La violencia sexual es parte de la violencia de género por la que lamentablemente gran cantidad de mujeres pasan hoy en día, muchas veces en completa impunidad. Existe una diversidad de mitos que siguen promoviendo en la sociedad comportamientos y conductas que violentan a las mujeres; se trata de creencias dañinas que normalizan la violencia y nos alejan de una sociedad justa.
Aquí te contamos sobre algunos mitos de la violencia sexual.
¿Qué es la violencia sexual?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como todo acto sexual, la tentativa de consumarlo, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante la coerción, independientemente de la relación o ámbito familiar o laboral de la víctima.
Existen muchos mitos que se propagan porque, en una sociedad profundamente sexista, es más fácil para las personas creer que la víctima hizo algo para merecer el abuso. Las víctimas no tienen culpa alguna del comportamiento del agresor. La violencia sexual es un delito que debe de ser señalado y castigado.
Mitos sobre la violencia sexual
1. Las víctimas son las culpables de la agresión al vestirse o actuar de manera provocativa
Esa es una excusa muy común a la que los agresores acuden para justificar su agresión. La violencia sexual surge de la determinación de una persona para someter a otra, indica la Oficina del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la Violencia contra las Mujeres. La vestimenta no es ninguna invitación a mantener una relación sexual no deseada.
La manera en la que vistas o te comportes NO es una invitación a que te violenten.
2. Si la persona sale de fiesta asume el riesgo de abuso sexual
Hablar sobre este “riesgo” coloca de manera errónea la responsabilidad de las acciones del agresor en la víctima. Cualquier tipo de acto sexual sin consentimiento es violencia, y no importan las circunstancias.
Como explica la Oficina del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la Violencia contra las Mujeres, incluso si la víctima anteriormente tuvo algún tipo de contacto sexual con el agresor, en el momento que deje de haber consentimiento existe una agresión.
3. No es violación si ocurrió después de consumir alguna sustancia
Estar bajo la influencia de cualquier sustancia no justifica una agresión y no es posible consentir un acto si la persona se encuentra en ese estado. De la misma manera, usar alcohol para “convencer” a alguien de tener relaciones sexuales, es violencia.
4. La mayoría de las agresiones sexuales son cometidas por extraños
La mayoría de las agresiones son perpetradas por alguien conocido o cercano a la víctima, como lo puede ser su pareja, “amigos” o incluso familiares.
5. Las víctimas de abuso lo denunciarán inmediatamente, si no lo hacen, entonces significa que no sucedió
Hay muchas razones por las que una víctima de agresión sexual puede no denunciar la agresión a la policía de manera inmediata. No es fácil hablar de haber sido agredida sexualmente. La experiencia de volver a contar lo sucedido puede hacer que la persona reviva el trauma. Otras razones para no denunciar inmediatamente la agresión o no denunciarla incluyen el miedo a represalias por parte del agresor, el miedo a que no le crean o el miedo a ser revictimizada si el caso pasa por la justicia penal.
6. Si no hay lesiones físicas obvias, probablemente no fue agredida sexualmente
Un delincuente puede utilizar amenazas, armas u otras acciones coercitivas que no dejen marcas físicas. La falta de lesión física evidente no significa que una persona no haya sido agredida sexualmente.
Tampoco necesariamente la persona va a “lucir deprimida”. Todas las personas lidian de manera distinta con una agresión y es válido. El comportamiento de la víctima no refleja su experiencia, como explica el gobierno de la provincia de Ontario, Canadá.
7. Las mujeres mienten e inventan historias sobre haber sido agredidas sexualmente
La agresión sexual conlleva tal estigma que muchas mujeres prefieren no denunciarla.
8. Los maridos no pueden agredir sexualmente a sus esposas
El hecho de estar en matrimonio no le da derecho a tu pareja de ejercer control sobre tu cuerpo o tu persona. La violación puede ocurrir dentro del matrimonio, recuerda que para que ocurran las relaciones sexuales debe haber consentimiento mutuo y que el consentimiento puede quitarse en cualquier momento.
9. La violación se da por el impulso incontrolable del agresor
Una violación es un acto de poder y control; además, los agresores son perfectamente capaces de controlar sus impulsos, indica la Universidad Washington en San Luis.
Separar el mito de la realidad, es fundamental para poder prevenir, así como detener la violencia sexual ejercida mayoritariamente en contra de las mujeres y menores.
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