¿Estás lista para ir más allá de la crema y el humectante habituales en tu rutina de skincare? Los sueros faciales, por su consistencia más líquida y concentración, requieren solo una pequeña cantidad al aplicarse sobre tu rostro. Son conocidos por su eficacia para combatir las líneas finas, el acné y las arrugas, a través de un uso constante. Sin embargo, la amplia variedad de opciones en cuanto a fórmulas e ingredientes puede complicar la elección del sérum adecuado dependiendo de tu tipo de piel.
NOSOTRAS te compartimos información especializada sobre cómo puedes elegir el mejor sérum para tu tipo de piel.
Recuerda que, antes de realizar cualquier cambio o adición en tu rutina de skincare es importante consultar con tu dermatóloga. Al contar con una guía médica profesional podemos tomar decisiones seguras sobre el cuidado de nuestra piel.
¿Qué es un sérum facial?
Un sérum facial es, en esencia, un producto diseñado para el cuidado de la piel que contiene altos niveles de ingredientes activos. “Los sérums faciales son soluciones ligeras y concentradas compuestas de ingredientes activos que están diseñados para penetrar fácilmente en la piel”, añade Rawn Bosley, dermatólogo y cirujano para Byrdie. A diferencia de las lociones, los sérums son más ligeros y tienen menos viscosidad, lo que les permite penetrar más profundamente y abordar problemas específicos.
Un estudio del Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology sugiere que los sérums faciales pueden ayudar a mejorar las líneas finas y las arrugas, la pigmentación, rehidratación, firmeza y elasticidad de la piel, así como su luminosidad y suavidad. Además, estos productos pueden satisfacer diversas necesidades, desde mejorar la textura de la piel, reducir la inflamación, hasta controlar la grasa.
¿Cuáles son los diferentes tipos de sérum facial?
De acuerdo con Priyanka Kuri, dermatóloga para HealthShots, existen al menos cinco tipos de sérum facial.
- Sueros hidratantes. Contienen ingredientes como el ácido hialurónico que mejoran la hidratación de la piel, evitando la sensación de “acartonamiento”.
- Sueros antienvejecimiento. Formulados con retinol y péptidos, ayudan a reducir las arrugas y mejorar la elasticidad de la piel.
- Sueros iluminadores. Incluyen vitamina C o niacinamida para aclarar manchas oscuras y unificar el tono de la piel. Estos ingredientes ayudan a reducir las imperfecciones y a nutrir la piel de manera efectiva, haciéndola lucir radiante.
- Sueros antiacné. Contienen ácido salicílico o peróxido de benzoilo para combatir los granitos y reducir la inflamación. También ayudan a disminuir el enrojecimiento y la hinchazón que suelen acompañar a los brotes de acné.
- Sueros calmantes. Con ingredientes como aloe vera o manzanilla, reducen el enrojecimiento y la irritación, ideales para pieles que necesitan un toque suave y reparador.
La frecuencia de aplicación de un sérum “se puede ajustar en función de las necesidades individuales”, señala Nkem Ugonabo, especialista en dermatología para Byrdie. El experto recomienda que, para el caso de la vitamina C, puede aplicarse una vez al día por la mañana y para el retinol, una vez al día por la noche. “Los sérums a base de ácido hialurónico se pueden utilizar una o dos veces al día. Y los sérums exfoliantes (AHA, BHA) se pueden utilizar semanalmente, pero no más de dos veces por semana”, añade.
¿Cómo elegir el mejor sérum para tu tipo de piel?
- Piel seca. Bosley recomienda optar por un sérum hidratante rico en ácido hialurónico, glicerina o escualano, que ayudan a atraer y retener la humedad, proporcionando un impulso de hidratación y dejando la piel tersa y flexible.
- Piel grasa. Busca sérums con ingredientes ligeros y no comedogénicos (que obstruyen los poros de la piel), como la niacinamida o el ácido salicílico. “Estos ingredientes ayudan a regular la producción de grasa, minimizar los poros y prevenir el acné sin añadir grasa adicional”, afirma Kuri.
- Piel sensible. Elige sérums con ingredientes calmantes como manzanilla, aloe vera o ácido hialurónico. Los expertos de Byrdie recomiendan evitar aquellos con fragancias o alcohol, que pueden causar irritación o exacerbar la sensibilidad.
- Piel propensa al acné. Utiliza un suero antiacné que contenga ácido salicílico, peróxido de benzoilo, aceite de árbol de té o incluso variedades de azufre para combatir los puntos negros antes de que se conviertan en granos que puedan dejar cicatrices permanentes si no se tratan a tiempo.
- Piel mixta. Kuri considera que se debe optar por un sérum equilibrado que aporte hidratación sin resultar demasiado pesado. Ingredientes como la niacinamida o el ácido hialurónico ligero, pueden ayudar a tratar de forma eficaz tanto las zonas secas como las grasas.
Foto principal: Freepik.
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