El rubor es un producto imprescindible en el maquillaje, ya que tiene la capacidad de dar luminosidad al rostro y enfatizar sutilmente algunas zonas. De ahí la importancia de saber cómo aplicar el blush correctamente y dónde hacerlo, tomando en cuenta factores como la forma de rostro que tenemos y qué es lo que queremos lograr con el color.
Te decimos cómo aplicar el rubor según la forma de tu cara.
Cómo aplicar el blush según la forma de tu rostro
Triángulo invertido o corazón
Este tipo de rostros se caracterizan por tener el mentón afilado y la frente sobresaliente, así como poca distancia entre las mejillas. Una técnica favorecedora es centrar la atención en los pómulos, haciendo uso de una cantidad considerable en la zona, cuidando que no luzca como una plasta, lo que equilibrará las dimensiones de frente y barbilla.
Ovalado
Las caras ovaladas tienen proporciones similares en la parte inferior y superior, lo que da armonía a la imagen a primera vista. Para aplicar el blush correctamente lo ideal es difuminar desde la zona media de los pómulos y crear un suave degradado a lo largo, de modo que las el rubor sea el punto focal de atención en el maquillaje.
Diamante
En los rostros con forma de diamante sucede algo parecido que en triángulo invertido, ya que la proporción simétrica es mayor en la parte de la frente, mientras que la mandíbula destaca por ser ligeramente puntiaguda. Aquí resulta resulta favorecedor dar a la cara apariencia de mayor altura, paso que puede lograrse si se distribuye el blush desde la parte alta de las mejillas, específicamente donde se siente el “huesito” y subir hasta el punto donde inicia la punta de las cejas.
Alargada o rectangular
Los rostros alargados son sumamente favorecedores por sí mismos, ya que añaden un efecto estilizado a la imagen, sin embargo, en ocasiones resulta ideal otorgar un poco de volumen en el ancho, aspecto que puede conseguirse aplicando correctamente el rubor. Con una brocha, da toques desde la mitad de tus pómulos y guía el producto hacia los oídos, así se verán armoniosas las distribuciones.
Redondo
En las caras redondas suelen resaltar ligeramente las mejillas, pese a que todas las dimensiones conviven entre sí dando vida a una especie de círculo. Precisamente esta zona es la indicada para aplicar el blush y sacarle provecho a tus facciones, por lo que una alternativa para este tipo de rostros es aplicarlo en la “manzana” de los pómulos, es decir, la parte que se eleva al momento de sonreír, para después bajar levemente y dar un aspecto natural.
Para mejores resultados, te sugerimos encontrar la fórmula más adecuada para tu tipo de piel, ya sea con el clásico rubor en polvo o dándole la oportunidad a blush líquido con textura aterciopelada.
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