El mes pasado se viralizaron videos de un altercado que involucró a un motociclista en la marcha del 8M, quien acusó que las mujeres participantes del movimiento lo habían agredido.
El motociclista, de nombre Abraham Presilla, ha dicho que actuó en “legítima defensa” y que aceptaría donaciones por los daños en su vehículo. Incluso se hizo una campaña de recaudación en su nombre.
Presilla ha admitido que se le acusa por abuso sexual desde 2016. Ha admitido que golpea mujeres “porque se lo buscan”.
Decenas de miles de mujeres piden justicia cada año en la marcha del 8 de marzo, pero en 2024 parece haber causado más indignación lo que acusó un solo hombre que admite golpear mujeres.
Ahora Mafer, una mujer que estuvo ahí, alzó la voz en una entrevista sobre lo que ocurrió y las amenazas de muerte que recibió tras el 8M.
Testimonio de agresiones de motociclista en marcha del 8M
Mafer es una estudiante de Psicología que tiene 20 años. Ha participado cuatro veces en la marcha del 8M, que se realiza en conmemoración del Día de la Mujer.
Ella aparece en un video que se tomó durante la marcha de 2024, en la cual Abraham Presilla la golpeó en varias ocasiones.
En un video que publicó la asociación No es Una Somos Todas en colaboración con Alessandra Rojo de la Vega, Mafer contó su testimonio sobre ese día y las amenazas que recibió después.
“Nos paramos porque pasó este chico de la moto, venía aventándole la moto a las chicas. Se acercó una chica de gobierno, le explicó que por motivos de la marcha estaba prohibido el paso vehicular, que no podía pasar por ahí, que la apoyara bajándose de la moto, pasando por un lado”. Así comienza su testimonio.
El motociclista se negó ante la indicación. “Se volteó, la agredió a ella, fue la primera chica a la que agredió en ese momento. La empujó horrible, de hecho la chava tenía moretones en el brazo. El momento que se ve en el video es cuando ya está abajo”.
Posteriormente, Abraham Presilla “empezó a alegar algo de que no traía ya sus llaves, que alguien se las había quitado. Seguía aventándole la moto a las chicas, soltando codazos y todo. Fue cuando me acerqué yo a jalarlo. O sea, ni siquiera llegué a pegarle, llegué a jalarlo, ‘ya hazte para atrás’. Se volteó y me soltó un puñetazo”, relata.
“Así le pegó a mi amiga y le pegó a otra chica de al lado. Como yo fui como la que más se enfrascó me soltó otro puñetazo, me soltó varios golpes. Ya fue cuando me cargó y me aventó al piso”.
Tras la marcha se viralizó el video y “todo fue como ‘ay, esas viejas están locas y agresivas’, sin siquiera ponerse a ver que claramente hay algo antes”.
Posteriormente Mafer recordó que hay acusaciones contra Abraham Presilla desde 2016 y que él lo admite en un video, argumentando que “la gente va a estar bien” con eso.
Las amenazas tras la agresión en el 8M
Antes de la marcha, Mafer tenía todas sus redes sociales públicas. Tras la viralización, empezaron a llegarle mensajes, comentarios y solicitudes. Para evitarse el desgaste que conlleva lidiar con el odio en redes sociales, cerró sus cuentas.
Sin embargo, se filtró su número de WhatsApp, de manera que todas las amenazas y el acoso llegaron por ahí. “Me empezaron a llegar infinidad de mensajes de ‘vas a amanecer en bolsas’, ‘te vamos a matar’. Fotos de mujeres desmembradas, de mujeres muertas, videos de gente pegándole a mujeres y así como de ‘mira, ahí encontramos una de tus hermanas y la próxima eres tú’”.
Los agresores también se enteraron de que la razón por la cual Mafer había decidido alzar la voz en contra de la violencia de género, desde marchas pasadas, es porque de niña fue víctima de una violación por parte del hermano de su mamá.
“Todos los mensajes eran: ‘quién te va a querer violar’, no sé qué, ‘hubieras dado las gracias de que alguien te hizo caso así’”. Los agresores también le mandaban fotos de sus genitales.
La violencia llegó al punto en que filtraron la dirección de su casa. “Empezaron a poner ‘miren, aquí es donde vive’ y ‘a su casa hay que ir a matarla’”.
Un llamado a la justicia
En el video, Alessandra Rojo de la Vega hace un llamado a la empatía y la justicia.
“Mafer sufrió violencia, yo he sufrido violencia y todas las mujeres que conozco. Quienes estamos conscientes y alzamos la voz para que el incompetente país que tenemos, con estas autoridades indolentes se pongan a hacer algo al respecto. Salen y le aplauden a un agresor que está como si nada en su casa. Él no está recibiendo toda la violencia que está sufriendo”.
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