Como que nunca había tenido tan claro el término “maternidad“. Sabía de la gran responsabilidad que conllevaba, pero siento que el término puede ser tan amplio y con tantas variantes como el mismo universo. Saben que a mí particularmente me costó trabajo, terapia, psicoanálisis y trabajo personal “animarme” y que la decisión de la llegada de Rafaela no fue para nada como nos enseñan (y normalizan) en las películas.
Hoy, 970 días después (con sus 40 semanas de gestación) sigo sin entender muchas cosas de ser mamá; creo que no importa cuanto tiempo lleves maternando, jamás va a quedar tan claro y cada día, cada segundo y cada minuto hay una lección, reto o contingencia de la cual aprender siendo mamá.
Sobre ser mamá
Las mamás siempre vamos a estar de moda porque somos la base y la piedra medular, y no quiero demeritar la labor de los papás pero honestamente no es lo mismo… las mamás sabemos, aunque no sepamos nada. La intuición, la conexión, el feeling, el famoso sexto sentido es algo que la naturaleza nos dio y nos da ese súperpoder que no entendemos pero que nos pertenece, aunque no todas estén de acuerdo conmigo y eso también está bien.
Definitivamente con grandes poderes vienen grandes responsabilidades que además nadie nos preguntó si las queríamos tal cual.
Algunas fuimos madres por elección personal pero a muchas (muchísimas) otras les tocó sin querer, sin pensarlo, sin desearlo, por un mero compromiso o porque era lo esperado… a ellas toda mi admiración y respeto porque si de por sí queriendo no está fácil, ahora sin desearlo es todavía un viaje mas épico y respetable.
Aquellas mamás que maternan solas y que no tienen una pareja un doble, triple y cuádruple abrazo porque son las heroínas sin capa, ni goce de sueldo que sacan la casta ante viento y marea. Ante cualquier contingencia o situación resuelven.
Defensa de las madres
Leía a Esther Vivas que escribía: “si el feminismo no defiende a las madres ¿Quién lo va a hacer?” En la rebelión de los sesenta y setenta, el mandato de la maternidad se cayó desde la mayoría del feminismo en un cierto discurso antimaternal y antireproductivo que, aunque es comprensible en ese contexto, hoy no nos podemos permitir que el feminismo no incorpore a la agenda la defensa de las madres.
El día de las madres son todos los días, no regalemos flores, ésas se marchitan… las políticas publicas, la empatía, la sororidad, y el apoyo y amor prevalecen.
Con cariño,
Gina
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