Con el tamaño adecuado y la ubicación correcta, los espejos son tus grandes aliados en decoración porque pueden iluminar tus espacios y hacen que luzcan más grandes de lo que en realidad son La clave está en colocarlo en la pared opuesta a la ventana para crear amplitud.
Ventajas de incluir espejos en tu decoración
1. Dan amplitud y profundidad
¿Quieres que el espacio de tu recámara luzca más ligero y abierto? Usa un espejo de gran tamaño, es perfecto para el objetivo. Es por eso que Daniela Roldán, arquitecta e interiorista, comenta que los espejos son una alternativa para dar forma, profundidad e impacto visual a estos lugares íntimos de casa.
La experta explica que, si la casa es de áreas reducidas, las superficies reflejantes y los tonos claros de una paleta de colores fríos son una excelente manera de lograr este objetivo de diseño interior.
Los espejos contribuyen significativamente al interiorismo de los espacios residenciales y comerciales, tanto en el contexto funcional como en el decorativo.
2. Dan impacto
Daniela Roldán agrega que, si no tienes ideas sobre cómo agregar carácter a una habitación, un espejo puede tener un tener impacto, aspecto que debes tomar en cuenta al momento de comprarlo, por lo que recomienda invertir en un espejo de calidad.
Un espejo de gran tamaño, en la pared principal, puede ser un punto focal en la habitación. Solo debes considerar que, si trabajas en un espacio pequeño y el espejo es grande, debes colocarlo sin marco, para evitar que la habitación se sienta abrumada o saturada de objetos.
3. Unen espacios y dan equilibrio
“En el diseño de interiores, los espejos son cruciales para unir espacios, para lograr un perfecto sentido del equilibrio. Muchas cosas se pueden lograr en interiores con otros accesorios, pero hay que saber utilizarlos bien porque si no se colocan de la manera correcta para lograr los efectos que se necesitan, como la amplitud o la iluminación, pueden lograr un efecto contrario”, expresa.
4. Ocultan imperfecciones
Además, un espejo es beneficioso para ocultar las imperfecciones que deseas cubrir hasta que sea el momento adecuado para corregirlas.
Por ejemplo, puedes cubrir parcialmente el color de una pared que no te encanta, o algún rincón antiestético que quieres mejorar pero no has tenido tiempo de remodelar.
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