Una de las preocupaciones de la mayoría de las personas es la contaminación y las toneladas de desechos que se producen diariamente. Ahora hasta los más pequeños tienen la preocupación e iniciativa por hacer reducir esta problemática, como es el caso de Madison Checketts, una niña de 12 años que inventó una botella de agua comestible.
El sitio web Smithsonian informó sobre este hecho qué, aunque parezca demasiado futurista ya es una realidad. Pues su creadora, Checketts, no pudo ignorar la cantidad de basura que se encontraba cada año en su visita a la playa.
Checketts declaró: “la playa es uno de mis lugares favoritos para ir, y al verla destrozada con botellas de agua de plástico, sentí que esto necesitaba cambiar”. Por esta razón comenzó a aprender más sobre la contaminación plástica y las formas de reducirla.
Fue así que diseñó la botella gelatinosa comestible para agua y la nombró Eco-Hero.
Así fue como se dio el invento de la botella de agua comestible
Madison estudia en Eagle Mountain, Utah y comenzó a trabajar en el proyecto en octubre de 2021 para la feria de ciencias de su entonces primaria. Su proyecto tuvo tanto éxito que fue seleccionada para competir en la feria de ciencias del distrito escolar.
Y no se quedó ahí, pues ganó el primer lugar en una feria de ciencias estatal antes de avanzar a una competencia nacional. Fue entonces que en septiembre, Checketts fue nombrada una de las 30 finalistas en la competencia Broadcom Masters 2022.
Esta es la principal competencia de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) de Estados Unidos para estudiantes de secundaria.
Su curiosidad por mejorar el planeta la llevó a esta creación
De acuerdo con Smithsonian, cuando Checketts se preguntó cómo podía ayudar para hacer del mundo un lugar mejor, inmediatamente pensó en reducir la contaminación por plástico. Pues los productos de plástico, como las botellas de agua, están diseñados como artículos de un solo uso y ser desechados.
Además, los estadounidenses consumen más de 30.000 millones de botellas de agua de plástico al año, y la gran mayoría no se recicla. El sitio web también menciona que más de 5,25 billones de piezas de basura plástica terminan en el océano.
Y esta contaminación plástica afecta demasiado los entornos marinos, representando una amenaza para la vida silvestre. Como el daño que los plásticos le causa a las tortugas, el animal favorito de Checkett, ya que pueden confundir los desechos plásticos con presas y tragarlos, causándoles daños internos.
Cuando comenzó a investigar encontró la técnica de la esferificación inversa, un método para encerrar un líquido en una membrana de gel. Técnica que fue popularizada por un equipo de chefs, creativos e investigadores del restaurante español El Bulli en 2005.
La esferificación inversa permite que el líquido encerrado en la membrana permanezca líquido durante más tiempo. La estudiante de secundaria hizo algunas pruebas hasta tener su prototipo final mezclando lactato de calcio, goma de xantano (otro aditivo alimentario común y agente espesante), jugo de limón y agua en una licuadora.
Su proceso de elaboración
Los pasos que siguieron fueron el congelamiento de la solución de lactato de calcio. Para que ya congelado lo sumergiera en una solución de alginato de sodio, girándolo hasta que comenzó a formarse una membrana.
Después de siete minutos, Checketts retiró la membrana de forma ovalada de la solución y la colocó en un baño de agua destilada para evitar que la membrana siguiera formándose. Por último, dejó reposar la botella de agua comestible en el refrigerador sumergida en una mezcla de jugo de limón y agua.
La novedosa Eco-Hero está hecha a partir de tres cuartas partes de una taza de agua y su elaboración cuesta menos de dos dólares. Su forma de uso es sencilla, el consumidor hace un agujero en la parte superior de la membrana gelatinosa, bebe el agua y luego come la membrana o la tira. Pues la botella también es biodegradable, reduciendo el impacto al medio ambiente.
La pequeña creadora de la botella comestible declaró que le tomó muchos intentos que la membrana fuera suficientemente fuerte. Mientras que Daniel Rittschof , un científico ambiental de la Universidad de Duke cree que la idea de la Eco-Hero es buena.
Sin embargo, el especialista cuestionó si el diseño de la botella comestible funcionaría. Al igual, señala la importancia de considerar qué tan seguro es realmente comer el recipiente. Así como también pensar en cómo funcionará el producto al ser transportado de un lugar a otro sin romperse y más.
Pero no dejó de nombrar que “realmente la idea es buena”. Simplemente menciona que se deben abordar varios problemas secundarios antes de su venta o uso a gran escala.
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