Tal vez te haya pasado lo siguiente. Quieres preparar un rico platillo con carne de res, ternera, cordero, cerdo o cualquier tipo de carne roja que se te antoje; así que tu idea es que hay que lavarlo antes de cocinarlo, ¿no? Porque esto ayuda a que las bacterias desaparezcan y así no exista ningún inconveniente al consumirlo.
Pero, ¿en realidad es adecuado lavar la carne roja o es contraproducente? En redes sociales ya ha surgido esta discusión varias veces y las opiniones son divididas, pero, ¿qué dicen los expertos? A continuación te decimos.
¿Se debe lavar la carne roja o no? Aquí está la respuesta
Por naturaleza todo ser vivo tiene bacterias al estar en contacto con el exterior, así que en nuestra lógica muchas optamos por lavar para quitar la suciedad.
Puede que se te haga demasiado sencillo y adecuado lavar la carne roja antes de cocinarla y consumirla, pero podrías estar cometiendo un error. Así es, podría ser contraproducente. De acuerdo con información de Medical News Today, las carne y aves contienen bacterias, que son dañinas si entran al cuerpo. Pero es una mala idea lavar la carne roja o de cualquier tipo, porque es una acción inútil, ya que no estás eliminando la totalidad de las bacterias, lo cual ocurre cuando la cocinas correctamente.
Es útil lavarte las manos o lavar otros alimentos como las frutas y verduras, pero no tiene sentido hacerlo con la carne.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos no recomienda lavar la carne roja o aves antes de cocinarlas, porque podría existir una contaminación cruzada si entra en contacto con otros alimentos limpios.
Es recomendable que no laves las carnes porque es una acción que no tendrá efecto. Muchas personas suelen remojar la carne acompañada de sal, vinagre, limón u otros productos antes de cocinarla para que quede limpia, pero de igual manera no tendrá una respuesta.
¿Qué es la contaminación cruzada?
Basado en información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la contaminación cruzada es la transferencia de bacterias dañinas de ciertos alimentos a otros, además de llegr a utensilios presentes al momento de cocinar, como tablas de cortar, sartenes, cazuelas, cucharas, entre otros.
Ejemplo: esto sucede cuando la carne roja o blanca entra en contacto con cacerolas o donde se va a cocinar; al momento de dejarla ahí puede que las bacterias que tenga se queden donde la pusiste, mientras que si la lavas en el área que utilizarás para su preparación, pueden esparcirse si salpica el agua.
Definitivamente debes evitar que la carne, los jugos o sangre que salga de ella, entre en contacto con otro alimentos que se encuentren limpios o frescos, por que si estas bacterias entran en contacto comenzarán a esparcirse y contaminar los alimentos o utensilios que estaban limpios.
Si las bacterias llegan a extenderse puede causar enfermedades de mayor riesgo, como salmonella, gastroenteritis, intoxicación, diarrea infecciosa, solo por mencionar algunas.
¿Entonces qué debes hacer?
Una de las cosas que debes priorizar es lavarte las manos con frecuencia antes de preparar la comida, después de tomar la carne roja. “Es importante recordar lavarse las manos con frecuencia, mantener los alimentos a la temperatura adecuada y cocinar las carnes a la temperatura adecuada para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos”, dijo la dietista clínica Anya Hill para el portal Mayo Clinic.
Así como lo recomienda el Departamento de Agricultura, lo que debes hacer es cocinar bien la carne, esto ayudará a que las bacterias se eliminen de inmediato. Puedes adquirir un termómetro especial para que puedas verificar, o puedes retirar la carne al verla en un tono dorado/marrón.
A continuación, con información de Cleveland Clinic, algunas recomendaciones de lo que puedes hacer cuando prepares tus alimentos.
1. No utilices químicos para intentar quitar las bacterias
Existen personas que piensan que al utilizar “un poco” de cloro u otro desinfectante, ayudará a que la carne roja se desinfecte; lo único que provocarás es que la carne se llene de químicos, no tenga un sabor agradable y, en el peor de los casos hasta podrías intoxicarte y llegar al hospital.
2. Lávate las manos para evitar la contaminación cruzada
Después de manipular carne cruda es esencial que te laves las manos, porque si tienes contacto con las bacterias, al no lavártelas y tocar utensilios u otro alimentos, solo provocarás que se esparzan. Es recomendable que te laves las manos con jabón y agua tibia o fría durante al menos 20 segundos.
Después de que te las laves, evita tocarte la cara, sonarte la nariz, ir al baño y no lavarte; siempre que hagas otra cosa para poder volver a tocar los alimentos, lávate las manos.
3. Desecha los envases
Si compras la carne en el supermercado, sabrás que suele venir en un plato envuelta por plástico. Al sacar la carne, no tengas tirado el envase por todos lados o en la mesa en la que te apoyarás para cocinar; debes sacar la carne y tirar donde venía envuelta, también podría tener bacterias.
Si viene en una bolsa o empaque de cartón es también efectivo tirarlos.
4. No reutilices cosas que hayan estado en contacto con carne roja cruda
Es normal que quieras tomar con unas tenazas o espátula la carne cruda, para después ponerla a cocinar y con esa misma seguir cocinando, pero es un terrible error. No debes emplear el mismo utensilio que estuvo en contacto con la carne cruda, porque puede tener bacterias.
Puedes lavar el utensilio con agua caliente antes de que vuelvas a necesitarlo, pon un nuevo plato (limpio) para servir la comida cocida y no utilizar donde estaba cruda.
Estas son algunas razones por las que no es recomendable lavar la carne roja y mejor optar por cocinarla bien.
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