Ayer fue una fecha importante, fue el cumpleaños de la persona que estoy enamorada, la que logró que me volviera a enamorar luego de 7 años de soltería, no sé cómo lo hizo porque me puse muy difícil al inicio, me resistí por mucho tiempo a entregar mi corazón otra vez.
Eso sí, cuando me entrego, lo hago con todo. No sé querer poquito, cuando lo hago es sin frenos.
Debo confesar que después de terminar la que hasta hace poco había sido mi relación de pareja más importante y la cual me dejó completamente rota, le cerré las puertas al amor.
Al inicio estaba muy decidida a no volverme a enamorar porque después de una traición, de que la persona que amas te lastima y te engaña, no te quedan ganas de nada, ya no quieres sentir.
Pero luego de los años volví a recuperar mis sueños, como el tener una pareja, una relación sana y bonita, vivir con todo el amor romántico. A mí me encanta estar enamorada todo el tiempo.
Y lo intenté con un par de personas, con dos grandes hombres que en serio tenían la intención de construir un hogar, algo que en estos tiempos es difícil de encontrar, pues ya nadie quiere comprometerse por miedo al fracaso y al desamor.

Sin embargo, aunque yo puse todo de mi parte, sentía que no vibraba con esas personas, que ninguno de los dos eran mi lugar; eso se siente, se sabe. Incluso llegué a pensar que tal vez ahora el amor era así, menos eufórico, menos mágico y menos intenso, luego de un desamor tan amargo.
Hasta que la vida me sorprendió y me tragué cada una de mis palabras y qué bueno. Eso sucedió cuando lo conocí a él, a quien hoy dedico mi columna y también mis suspiros y mis sonrisas.
No fue amor a primera vista ni sentí ese “golpe en la cabeza” de emoción cuando lo conocí, es más, ni siquiera estaba segura que nuestra primera cita realmente fuera eso, iba con cero expectativas y la vida me dio una sorpresa muy agradable.
Nuestro primer date fue inolvidable y original, comimos y vimos un partido de futbol de mi equipo favorito, en la sobremesa terminamos hablando de cosas de su trabajo, las cuales no entendía pero me parecía muy interesante que me hablara de su profesión.
Recuerdo haberle dicho, en más de una ocasión, que era un ñoño, pero que eso me encantaba pues yo soy igual.
Yo fui la que lo besé esa noche y lo demás es historia, hasta el día de hoy seguimos teniendo citas deliciosas.

No sé qué va a pasar entre nosotros, pero estoy disfrutando cada día. Cada que estoy con él siento que el tiempo se detiene, pero cuando se va, corre demasiado rápido y lo extraño como si fueran meses.
Y cómo no me iba a enamorar de él si es un hombre con un corazón bueno y sincero; además que es súper inteligente, guapo, valioso, lleno de valores y soñador.
A veces creo que somos igualitos y eso es lo que nos ha hecho tener diferencias, aunque afortunadamente seguimos queriendo estar juntos, así que siempre terminamos arreglando las cosas.
Gracias, Dave. Gracias por llegar a mi vida, por hacerla más hermosa, por hacerme volver a sentirlo todo, por hacer que volviera a creer en el amor y por hacer que volviera a sentirlo con más fuerza y en madurez.
Eres lo que siempre quise que me pasara pero que pensé ya no me sucedería. Gracias por volverme a recordar que la magia siempre existirá cuando dos personas se aman.
Desde que te conozco, cada día le agradezco a la vida por tu existencia pero hoy honro mucho más que hayamos coincidido en este mundo; no sé si tú me encontraste o te encontré yo, pero sí sé que te estaba esperando desde siempre.

No encontré una mejor forma de desearte feliz cumpleaños que escribiendo esto. Deseo que siempre seas feliz, que estés rodeado de amor y que la vida nos siga encontrando juntos.
Gracias por volverme a enamorar. Gracias por ser mi amor bonito y por regresarme a la vida. Eres mi certeza más bonita de la vida porque sí a todo mientras sea contigo.
¡Happy BirthDave!
Comentarios.-