Pescado y vino blanco, carne roja y vino tinto. Esta es una lección que casi todas las personas sabemos e incluso hay quienes lo consideran como una “regla de oro” en el maridaje.
Sin embargo, ¿es cierto el pescado solo marida bien con vino blanco? ¿Se puede romper esta regla de vez en cuando sin afectar tu experiencia culinaria? Aquí te lo contamos.
¿Por qué es una “regla de oro” que combines el pescado y el vino blanco?
De acuerdo con el sitio web Decanter, la tradición dicta que siempre debes combinar el vino blanco con el pescado. No obstante, en algunos casos el vino tinto puede ser un maridaje ideal, al igual que el rosado.
Antes de realizar cualquier combinacion con los vinos, hay una premisa básica y que esa no se puede romper: como lo explica un artículo del sitio web de Martha Stewart, lo más importante a tener en cuenta al maridar el vino y la comida es buscar el equilibrio en la intensidad del sabor. El vino nunca debe dominar la comida ni viceversa. Es decir, no es una cuestión de etiqueta sino de sabores y texturas.
Por ejemplo, un vino tinto con una buena cantidad de taninos (sustancias presentes en la vid que intervienen en el sabor, color y textura del vino), ayudar a limpiar la grasa de la lengua y refresca el paladar en el proceso.
En cambio, en el proceso de elaboración de los vinos blancos intervienen menos los taninos y no se puede realizar la misma función.
Por lo tanto, maridar vino blanco con muchos pescados y vino tinto con carne roja tiene sentido muchas veces.
Vino tinto, blanco o rosado, ¿cuál usar?
Para esto la respuesta es tan simple como compleja ya que todo depende del tipo de pescado que estés comiendo y de cómo esté preparado. Tanto la textura como el sabor son clave aquí y el portal de Decanter señala que los pescados se pueden dividir, en términos generales, en cuatro grupos.
- Pescado suave magro y escamoso: por ejemplo, platija, lenguado y perca.
- Pescado de textura media: trucha, lubina, eglefino y bacalao.
- Pescados carnosos: salmón, atún, rape y pez espada.
- Pescado de sabor fuerte: arenque, caballa, sardinas y anchoas.
Combinaciones clasicas del pescado y el vino blanco
Si lo que quieres es seguir con esta “regla de oro” entre pescados y vinos blancos, el sitio Decanter comparte algunas combinaciones clasicas que puedes probar.
1. Sabores suaves
Para los filetes de pescados con sabores suaves, que pueden prepararse rápida y fácilmente a la parrilla o al horno y servirse con limón y hierbas, los vinos blancos son una pareja natural. Estamos hablando de pescados como la tilapia, platija y lenguado.
Además del siempre popular pinot grigio, puedes buscar un chardonnay.
2. Pescados blancos con textura media
En cuanto a los pescados blanco con escamas más grandes y una textura más robusta, tienden a usarse en platos con salsas más ricas, especias y hierbas de sabor fuerte. Esto significa que puedes optar por un vino blanco más robusto, tal vez con algo de crianza en roble o en botella.
Puede tratarse de un vino chenin blanc o un sauvignon blanc (que, según el portal, queda bien con un ceviche). Para un pescado frito, un champán es buena opción.
3. Pescados carnosos
Cuando se trata de maridar vinos con pescados que tienen una textura más carnosa la variedad de estilos para elegir aumenta, ya que los rosados y los tintos más claros suelen funcionar mejor que los blancos.
Un pinot noir va bien con un atún o salmón sellados, mientras la mayoría de los platillos de salmón van bien con un vino rosado seco. Un ceviche de atún se puede maridar con un chardonnay.
4. Sabores fuertes
Finalmente para los pescados azules de sabor fuerte se necesita un vino fresco para acompañarlos. Puede tratarse de vinos blancos, rosados o tintos.
Antes de romper la regla del pescado y el vino blanco
El portal de Martha Stewart recomienda lo siguiente para lograr exitosas combinaciones pero con el vino tinto.
- Usa la intensidad de la proteína como tu guía. Los vinos tintos pueden funcionar bien con pescados de sabor más intenso. Los vinos tintos medianos de todo el mundo, como garnacha, pinot noir, tempranillo y cabernet franc, ofrecen frutos, especias y notas terrosas que realzan los sabores ahumados”.
- Considerar la guarniciones. Las verduras robustas que se combinan comúnmente con los vinos tintos incluyen la berenjena, los tubérculos asados e incluso las verduras de hojas verdes oscuras.
- Maridar por salsa. Para este ultimo consejo la educadora y escritora de vinos Brianne Cohen recuerda que el condimento o la salsa de un plato también es importante a tener en cuenta al elegir un vino.