En marzo pasado, un grupo de mujeres y activistas interpusieron una demanda contra el estado de Texas, en Estados Unidos, por las estrictas prohibiciones que mantiene sobre el aborto, incluso cuando la continuación del embarazo pone en riesgo la vida de la madre. Esta serie de acciones y protestas se dieron como resultado de casos en los que mujeres narraron cómo casi mueren debido a la negativa de clínicas y médicos a practicarles el aborto por motivos de salud. Tal como le ocurrió a Amanda Zurawski, quien relató cómo vivió este doloroso proceso que, además de enfrentarla a la pérdida de su bebé, estuvo a punto de arrebatarle la vida.
Esta es la desgarradora historia de una mujer que por poco muere al serle negado un aborto.
La historia de Amanda Zurawski, la mujer que casi muere tras serle negado un aborto de emergencia
Amanda Zurawski es una mujer de 36 años que forma parte del grupo de activistas que interpusieron una demanda contra el estado de Texas y sus extremas prohibiciones sobre el aborto, y quien se sumó a la protesta luego de que ella misma estuviera al borde de la muerte como resultado de la negativa que recibió al requerir un aborto por cuestiones médicas.
De acuerdo con el testimonio de Zurawski proporcionado mediante la plataforma digital del Comité Judicial del Senado estadounidense, ella y su esposo recibieron la noticia de que estaban esperando a su primer bebé a mediados de 2022. En agosto, semanas después de que dieran a conocer el embarazo a su familia y amigos cercanos, Amanda comenzó a tener malestares, los cuales se debieron a que sufrió insuficiencia de cuello uterino, condición que tal como explica la Clínica Mayo, ocurre cuando el tejido cervical se debilita y causa dilataciones prematuras, pese a que la gestación aún no se encuentre en el estado idóneo para ello, provocando la mayoría de veces abortos o partos inducidos que no garantizan la supervivencia del producto.
En el caso de Amanda Zurawski, los médicos a cargo de su supervisión le informaron que la pérdida de su bebé era inevitable. Según la narración de Amanda, en medio de este doloroso anuncio ella y su esposo cuestionaron al equipo de especialistas sobre cuál era el siguiente paso en el procedimiento. “Estaba claro que no se trataba de una cuestión de si perderíamos a nuestra bebé, la cuestión era cuándo. Pregunté qué se podía hacer para darle una muerte respetuosa y cómo iban a proceder para protegerme de una infección, a la que era propensa por el estado vulnerable en el que me encontraba”, declaró Zurawski.
La negativa del estado a practicarle una interrupción
Fue ahí donde comenzó otro tormentoso proceso para la pareja, quienes además de tener que lidiar con el dolor de la pérdida, se enfrentaron a una serie de negativas para interrumpir el embarazo de Amanda, pese a que esto ponía en riesgo su vida a cada minuto.
“El equipo de atención médica me explicó que no podían hacer nada por mí debido a las leyes antiaborto de Texas. La última de estas normas, había entrado en vigor dos días después de que se me ‘rompiera la fuente’ como consecuencia de la insuficiencia de cuello uterino”.
“Esto básicamente significaba que, a pesar de que con total certeza perderíamos a Willow (nombre que habían elegido para su hija), los doctores no se sentían seguros de intervenir. Teníamos que esperar a que su corazón dejara de latir o hasta que alguna infección me enfermara lo suficiente para que la junta ética del hospital considerara que mi vida estaba en riesgo y así permitiera que se me brindara la atención necesaria, que era un aborto”, expresó en su relato.
Con las manos atadas por las restrictivas leyes en Texas, Amanda Zurawski pasó tres días esperando para que se le pudiera practicar un aborto, mismos en los que su salud se debilitó gravemente a causa de sepsis, una respuesta del cuerpo ante una infección, que puede ser mortal. Luego de ser estabilizada, Amanda fue inducida a un parto para que pudiera expulsar el cuerpo, pues el corazón ya se había detenido.
Zurawski narró que inmediatamente cayó en estado de sepsis de nueva cuenta y sus signos vitales volvieron a decaer, por lo que estuvo hospitalizada tres días más; sin embargo, pasó su estancia en una unidad clínica sin los cuidados suficientes para su condición, nuevamente porque así lo dictaban las prohibiciones al aborto en Texas.
Los estragos físicos y emocionales de la negligente atención de Amanda Zurawski
Entre los argumentos que da Amanda Zurawski en su protesta hacia el estado y sus leyes, se encuentran los estragos físicos y mentales que este actuar de las autoridades clínicas en su caso le provocaron. La BBC informó que ahora se sabe que la sepsis que atravesó Amanda ocasionó que una de sus trompas de Falopio quedara bloqueada permanentemente.
“Lo que yo necesitaba era un aborto, un procedimiento médico estándar. Un aborto habría impedido el daño y sufrimiento totalmente innecesario que soporté. El trauma psicológico que me dejó haber esperado tres días a que el corazón de mi bebé dejara de latir, el daño físico que sufrió mi cuerpo. Necesitaba un aborto para proteger mi vida, para proteger la vida de los futuros bebés que espero y sueño con poder tener algún día”.
“Dos cosas sé con seguridad; la primera es que médicamente, este daño me hará más difícil volver a quedar embarazada de lo que ya era. Y la segunda, que estas restricciones tienen y tendrán implicaciones reales en la vida de las personas, yo no soy la última. Más personas seguirán siendo perjudicadas hasta que se haga algo al respecto. Nadie debe ser obligada a permanecer embarazada en contra de su voluntad por cualquier razón”.
Las implicaciones de la restricción del aborto en Texas
Amanda forma parte del grupo de mujeres que en marzo pasado emprendieron acciones legales contra las restricciones de Texas sobre el aborto, las cuales mencionan que el aborto está totalmente prohibido. Cuentan con excepciones limitadas que no son lo suficientemente claras, pues indican que solo pueden realizarse si la vida de la madre está en riesgo, no obstante, en el caso de Amanda Zurawski este no fue un argumento válido para el consejo ético del hospital.
Estas prohibiciones entraron en vigor en julio de 2022, echando atrás el caso “Roe vs Wade”, litigio ocurrido en 1973 en el que la Corte Suprema de los Estados Unidos de América resolvió que la decisión acerca de si se desea o no tener hijos se trataba de un derecho constitucional. De esta manera, los estados ya no podían imponer sus propias restricciones con el fin de negarle un aborto a quien lo solicite.
Reportes de la BBC mencionan que después de la anulación de esta sentencia, Texas fue el segundo estado en modificar sus restricciones para prohibir el aborto. Hasta el momento suman 13 mujeres y dos médicos en el proceso legal hacia el estado, quienes tienen la esperanza de cambiar esta prohibición, mientras que los médicos buscan obtener mayor margen que les permita determinar cuándo es necesario un aborto.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris forman parte de las figuras políticas que respaldan la demanda de la que todavía no hay resolución y, se considera, es tan solo una de las que surgirán a partir de esta decisión.
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