Seguro recuerdas esa mítica escena de “Chicas pesadas” en donde “Cady” explica por qué las chicas pueden y “está bien” vestirse de forma sexualizada en Halloween. De hecho, en la película ella se convierte en motivo de burla simplemente porque eligió un disfraz terrorífico y no uno sexy. Hoy te contamos por qué la sexualización de los disfraces de Halloween es un problema aceptado e invisibilizado por la sociedad.
Estás a unos días de ir a fiestas temáticas, a la escuela o trabajo luciendo el disfraz que te tomó mucho tiempo conseguir. Ya sea de bruja o diabla, la mayoría de disfraces femeninos que venden en estas fechas tienen algo en común: son muy sexy y reveladores. De hecho, casi todos, ni siquiera tienen algo que ver con esta festividad.
Y no es que esté mal que tú quieras usar algo que te haga sentir sexy, nadie tiene que decirte lo que deberías usar. El problema es que los disfraces que no se enfocan en lo sexy, son escasos.
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la sexualización es conferir o dar carácter sexual a algo. La mayoría de veces, la sociedad lo relaciona con la vestimenta de las mujeres, ya que son las que más sufren de esta cosificación.
Por qué la sexualización de los disfraces de Halloween es un problema
En los últimos años, muchas mujeres han encontrado empoderamiento al vestirse de forma sexy y al enseñar su cuerpo como ellas quieran y cuando quieran. Si bien muchas mujeres refieren que la sexualización está en los ojos de quien la mira, lo cierto es que este problema se da más en Halloween, cuando las mujeres “deciden” vestirse así.
En una sociedad en donde Halloween te permite ser quien quieras, las tiendas venden este falso empoderamiento a través de sus disfraces. Es curioso que no hay disfraces sexy para hombres y que todo este marketing está dirigido a las mujeres, quienes han sido cosificadas desde siempre.
El Centro de Apoyo a la Agresión Sexual (SASC, por sus siglas en inglés) explica que, a medida que más y más mujeres usan disfraces sexy, esto se convierte en el estándar y vestirse de otra manera puede no parecer aceptable. Tal y como lo muestra esa escena de “Chicas pesadas”, cuando “Cady” se disfraza para asustar a los demás y es juzgada por no usar un babydoll.
Este centro también agrega que es un problema que Halloween aumente la sexualización y cosificación de las mujeres. La sociedad patriarcal decide cómo y cuándo las mujeres pueden “ser empoderadas” y mostrar sus cuerpos para el placer de los hombres. ¿No parece un discurso diseñado para que las mismas mujeres se sexualicen?
La sociedad nos quiere sexualizadas todo el tiempo
La revista Alice, de la Universidad de Alabama, refiere que la imagen de que las mujeres solo pueden usar disfraces sexy es psicológica y sistémicamente dañina. “Los trajes femeninos creados por la industria suelen consistir en versiones sexualizadas de trabajos cotidianos o incluso de niñas”, indica el sitio web.
Esto se puede ver en los disfraces de profesionistas sexualizadas, desde enfermeras, bomberas, policías o profesoras. Son claros ejemplos de que a la sociedad no les interesa nuestras capacidades o inteligencia, siempre y cuando complazcamos a los ojos masculinos. Y ni hablar de los lamentables disfraces de personajes animados infantiles, quienes también son sexualizados (como las princesas de Disney).
Lo más importante al elegir un disfraz o (cualquier outfit) es cuestionarnos, ¿realmente me quiero vestir así o siento presión para hacerlo? ¿Sí quiero mostrar mi cuerpo o lo hago para obtener aprobación? Puedes vestirte y comprar el disfraz que quieras, siempre y cuando lo hagas porque TÚ lo deseas.
Piensa que debes sentirte cómoda y no tienes que seguir a las demás ni dejarte llevar por lo que digan las personas que te rodean. Halloween se trata de divertirse y ser creativa. Y siempre recuerda que las mujeres no tenemos la obligación de ser sexy.
Leer más:
Comentarios.-