¿Alguna vez has sentido que no eres lo suficientemente buena para hacer el trabajo en el que te contrataron o que no mereces del todo tus logros? ¡Ojo! Muchas personas también se han sentido así.
Muchas de nosotras tenemos creencias falsas de que en realidad no somos tan capaces o inteligentes como otros creen que somos, o como en realidad somos. Esto se llama síndrome del impostor.
Nosotras te contamos más al respecto.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor se utiliza para describir una mentalidad en la que las personas tienen la firme creencia de que están defraudando a otros a pesar de sus logros en la vida real, según el portal Choosing Therapy.
Las personas que luchan contra este síndrome tienden a estar en conflicto entre la percepción de los demás de que son valiosas y su propia opinión de que son inadecuadas. Como tal, es probable que los impostores autopercibidos atribuyan cualquier éxito personal a variantes externas como la coincidencia o la suerte en lugar de sus propios méritos.
Aquellos con el síndrome del impostor se sienten incapaces de abrazar sus logros y se preocupan persistentemente de no poder reproducir los logros anteriores, generando un ciclo negativo de ansiedad y culpa.
Este patrón de pensamiento puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad, estatus social, historial laboral, nivel de habilidad o grado de experiencia.
La psicóloga Susan Albers le dijo al portal Cleveland Clinic que el síndrome del impostor es la sensación de que todos los demás saben exactamente lo que están haciendo, pero tú te sientes perdida.
“Tienes miedo de que las personas que te rodean se den cuenta de que no sabes de lo que estás hablando y te expongan como un fraude”, dijo Albers.
La peor parte de este síndrome es que puede convertirse fácilmente en un ciclo con consecuencias muy negativas.
Signos del síndrome del impostor
- Sentirse engañosa o fraudulenta.
- Ansiedad asociada con ser expuesta como una impostora.
- Desprecio o subestimación de las habilidades y logros propios.
- Experimentar culpa y vergüenza con respecto al éxito.
- Comportamientos de autosabotaje que limitan el crecimiento personal, profesional o académico.
- Profundo sentido de indignidad y dudas constantes sobre una misma.
- Rasgos perfeccionistas que desencadenan el exceso de trabajo y el agotamiento laboral.
- Ser extremadamente autocrítica y tendencia a enfatizar demasiado los errores personales.
Tips para combatir el síndrome del impostor
Superar el síndrome del impostor comienza con reconocer tu propio potencial y tomar posesión de tu logro. Aquí te presentamos algunos tips pero te recordamos que siempre es mejor consultar a un profesional si tienes algo que afecta tu salud mental.
1. Separa los sentimientos de los hechos
Date cuenta de que el hecho de que te sientas “tonta”, “perdida” o “un fraude”, no significa que lo seas, según el sitio web Impostors Sydrome.
Debes ubicarte en el momento presente y hacer un esfuerzo para observar tus pensamientos sin juzgarlos. Este proceso te permite ver claramente las creencias que te están afectando.
2. Toma nota de tus logros
En los momentos en los que te sientas menos, puede ser útil tener un recordatorio tangible de tus éxitos. Un ejemplo: cuando tu gerente te envíe un correo electrónico reconociendo tu excelente trabajo en un proyecto, guarda ese correo electrónico en una carpeta especial.
También puedes hablar sobre ellos. La psicóloga Metcalfe dijo que cuando estás hablando de tus logros o habilidades, “no es que estés presumiendo, es el hecho de que estás compartiendo hechos, entonces siéntete en confianza en aprender a compartir los hechos”.
3. Crea una lista de un currículum alternativo
La psicóloga Jessica Metcalfe, que tiene 102.6 mil seguidores en su cuenta de TikTok, realizó un video en donde sugirió 3 formas para dejar el síndrome del impostor en el pasado.
Ella dijo que debes de realizar una lista, en todo en lo que eres buena. “Incluyendo si eres buena en la cocina o en cosas para invertir”.
Se trata de reconocer todas tus habilidades y logros, en todos los campos que recuerdes.
4. Deja de compararte
Concéntrate en medir tus propios logros en lugar de compararlos con los de los demás. Compararte solo va a provocar que te concentres en las cosas o cualidades que te hacen falta, no en las cosas que haces mejor. La próxima vez que estés a punto de hacerlo, mejor toma a los otros como inspiración, no como una competencia.
5. Cambia la manera en que ves los fracasos
Todas tenemos fracasos y es normal que los tengas, pero no tienen que paralizarte. El portal Choosing Therapy dice que cambiar la manera en que ves el fracaso puede impulsar tu sentido de autonomía. Aunque suene cliché, puedes ver una falla como una oportunidad de aprendizaje y un punto de partida para crecer. Existen maneras muy distintas de mejorar tus habilidades y perseverar.
6. Reconoce el problema
“Esa voz de ‘gremlin’ interior que dice que no puedes hacer algo, empieza a aprender a reconocerla. Cuando reconoces esa voz, después tú puedes recordarte a ti misma de qué eres capaz en realidad. Y así ya no vas a tener que volver a recaer en el síndrome del impostor”, finalizó Metcalfe.
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