¡Oh no, de nuevo llegaste tarde a esa cita que era importante! Perdiste la oportunidad que tenías y ahora te sientes mal porque deseas cambiar esa costumbre de llegar a todas partes tarde. Pero no sabes cómo hacerlo pues, ¿a quién acudes cuando tú estás siguiendo un mal hábito? La respuesta puede estar en el empeño y como efectúas los cambios que realizas.
Si quisieras cambiarlo, ¿cuánto tiempo te toma deshacerte de un mal hábito?
Los hábitos están hechos para darle forma a la rutina. Sin ellos, tal vez estaríamos nadando en un mar de incertidumbre. Sin embargo, cuando llegan para traerte problemas, debes comenzar a hacer una estrategia para deshacerte de ellos lo más rápido posible.
¿Cómo se crea un mal hábito?
Cuando desarrollas un mal hábito, tu cerebro no sabe ponerle un juicio o distinguirlo, lo hace porque es una respuesta ante un escenario que se presenta constantemente. Después de pasado algún tiempo tu cerebro comienza a hacerlo inconscientemente cada vez que se presenta la misma escena o una parecida, explicó Kiana Shelton, parte del Mindpath Health, para Real Simple.
Finalmente, tu cerebro solo intenta ayudar haciendo las cosas más sencillas para ti, sin saber que en realidad te está afectando. Por ejemplo, cuando sientes estrés y la primera respuesta de tu cerebro es comiendo algo dulce, esto fue satisfactorio para ti; entonces la siguiente vez que pases por lo mismo irás corriendo por una porción de comida dulce. Para tu cerebro esto está bien porque logró resolver el problema, pero tal vez estás elevando tu consumo de azúcar y aumentando un riesgo de salud.
¿Cuánto tiempo te toma deshacerte de un mal hábito?
El tiempo que tardas en cambiar un hábito variará con respecto a la complejidad del hábito y el compromiso que tienes en el cambio. Resulta muy difícil ponerle un número porque cada persona y sus circunstancias son distintas, además de que el camino hacia dejar un mal hábito no es precisamente lineal.
En general este tiempo oscila entre los 18 y los 254 días, de acuerdo con Real Simple, que citó un estudio de 2009. Aunque el margen parece amplio, en la vida real puede serlo mucho más.
Medical News Today indica que, según encontró otro estudio más reciente, el tiempo aproximado podría ser de 66 días. De nuevo, se trata de una generalización.
Cómo añadirle velocidad al cambio
Estos son algunos consejos que puedes aplicar para olvidarte de un mal hábito, de acuerdo con la plataforma Calm. Sin embargo, es importante recordar que siempre está la opción de pedir ayuda profesional cuando un mal hábito está afectando tu vida o sientes que no puedes dejarlo tú sola.
1. Construye metas claras
No olvides que debes ser clara contigo misma. Sé específica y realista, pero prioriza las metas y agrega plazos de tiempo.
2. Identifica cuándo aparece el hábito
Seguramente sabes cual es el hábito que quieres desaparecer de tu vida, pero no sabes qué es lo que lo desencadena. Detente un momento a analizar la situación en la que estás cuando el hábito viene a ti.
Por ejemplo, tal vez te acuestas muy tarde porque te relajas “scrolleando” en redes sociales por la noche y se te hace fácil quedarte un rato más, luego ese mal hábito presenta consecuencias al siguiente día.
3. Cambia lo que te provoca el hábito
Después de identificar el escenario por el que se desencadena el mal hábito, lo que sigue es quitar aquello que lo provoca. Si no puedes hacerlo entonces cambia la manera en la que te relacionas con ello.
En el ejemplo que mencionamos en el punto anterior, ¿de qué otra manera podrías relajarte antes de ir a dormir o cómo puedes limitar el tiempo en redes sociales?
4. Dile adiós a la perfección
Uno de los errores más comunes cuando intentas terminar con un mal hábito suele ser la extrema perfección que deseas en tu proceso de cambio. No te presiones a aumentar tus logros, sé comprensiva contigo misma y acepta que hay días mejores que otros. Lo más significativo es que cada día tengas el esfuerzo de cambiar.
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