Los tiempos están cambiando, lo sabemos, y en los últimos años hemos presenciado una transformación significativa en la forma en que se perciben distintos aspectos inherentes a la mujer, como nuestros roles y derechos, haciendo que temas que alguna vez fueron considerados inamovibles y absolutos comiencen a ser revisados y repensados. Así han surgido comunidades como Nunca Madres.
La maternidad es sin duda uno de los principales motivos de reflexión, pues si bien un gran número de mujeres ven la maternidad con anhelo y la buscan con seguridad, no para todas resulta de este modo. Tener dudas o incluso la claridad en torno a no ser madre, puede ser un camino retador, lleno de presiones sociales, falta de comprensión por parte del entorno cercano y un sinfín de juicios internos.
Así que si alguna vez te has preguntado si quieres ser madre, si piensas en qué pensaría tu familia o si tu pareja estaría de acuerdo, si te cuestionas las prioridades en tu vida, es necesario saber que muchas mujeres pasan por lo mismo.
Conoce la comunidad Nunca Madres
Irán Sosa, mexicana, e Isabel Cortés, originaria de Colombia, transitaron a este camino de maneras muy diferentes.
Cuando Irán tenía 37 años se iba a casar y las dudas sobre la maternidad se hicieron presentes. “Estaba el tema del reloj biológico, entonces ya sentía la presión, sin embargo, realmente no sabía si quería o no quería”, relata. Su pareja dejó la decisión en sus manos, por tratarse de su cuerpo, por lo que empezó a buscar comunidades que le permitieran aclarar sus ideas y eventualmente tuvo certeza sobre su decisión.
Por su parte, Isabel cuenta que a sus 33 años terminó “una relación con quien yo creí que me iba a casar, que iba a tener esos hijos, la casa, el carro, todo, o sea todo lo que le dicen a uno que debe tener para ser feliz”. Durante una sesión con su terapeuta surgió todo aquello que asumía como un deber ser y se abrió la posibilidad de pensar si los hijos eran algo que deseaba o no.
“Nadie me había dicho que la maternidad era una opción. Pero es que estaba tan arraigado en mí ese mandato y esa narrativa de que mujer es igual a mamá, que yo ni siquiera lo tenía claro. Mi terapeuta me ayudó a darme permiso a mí misma para tomar la decisión que era mejor para mí. Y fue súper fácil, pues fue solamente entender que no era una obligación”, recuerda.
“Lo retador para mí se vino después. La sociedad y nuestra crianza no los hace un proceso fácil, al menos en Latinoamérica”, añade.
Ambas mujeres se conocieron durante la búsqueda por parte de Irán y, a pesar de las distancias geográficas, vieron que compartían puntos de vista y notaron cómo la no maternidad puede ser muchas veces un camino confuso y solitario en el que muchas veces se creaba un antagonismo con las madres y los hijos que tampoco compartían.
Esto las llevó a formar Nunca Madres, un colectivo que tiene el objetivo de crear conciencia y generar mayor visibilidad de las no maternidades en México y Latinoamérica, manteniendo siempre una perspectiva de respeto hacia las maternidades.
Desde esta plataforma realizan regularmente pláticas y talleres donde buscan informar, apoyar y acompañar a las mujeres que estén en el proceso de decidir si quieren o no ser madres, así como brindar una comunidad a aquellas que ya han tomado la determinación.
Destacan la importancia de escuchar distintas historias y puntos de vista, así como tener acceso a información. En general, para ambas fundadoras la decisión de no ser madre puede ser motivada por una variedad de razones, desde la simple falta de deseo hasta consideraciones ambientales, económicas y sociales.
Una tendencia en crecimiento
Este fenómeno, cada vez más común en las grandes ciudades, desafía por un lado las narrativas tradicionales sobre la feminidad y la realización personal, pero también llama a cambios sociales adaptados a la nueva realidad.
“Cada vez en las grandes ciudades, sobre todo es un fenómeno más común. Por ejemplo, Barcelona, San Francisco y Nueva York tuvieron censos de población donde por primera vez salieron más perros y gatos u otros animales de compañía en hogar que niñas o niños”, señala Irán.
Isabel añade que “simplemente, las políticas públicas se van a tener que repensar desde el tema de pensiones. Ya no va a ver tantas criaturas que sostengan la pensión de los adultos mayores, pero también de espacios públicos, haciéndolos por ejemplo más incluyentes con los animales de compañía. También impactará en las políticas corporativas”.
Aún es un tabú en Latinoamérica
Aunque en cada país hay particularidades, podría decirse que en Latinoamérica las costumbres y cultura aún convierten la no maternidad en un paso controversial. Las mujeres que exploran esta opción enfrentan la presión social, la internalización de mitos sobre la maternidad y, a menudo, la incomodidad de ir en contra de las expectativas familiares y culturales arraigadas.
Por ello, ambas activistas ven esencial ofrecer un espacio de apoyo y reflexión donde estas mujeres pueden encontrar comprensión y solidaridad.
A las mujeres nos suelen decir “que lo vas a sentir cuando seas grande, que vas a sentir ese fuego que te carcome para ser mamá, pero para algunas ese fuego nunca les llega. También nos van repitiendo que te vas a perder el máximo amor de todo a tu vida, que quién te va a cuidar cuando seas grande o que cuando un bebé sea tuyo, va a ser distinto”, reflexionan.
“La verdad es que en algunos casos claramente hay muchas mujeres que sí creen y sienten que los hijos son el amor más máximo de su vida y está increíble, pero hay otras mujeres, que están en el otro lado, que son las mamás arrepentidas. Entonces, es justo ahí es donde desde Nunca Madres decimos hay que cuestionar esas narrativas que han predominado y que vienen nada más, a veces a meter de miedos y te generan ruido en tu proceso interno, reflexivo, desde el autoconocimiento sobre lo que tú quieres en tu vida”.
La conversación sobre las no maternidades está en marcha, y es fundamental que sigamos escuchando, aprendiendo y creciendo sobre estos temas.
Foto principal: Imagen de jcomp en Freepik
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