Los huertos urbanos son espacios destinados al cultivo de hortalizas, verduras, plantas, hierbas, legumbres o frutas. Pueden estar al aire libre o en interiores, siempre y cuando se cuente con el acondicionamiento adecuado para este propósito. Hoy te decimos cómo hacer un huerto urbano.
Las ventajas de tener uno van desde aspectos ambientales hasta monetarios, además de que es muy sencillo iniciarlo.
Aunque los métodos de autoabastecimiento entre regiones han estado presentes desde los primeros asentamientos humanos, existen investigaciones donde se estima que esta práctica de agricultura urbana surgió entre el siglo XIX y el siglo XX, ante crisis económicas, sociales y alimentarias, indica un artículo de investigación realizado por la Universidad Politécnica de Madrid.
Su uso se popularizó décadas después, manteniéndose vigente hasta el día de hoy, tanto en zonas urbanas como en rurales.
Cómo hacer un huerto urbano desde cero
Lo primero que debes considerar es si cuentas con un espacio adecuado para el huerto; puede ser una terraza, patio, azotea o cualquier espacio que cuente con corriente de aire fresco y fuente de luz natural durante el día.
Una vez que sepas qué lugar acondicionarás como huerto, es momento de pensar cuáles son las cosas que te gustaría cultivar, y si las necesidades de cada una son compatibles entre sí para cosecharse en el mismo sitio.
Plantea horarios para que puedas dedicarle el tiempo requerido a cada proceso; sobre todo al principio, que es cuando debes estar más pendiente de si está marchando todo bien o si tienes que reformular algún paso.
Qué necesitas para poner un huerto urbano
- Macetas, mesas de cultivo o jardineras de madera. Consulta cuál es la mejor opción para el tipo de siembra que tienes en mente y cuáles son funcionales en huertos urbanos.
- Tierra y sustrato. Es importante que no los confundas: la tierra es el material mineralizado que conforma a los suelos, es de origen natural. Mientras, el sustrato es una mezcla de elementos naturales que aportan los nutrientes necesarios para que algo crezca en un espacio muy específico.
- Juego de herramientas. Palas jardineras, palos de madera, cucharas, regaderas, guantes, tijeras y hortelanos.
- Abono. Si el tipo de cultivo lo requiere.
- Semillas. Evalúa lo que quieres sembrar y cuál es la semilla más adecuada, así como los cuidados que requieren y si son aptos para el espacio donde estará el huerto. Te sugerimos indagar con los vendedores, quienes te indicarán las marcas y cantidades que será mejor llevar contigo.
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Proceso y cuidados de un huerto urbano
- Ya sea que elegiste macetas, mesas de cultivo o jardineras de madera, comienza tu huerto urbano acomodando la tierra húmeda en ellas, seguido del sustrato. Procura no “aplastar” los materiales para que tengan oportunidad de soltarse libremente.
- Con un rastrillo o pala, remueve el sustrato que quedó encima, así creará un entorno adecuado para las semillas.
- Crea una especie de agujero, la profundidad dependerá del espacio donde estés sembrando y del tipo de semilla.
- Coloca las semillas en el hoyo que hiciste previamente y cúbrelas con tierra y sustrato. Recuerda no comprimir los materiales.
- En caso de que quieras plantar diferentes productos en tu huerto urbano casero, deja un espacio considerable entre cada agujero para que no interfiera el crecimiento.
- Riega paulatinamente las semillas dependiendo de las necesidades de cada una, cuidando siempre no dejar la tierra con exceso de agua.
- Si tu cultivo o el sustrato lo requieren, abona la tierra días después de este primer proceso, aclara el portal de jardinería de Home Depot. También podría ser necesario trasplantar alguna semilla una vez que haya germinado, consulta previamente si es así y realiza el mismo proceso en un recipiente limpio.
- Supervisa que el huerto no sea afectado por las condiciones climáticas, alguna especie de contaminación o plaga.
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Beneficios de tenerlo
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) destaca que tener un huerto urbano contribuye a tener una dieta sana y representa ahorros monetarios en virtud de que la producción es personalizada en cada caso.
Otros beneficios destacables de los huertos urbanos son la mejora en la calidad del aire, ya que un huerto urbano propio aporta oxígeno fresco en tu hogar, alienta los procesos didácticos de la persona a cargo y promueve la generación de rutinas.
Y, por supuesto, tendrás siempre a la mano ingredientes, especias y condimentos frescos para incluirlos en tus recetas cuando quieras.
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