Los perros no son solo los mejores amigos del hombre, en realidad lo son de todo el mundo, incluso de quienes no sienten tanta afinidad hacia ellos. Tienen amor de sobra para dar y eso es algo que nos hace derretirnos de ternura con cada cosa que hacen para demostrarla, como las historias que nos muestran las películas de perros.
Al parecer, no conocen los límites en cuanto a cariño y lealtad se refiere, y casi podemos asegurar que llega más allá de lo que creemos posible.
Si no sabes qué ver, te tenemos una selección de las mejores películas de perros para llorar y recordar por qué son tan especiales.
Películas de perros que te hacen llorar, sí o sí
1. Siempre a tu lado
Esta película ha hecho llorar a millones de espectadores desde su estreno en 2009, cuando la pantalla grande contó la historia de Hachiko, un perro de raza akita que llevó el significado de la oración “te esperaré por siempre” a otro nivel.
La cinta retrata la entrañable amistad que unió a Hachi y a Parker Wilson, un profesor universitario que adopta al perrito tras encontrarlo por casualidad.
Rápidamente se volvieron inseparables y cada que su amo, interpretado por Richard Gere, partía al trabajo, Hachiko queda triste esperando que vuelva.
De una forma ingeniosa, Hachi consigue escapar de la casa para buscar a su compañero de aventuras en la estación de trenes. A partir de ahí, crea una rutina que consiste en despedirse de Parker, regresar a casa y volver a la estación por la tarde para darle la bienvenida al profesor.
Esta actividad entre ambos mejores amigos se ve interrumpida cuando Parker Wilson muere inesperadamente y el perro, sin comprenderlo del todo, continúa yendo a la estación todos los días hasta su propia muerte.
En esta historia Hachiko nos enseña el significado de amor, lealtad y amistad que supera todo, incluso la muerte.
Un dato que te romperá el corazón, es que la película está basada en una historia real, y muy probablemente, haya más perritos como Hachiko en todo el mundo.
Si te gustan las películas de perros (sobre todo las que provocan lágrimas), tienes que haber visto más de una vez ésta.
2. Mi amigo Enzo
“El arte de bailar bajo la lluvia” o “Mi amigo Enzo” es una cinta que explica desde otra perspectiva cuál es la misión de los perritos en la vida de sus familias humanas: proteger y amar a quienes los acogieron como parte de sus integrantes.
La película, protagonizada por Amanda Seyfried y Milo Ventimiglia, cuenta la trama a través de la mirada de Enzo, un golden retriever de la tercera edad que se encarga de recapitular cómo fue su vida con la joven pareja y las cosas por las que pasaron.
Enzo relata que, entre las penumbras que le ocurrieron a su familia, Eve (Amanda Seyfried) enferma de cáncer y muere poco después, dejando una pequeña hija que el perrito se encarga de cuidar.
Tras varios años y distintos problemas, Enzo continúa viviendo con Zoe (la hija de Eve) y su padre, Denny, hasta que envejece. El golden acepta su destino y Denny, al percatarse de esto, arregla todo para que el su mejor amigo pueda dar un último paseo en la pista donde él suele correr como piloto.
Mientras cuenta cómo pasó sus últimos días, hace mención a una leyenda que dice que los perros al morir reencarnan como humanos, por lo que él está esperando su nueva vida; sin embargo, no especifica si será nuevamente como can o si regresará como una persona.
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3. La razón de estar contigo
En esta historia también nos es presentada la posibilidad de que los perros puedan tener más vidas luego de su muerte, retratando a un pequeño cachorro de raza beagle que es capturado y sacrificado por la perrera mientras juega con sus hermanos.
El “espíritu” del perrito comienza a cuestionarse cuál es la razón por la que tiene tantas oportunidades, si en casi ninguna le ha ido bien. Años más tarde, renace en un golden retriever al que dejan encerrado en un auto con las ventanas cerradas y un calor sofocante.
En ese momento su destino se cruza con el de Ethan, un pequeño de ocho años que en compañía de su madre decide rescatarlo de morir sofocado rompiendo los vidrios del auto y llevándolo con ellos a casa. Le dan el nombre de Bailey y vive una buena vida hasta que enferma y muere.
Lo vemos reencarnar en diferentes oportunidades, sin embargo, el perrito Bailey no olvida a Ethan y se pregunta cómo sería volver a encontrarse con él.
4. Marley y yo
Más que una mascota, para la mayoría de quienes tienen un perro, se convierten en integrantes de la familia. A su lado pasamos alegrías, enojos, preocupaciones y tristezas. Sobre todo, cuando debemos aceptar la inevitable realidad de que no son eternos, y que al igual que un humano, se enferman, envejecen y mueren.
En “Marley y yo” vemos plasmada la historia de muchas familias que han adoptado a un cachorrito, lo vieron crecer y, tras una larga y feliz vida juntos, el animal parte.
Ya sea por circunstancias naturales o a causa de alguna enfermedad, el sentimiento de tristeza que esto ocasiona es el mismo.
La película es protagonizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson, quienes dan vida a un matrimonio que adopta a un labrador color miel desde pequeño. Tienen hijos y éstos crecen junto a Marley, quien es el más feliz con su familia humana.
Lamentablemente el perrito enferma y la pareja debe tomar una importante decisión, la cual consiste en decidir si deben aplicarle la eutanasia a su compañero o dejar que muera naturalmente.
Finalmente eligen decirle adiós a Marley, aun con el dolor que eso les provocaría a ellos y a sus hijos.
Esta última elección nos demuestra que el amor va más allá de todo, y que no hay mejor agradecimiento para un perrito que nos dio todo, que dejarlo ir tranquilo con la certeza de que fue el mejor y que nunca será olvidado. Una de las lecciones más importantes de esta cinta, una película de perros que nos hace llorar sin importar cuántas veces la veamos.
5. Colmillo blanco
Inspirada en la novela del mismo nombre escrita por Jack London, “Colmillo Blanco” es una cinta que todo dog lover debe ver al menos una vez para entender la magia que traen consigo los animales.
La historia está ambientada a finales del siglo XIX, específicamente en Alaska, cuando un joven llamado Jack Conroy llega al territorio para reclamar la herencia de su padre. A su misión se le suman dos amigos de su difunto progenitor, quienes lo guían y le ayudan en esta encomienda, hasta que uno de ellos muere tras ser atacado por los lobos.
Durante su estadía en el sitio, Jack conoce a Colmillo Blanco, quien es mitad lobo y mitad perro. Ambos crean una amistad que sorprende a todos, pues la gente solía percibir al animal como peligroso debido a su naturaleza licántropa. Además, solía ser usado para peleas clandestinas, razón por la que se encuentra huyendo constantemente hasta que Jack lo resguarda.
Te aconsejamos que veas estas películas de perros con una caja de pañuelos desechables a un lado, porque es muy probable que las cintas te hagan llorar tan solo de imaginar qué tan inmenso es el amor de tu “lomito” hacia ti.
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