En este tiempo de altas temperaturas no olvidemos cuidar a nuestra mascota, pues así como nosotras sufrimos de calor, tanto los perros como los gatos pueden tener graves consecuencias de salud si no los cuidamos como es debido.
Es por eso que si tienes en casa alguna mascota, hoy te decimos de algunos cuidados base que debes tener con tu “lomito” o con tu “michi”.
Cuidados para tu amigo canino
Este clima cálido puede ser incómodo y hasta peligroso para nuestros “lomitos”, ya que ellos, a diferencia de los humanos, no pueden sudar a través de la piel sino que liberan el calor a través de las almohadillas de sus patitas y de la nariz para poder regular la temperatura de su cuerpo y mantenerse frescos; de ahí también que jadean tanto, explica el portal Blue Cross.
Por lo que mantenerlos frescos e hidratados es de suma importancia, ya que en caso de sufrir un golpe de calor, además de causar un colapso en ellos puede ser fatal en 15 minutos si no es atendido, según reporta el portal Medivet.
Es por eso que, según el portal RSPCA, algunas cosas que puedes hacer para cuidar a tu mascota ante una ola de calor son las siguientes.
- Nunca dejes a tu perro dentro del carro, ni aunque se trate de “un ratito”.
- Asegúrate de que tu “lomito” siempre tenga acceso a la sombra, si en tu casa tienes patio.
- Pon cubitos de hielo en el agua para que se mantenga fresca.
- Puedes poner toallas húmedas para que se acueste, no para envolverlo (eso provoca lo contrario y le dará más calor).
- Cepíllalo con regularidad para eliminar el exceso de pelo muerto y su pelaje quede menos denso.
- En caso de tener espacio, una alberquita inflable es una buena opción para que se refresque. Hay razas con mucho pelo, como los golden retriever, que te lo agradecerán muchísimo.
- En los días calurosos, pasea a tu perro durante las horas más frescas del día, temprano en la mañana y cuando el sol ya esté por ocultarse.
- Aplica crema solar para perros en las zonas más sensibles de su cuerpo.
Cómo cuidar a tu mascota de una ola de calor, si es un gato
Al igual que nuestros amigos caninos, los gatos son incapaces de sudar, por lo que mantenerlos frescos es de suma importancia; en caso de padecer un golpe de calor puede ser mortal para ellos o pueden padecer de quemaduras de sol, informa el portal Cats Protection.
El portal The Healthy Pet Club y Blue Cross recomiendan algunas cosas que podemos hacer para mantener a nuestros “michis” lo más frescos posibles.
- Mantén siempre agua abundante y fresca al alcance de tu gato.
- Aplica protector solar especial para mascotas o mantén adentro a tu felino cuando el sol esté más fuerte, entre las 11:00 am y las 3:00 pm. Recuerda que, en general, no debes dejar salir a tu gato solo a la calle.
- Asegúrate de que el pelaje de tu mascota no tenga enredos y cepíllalo constantemente.
- En caso de tener el pelo muy largo, considera cortarle el que tiene en la zona de la barriga.
- Acaricia a tu gato con una toallita húmeda o coloca una bolsa de hielo envuelta en una toalla y colócala en su lugar favorito para dormir.
¿Cómo saber si a tu mascota le esta dando un golpe de calor? ¿Qué debes hacer?
Para ambos casos, los síntomas son casi los mismos y debes actuar con rapidez, ya que en perros y gatos no atenderlos puede significar la muerte de tu mascota.
Los síntomas de insolación en perros van desde el colapso, vómito, somnolencia, descoordinación y jadeo excesivo.
Aunque otra parte importante es la de identificar cuando sus almohadillas estén quemadas; si ves que tu “lomito” cojea, no quiere caminar, se lame o mastica sus patitas o tiene ampollas, acude inmediatamente al veterinario.
En gatos, los síntomas que son signo de alerta son letargo, vómitos, diarrea, debilidad, jadeo, babeo excesivo, fiebre, colapso, encías muy rojas o confusión; y en caso de veas que tu minino tiene piel roja, ampollas o descamación llévalo al veterinario porque es signo de quemaduras solares.
La forma mas rápida de socorrer a tu mascota es para ambos es moverlos a un lugar fresco, preferiblemente con una corriente de aire, humedece su pelaje con agua fría, no congelada, y llamar inmediatamente a su veterinario.