionados con el trabajo fuera del horario laboral no deberían afectar nuestra vida personal.
Un ejemplo muy claro es que aquellas mujeres que trabajan desde casa deberían establecer un horario entre el trabajo y el tiempo personal. El FOBO se vuelve nocivo para la salud cuando la ansiedad, como se mencionaba anteriormente, llega al punto en el que revisamos compulsivamente todos nuestros medios digitales para estar al pendiente del trabajo.
El sitio Claire Sutton Inc indica que el FOBO está provocando un aumento significativo a la adicción al trabajo. Las personas trabajadoras temen que no responder rápidamente pueda resultar en pérdida de oportunidades, problemas con superiores y compañeros de trabajo.
De FOBO a JOBO
De manera opuesta se promueve algo que se llama JOBO (‘Joy of being offline’), que es el gusto por estar desconectada. Se trata de establecer límites digitales para mantener una vida laboral y personal equilibrada, que permite una mejor salud mental y bienestar en general. Establecer límites en torno a conexiones digitales nos permitirá tener mayor consciencia del tiempo que pasamos frente a las pantallas o con nuestros seres queridos.
Si trabajas y vives con atención, podrás adaptar poco a poco tu camino al JOBO personal y profesional.
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