En la actualidad, si hablamos de pádel tenemos que mencionar a figuras como Ana María Cabrejas, quien se ha convertido en la jugadora número uno de pádel en México. Con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificios, Ana María ha conquistado rankings mundiales y numerosas competencias.
La jugadora de pádel ha representado a México en diferentes ocasiones en competencias a nivel internacional. Ha ganado la medalla de plata en los Juegos Panamericanos en 2022 y medalla de bronce en 2023, convirtiéndose en la única mexicana en alcanzar los cuartos de final en la prueba World Padel Tour Challenger.
Tuvimos la oportunidad de hablar con la medallista mexicana para conocer más de su papel como pionera en el pádel, deporte de raqueta que nació en México.
Entrevista con Ana María Cabrejas, jugadora mexicana de pádel
Entregar la vida completamente a un sueño puede llevar sus retos, pero Ana ha sabido equilibrar cada ámbito para poder llevarlo a cabo. Su pasión por el deporte y su determinación la llevaron a conquistar el mundo del pádel.
Como parte de su rol como embajadora de la marca Oysho, tuvimos la oportunidad de platicar con Ana María Cabrejas sobre su trayectoria. La colaboración forma parte de las estrategias que Oysho ha emprendido para apoyar este deporte en México, como ser patrocinador técnico del Circuito del Pádel Femenil y el club Contrapared.
Esto es lo que Ana María nos platicó.
¿Cómo te decidiste por este deporte?
Yo jugaba tenis, llevaba jugando tenis desde los cinco años, entonces nací en un deporte de raqueta. Mis papás me pusieron bien chiquita la raqueta. A los 15 años dejo el tenis y una amiga me invita a jugar, así de: ‘oye me invitaron a jugar un deporte nuevo, te va a encantar… es pádel, es de dobles, con raqueta y pelota’. Y dije: ‘órale, va’.
Nos metimos al torneo, lo ganamos y de ahí me seleccionan para ir a representar a México en un mundial en Sevilla (España), de menores, ahí todavía tenía 17 años. Ganamos medalla de bronce y de ahí me piqué cañón. Así agarré el pádel.
Estudiabas y practicabas este deporte al mismo tiempo, ¿cómo lo lograbas? ¿Cuál es el secreto?
Fue un poco combinar todo, para mí lo más difícil fue la universidad. Combinar universidad, pádel y luego me puse a trabajar, entonces era una combinación de cosas… La verdad no sé cómo lo sacaba.
Me levantaba a entrenar como a las cinco y media de la mañana, luego me iba a la universidad, luego entrenaba en la noche… ¡Era una locura!
¿Cuándo decidiste que tenías que seguir tu pasión para poder dedicarte a esto a nivel profesional?
Fue muy extraño, yo estudié arquitectura de interiores. Me gradúe, trabaje cinco años en una constructora. Ya tenía un poco mi vida hecha en el ámbito profesional, ya me estaba dedicando a lo que había estudiado, pero seguía jugando pádel, representaba a México en mundiales. Nunca deje el pádel al 100%.
Yo me acuerdo que fui a un mundial en Portugal y regresé, tenía esa cosita como de ‘me quiero ir, quiero ir a probar el profesional, quiero ir a jugar en las grandes ligas’. Ya sabes, me quería ir a jugar el World Padel Tour, el Circuito Profesional y todo.
Así fue, tomé la decisión de verdad, al regresar un día dije ‘si no lo tomo ahorita, me voy a arrepentir toda mi vida, es momento de hacerlo’. Renuncié, les dije a mis papás, fue una cosa así un poco loca.
¿Qué ha sido lo más retador a lo que te has enfrentado por seguir tu sueño como deportista?
La verdad es que son muchas cosas, primero me costó mucho encontrar apoyo, porque sí, es verdad que yo ya llevaba trabajando años, tenía mis ahorros, porque tenía una meta de hacer algo más; entonces ahorré y todo, pero yo veía mis ahorros y decía ‘es que esto no me va a alcanzar ni para medio mes’.
Un reto muy fuerte encontrar ese apoyo, me tardé mucho en encontrar ese apoyo, porque además el pádel era muy nuevo en México. Entonces yo llegaba y decía ‘soy la número 1 de México’ y [las respuestas] eran de: ‘¿cómo de qué o qué? No entendemos qué estás jugando’. Para mí fue muy difícil ese primer año.
Algo que también fue un reto para mí fue la soledad. Entender que el deportista vive una vida muy solitaria. Es realmente un sacrificio en temas de familia, de amigos, en tema de muchas cosas, porque sacrificas muchas cosas: eventos, bodas… creo que de hecho me perdí todas las bodas del mundo. Pero sí extrañas.
Otro reto para mí muy fuerte fue, primero, entender el fracaso porque como deportista es muy fuerte, entender que pierdes muchas veces, ganas muchas veces también, pero entender el fracaso como un tema de crecimiento fue complicado y con el tema de la soledad. Más en estos deportes como el tenis y el pádel, estás muy sola. Para mí eso costó mucho trabajo.
Para ayudar con esta soledad, ¿has encontrado la sororidad con tus compañeras, en los torneos?
He hecho grandísimas amigas en el circuito, he conocido a gente increíble, a mujeres luchadoras que también han dejado su casa, su país. Al final yo me fui a vivir a España, estaba muy lejos de mi familia y he encontrado a brasileñas, argentinas, gente que también ha dejado por completo a su familia, dejado su vida atrás y he hecho grandes amistades.
Pero en el deporte siempre es difícil, porque un día es tu amiga y al otro te enfrentas a ella, entonces es difícil. Pero sí, he encontrado a grandes amigas y personas que me han ayudado muchísimo
¿Te has encontrado con una brecha de género?
Sí, la verdad es que al principio cuando empecé a jugar como profesional, en las grandes ligas, los premios no eran iguales. Los premios de los hombres eran mucho más que el premio de las mujeres. A los hombres les daban hotel, a las mujeres no. Había muchas cosas que, tristemente, como en muchísimos deportes, eran para solucionar.
Realmente como ha crecido el pádel a nivel femenino, hemos llegado a romper con esa brecha y ahora la mayoría de los torneos tienen los mismos premios, hombres y mujeres. Tenemos las mismas condiciones, entre hotel, transporte y todo… ya llegamos a ese punto.
La verdad es que desde que yo me dedico al 100% a esto… el pádel ya llevaba bastante tiempo como profesional, el circuito profesional llevará ya unos 15 o 16 años pero hasta hace cuatro años se empezaron a igualar las cosas, imagina cuánto tiempo.
¿Cómo fue enterarte de que habías entrado en el top 100 mundial? ¿Cómo te sentiste?
Pues la verdad cuando entre al circuito profesional, que era un monstruo para mí, llegué y yo estaba en ranking 500, era la 500 del mundo. Yo decía ‘esto está un poco complicado’. Empecé mi año y empecé a subir, empecé a tener resultados.
En mi año y medio, que ya estaba compitiendo a nivel pro, ya estaba en el top 100 del mundo. Entonces eso me animó a dar otro punch el siguiente año y así fui escalando, yo creo que en mi mejor ranking fui top 68 del mundo y, como se juega por parejas, fuimos como top 30 del mundo.
Llegas a un punto en el que te encuentras con una barda con la que dices ‘¿Cómo voy a superar esto?’. Pero bueno, es con trabajo.
¿Cómo se siente representar a México en otros países?
Para mí, representar a mi bandera es lo que más me gusta. Jugar en mi país, por ejemplo, es lo que más me gusta y lo que más me llena de orgullo. Representar a México en los mundiales, en los Panamericanos… me llena de orgullo, muy cañón.
Yo creo que México tiene grandes deportistas, que mucha gente no lo cree y literalmente muchos deportistas mismos no nos la creemos, pero creo que México tiene grandes deportistas. Me encanta llevar mi bandera, me pone la piel chinita, la verdad. Escuchar el himno y poder jugar con un equipo mexicano me llena de orgullo.
Recientemente participaste en un torneo en Puebla por el Circuito Nacional, ¿cómo viviste este evento?
Fue una experiencia muy padre. Este torneo no lo jugué con mi compañera, con la que normalmente juego. Mi compañera estaba en un viaje fuera de México y lo jugué con Aranzazu Gallardo, lleva mucho tiempo jugando, es una veterana aquí en México, pero sigue jugando increíble, le sigue compitiendo, tiene mucha garra. Nos lleva 23 años y le sigue compitiendo a cualquiera.
Fue muy lindo, fue muy emocionante. Es muy lindo ver el crecimiento del pádel en México, en club lleno, en muchas categorías, muchas mujeres y eso me encanta, porque cuando yo empecé a jugar pádel eso no existía y ahorita ya es otra cosa, entonces está increíble.
¿Cuál es tu siguiente meta? ¿Hay más sueños por cumplir en el mundo del deporte?
Ahorita yo sigo jugando el Circuito Profesional, que se llama Premier Pádel; son las grandes ligas, ahora sí. Para mí lo que viene en estos años es un poco en México, inspirar a más chicas a que vean que se puede ir a jugar profesional.
Yo fui la que di el salto hace seis años, pero no tenemos a nadie que esté ahí y uno no se está haciendo más joven… Me gustaría seguir inspirando a más chicas, que se atrevan que vayan.
Hay un montón de oportunidades, de empresas que apoyan al deporte femenino, a las mujeres y que nos echan porras. Es cuestión de aventarse, de buscar y querer. Para mí, el objetivo es poder inspirar a más chicas, poder darles ese conocimiento que yo tengo y que no se den tanta pared como yo, hacerles el camino, un poquito más fácil y que vean que si se puede, que con trabajo y dedicación se puede llegar a donde quieran.
Esa es mi meta y seguir compitiendo, la verdad es que aún tengo bastantito que dar. Ahorita tenemos año de mundial entonces sería mi décimo mundial por México.
¿Qué se siente que marcas importantes como Oysho apoyen estas disciplinas como el pádel, y que, además, seas embajadora de esta firma?
La verdad es que es increíble, yo creo que soy muy fan de la marca. Ya era fan de la marca y con todo este punch que le están dando al tema deportivo, no solo en pádel, en miles de disciplinas: en futbol, en deportes acuáticos, en golf, en todos, se está metiendo muy fuerte la marca.
Tenemos grandes embajadoras, embajadoras que son número 1 del top y que hoy se apueste por impulsar, por meterse al pádel… más emocionante para mí, no puede ser.
Escuchar el nombre de Oysho hace que otras marcas volteen a ver y digan ‘¿qué está pasando?’. Eso para nosotras es crecimiento y a nivel femenino también es totalmente crecimiento.
¿Qué es lo que más te gusta de las colecciones de Oysho confeccionadas especialmente para el pádel?
Yo soy muy ‘friki’ de la comodidad, de la frescura. La verdad es que te sientes muy cómoda con la ropa, los modelos están divinos y son muy lindos, hay muchos colores y los puedes combinar de las formas que quieras y está hecho para el deporte, está muy pensado, muy estudiado para el pádel y para la mujer
Realmente te puedes sentir cómoda y fresca. Yo creo que está muy bien pensado para todos los deportes porque inclusive yo no solo uso cosas de pádel, uso en general muchas cosas de Oysho y las uso para el gimnasio, ¡las uso para mil cosas! Y está muy bien pensado para hacer actividades. Hay de todo, es una marca muy bien pensada para el deporte que uno práctica. No estarte ahí acomodando todo el tiempo que estás jugando es importante.
¿Qué le aconsejarías a alguien que está empezando a practicar pádel o algún deporte en general?
Les diría que se avienten. Muchas veces no hacemos las cosas por miedo, por decirnos ‘es que no, es que igual y no soy buena’, pero no sabemos si en verdad eres buena o no.
Si nunca has jugado, no creas que vas a llegar y vas a ser la número plus ultra. Hay que trabajar, hay que divertirse haciendo las cosas. Tú nunca sabes, igual te metes al pádel y te va increíble, así me pasó a mí, yo no conocía el deporte y llegué y dije ‘wow, esto es lo mío’.
Hay que atreverse, hay que probar cosas nuevas, hay que probar deportes nuevos, por más raro que suene el deporte, hay que divertirse, pasársela bien en la cancha. Mi recomendación es ‘atrévanse, digan que sí, vayan para adelante’.
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