El adjetivo ´´niña´´ se utiliza de muchas maneras a la hora de comunicarnos. Puede ser una expresión de cariño, que indica amistad o amabilidad en un entorno entre mujeres. Pero el contexto importa mucho. Referirnos a las mujeres como ´´niñas´´ también puede ser denigrante, sugiriendo una falta de madurez y competencia.
Te explicaremos qué es la infantilización de las mujeres y cómo esto se utiliza como medio de control.
Qué es la infantilización de las mujeres
De acuerdo con el portal Berkeley Well Being Institute, infantilizar es hacer uso de lenguaje condescendiente, limitando la capacidad de tomar decisiones, negar la edad o la madurez apropiada de una persona. Este trato implica a las personas tomarlas como inmaduras o menos capaces de lo que son.
Las mujeres pueden ser infantilizadas para controlarlas e impedir que logren su emancipación total. Reforzar la idea de las construcciones sociales sobre los roles de género coloca a la ideología sexista por encima de todos los entornos en los que nos desarrollamos las mujeres, dando como resultado actitudes, prejuicios y actitudes perpetradas en nuestra contra.
Qué tratos incitan a la infantilización de las mujeres
La infantilización tiene muchas implicaciones que siguen desencadenado actitudes que, actualmente, se buscan erradicar. De acuerdo con el portal Berkeley Well Being Institute, algunos tratos que incitan a la infantilización de las mujeres son los siguientes:
- Referirse a las mujeres como niñas puede parecer inofensivo, pero el uso de este tipo de términos puede incidir en nuestra autopercepción y la de los demás.
- En la publicidad es muy común ver anuncios de mujeres con aspecto y comportamiento infantil retratando e incitando a una hipersexualización (exaltación de los atributos sexuales de una persona por encima de otras cualidades).
- Tomar decisiones sin el consentimiento de las mujeres es una agresión, porque se está invalidando su capacidad para decidir por sí misma.
- Subestimar los conocimientos y habilidades de una mujer, particularmente en campos “dominados” por hombres, es asumir que necesitan orientación en todo momento por parte del género masculino.
- La situación de la damisela en apuros refuerza el estereotipo de vulnerabilidad e incapacidad.
- Menospreciar los logros y éxitos de las mujeres, atribuyendo sus logros a la suerte en lugar por su trabajo duro.
Un sinfín de estereotipos basados en lo roles de género siguen reforzando la infantilización ligándolo a la inferioridad e incompetencia.
La infantilización de las mujeres sigue siendo una práctica sexista utilizada en las áreas de trabajo para anular nuestro esfuerzo de manera encubierta, por lo que estamos en una lucha constante en contra de las desigualdades que se nos presentan debido a la presunción de que las niñas son menos capaces para realizar tareas de “hombres”. Tratar a las mujeres como niñas demerita constantemente nuestras habilidades y logros reales.
La infantilización y nuestra autopercepción
La infantilización de las mujeres se va produciendo en todas las esferas empezando por el físico, después lo mental a nivel sociedad y finalmente lo emocional de manera individual. De esta manera, quedamos infantilizadas de forma global expuestas al criterio externo que hemos internalizado, como lo expone el sitio Psicología y Crianza.
La infantilización globalizada ha hecho que los medios continúen retratando de esta manera a las mujeres. Por ende normalizando esta práctica de manera descarada que parece no está por cambiar pronto.
Hay que empezar a reconocer estos patrones y trabajarlos para abolir ese pensamiento de la sociedad que se basa únicamente en la mirada de los hombres. Hay que hacer distinción entre la etapa de la adultez y la etapa de la niñez, y aprender a diferenciar y a separar la feminidad de las ideas infantiles.
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