Cuando un bebé llega al hogar, hay que proporcionarle un espacio acogedor, sin riesgos y agradable, donde el pequeño se encuentre siempre a gusto y que le brinde la mayor seguridad y comodidad, además de que se adecúe a su actividad y desarrollo. Ese ambiente, donde pasará muchas horas, tendrá un papel destacado en la primera etapa de su vida.
La habitación de la casa que se destine a funcionar como cuarto del nuevo integrante de la familia debe estar imbuida de serenidad, limpieza y seguridad. Es recomendable que la cuna, la decoración, el mobiliario y los colores, cumplan con una serie de premisas básicas para satisfacer las necesidades del bebé.
“El primer paso que los padres deben considerar consiste en pensar cuál será el lugar de la casa donde les gustaría ubicar el cuarto infantil, teniendo en cuenta las necesidades del bebé”, señalan desde la firma Lansinoh, cuyos expertos describen a continuación los 10 requisitos fundamentales que debe reunir este espacio.
Cómo acondicionar la habitación de un bebé
1. Elegir el lugar adecuado
“Durante sus primeros seis meses de vida, es habitual que el pequeño comparta dormitorio con sus padres y duerma en un ‘moisés’ (cestillo) o en una cuna”, señala Laura Lázaro, responsable de marketing de Lansinoh España.
Para planificar el cuarto infantil, recomienda elegir una habitación que esté próxima a la de los padres y sea tranquila.
“Si la habitación es fría, hay que asegurarse de disponer de suficiente calefacción y de una buena ventilación. Las persianas opacas resultan útiles en habitaciones con luz y permiten a los pequeños dormir toda la noche”, explica.
2. Mantener el estilo propio
Desde Lansinoh recomiendan a los padres asegurarse de que el cuarto infantil refleje su estilo personal, es decir el mismo que utilizaron en el resto de la casa ya que, de lo contrario, podrían cansarse de su diseño con bastante rapidez.
3. Usar herramientas de inspiración
Utilizar un ‘pin board’ (tablero de corcho u otro material, similar a un tablón de anuncios) o un ‘mood board’ (un póster u otra superficie), donde se pueden ir colocando imágenes y hojas con ideas apuntadas puede ayudar a planificar la habitación del bebé, según esta misma fuente.
“Estas herramientas visuales permiten desplegar y tener a la vista la información que se va recabando en internet y las revistas de diseño de interiores, que son dos grandes fuentes de inspiración”, según Lázaro.
Por supuesto, también lo puedes hacer en línea con herramientas como Pinterest.
4. Decoración adaptable
Esta experta sugiere aprovechar la actual tendencia de adhesivos de arte mural, es decir, láminas decorativas de distintos tamaños o murales que se adhieren a las paredes, porque son fáciles de colocar y quitar cuando sea necesario introducir un cambio en la habitación, a medida que el pequeño vaya creciendo.
5. Cultivar la simplicidad
“Cuando se trata de planificar el cuarto del bebé, existe una gran variedad de opciones, pero conviene simplificar, teniendo en cuenta que debe ser un ambiente de descanso, tanto para la madre como para su hijo”, aseguran desde Lansinoh.
“Si se eligen diseños neutros y respetuosos con el bebé, además de conseguir el equilibrio deseado, se podrá actualizar más fácilmente la decoración interior de la habitación para adecuarla a las distintas edades de su ocupante”, señalan.
6. Colores suaves y tranquilos
Los especialistas en maternidad y lactancia aconsejan utilizar colores que sean calmantes y relajados.
“Cuando el bebé crezca lo suficiente, dirá a sus padres lo que quiere, así que conviene aprovechar este momento especial para elegir aquellos colores que ayuden a su madre a sentirse relajada, algo que necesitará imperiosamente dadas las exigencias físicas y mentales que plantea un recién nacido”, aseguran.
7. La seguridad, ante todo
La cuna del bebé debe cumplir con las normas de seguridad homologadas de cada país, algo que los padres deben comprobar antes de adquirirla o usarla, según los expertos de Lansinoh.
Las normas garantizan, por ejemplo, que las barras de una cuna de uso doméstico estén separadas a una distancia correcta y que la pequeña cama infantil no tenga aperturas ni zonas escalables.
Los especialistas de esta firma también recomiendan utilizar en el cuarto del bebé tapas de seguridad para enchufes y cerraduras para cajones, así como no sobrecargar la cuna con peluches.
8. Una zona de lactancia
La zona ideal de lactancia materna debe incluir una silla, preferiblemente con apoyo para los brazos, en la que la madre pueda sentarse y levantarse con facilidad, así como una mesa y una lámpara junto a ella, y un lugar donde dejar una bebida para mantenerse hidratada mientras amamanta al bebé.
Laura Lázaro también sugiere a la madre “utilizar cojines y almohadas para estar lo más cómoda posible mientras da el pecho, y utilizar una iluminación de bajo nivel durante las tomas nocturnas, ya que tanto el bebé como ella estarán más tranquilos y relajados y podrán recuperar el sueño fácilmente tras la toma”.
9. Elementos imprescindibles
Lázaro recomienda tener siempre en el cuarto del bebé, y en algunos casos al alcance de la mano: “agua, un sillón para la lactancia, una lámpara pequeña de mesa que ofrezca su luz de forma indirecta, un armario para guardar su ropa, pañales y otros elementos de uso habitual, así como un regulador de la temperatura o termostato”.
10. Una cuna acogedora
“Independientemente de los materiales con los que esté fabricada la cuna, siempre que cumplan con las normas de seguridad, es importante que el bebé se sienta cómodo en todo momento al utilizarla”, según Lázaro.
Lo ideal es que la cama pequeña del recién nacido “esté situada en una habitación tranquila y sin mucho ruido, que reciba luz natural y tenga una buena ventilación”, puntualiza.
Los especialistas recomiendan comenzar a preparar el cuarto del bebé, asegurándose de que sea un espacio seguro, confortable y práctico en todo momento, cuando aún se encuentra en su “primera vivienda”: el vientre materno.
Rocío Gaia
EFE Reportajes
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