En la actualidad, las redes sociales están repletas de una amplia variedad de consejos para bajar de peso; sin embargo, la tendencia sobre contar las calorías de los alimentos sigue siendo una de las más populares. Pero, si perder peso está entre tus objetivos, ¿por qué deberías dejar de contar las calorías y buscar ayuda profesional?
Muchos autoproclamados expertos en plataformas como Instagram y TikTok sostienen que la pérdida de peso se reduce a un simple cálculo: calorías consumidas frente a calorías quemadas. Por lo que es esencial evaluar los supuestos beneficios como los riesgos asociados a esta práctica.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de por qué contar las calorías de tus alimentos podría ser un hábito poco saludable.
¿Por qué deberías dejar de contar las calorías de tus alimentos?
Las calorías son unidades de medida que expresan el valor nutricional de los alimentos según su contenido energético, y son necesarias para mantener funciones vitales. Sin embargo, el conteo de calorías se ha vuelto un recurso común en la cultura de las dietas para perder peso.
Según David Gaviria, especialista en nutrición para CNET, “contar calorías no es algo natural. Comemos alimentos, no calorías”. Aunque algunas personas, como los atletas, pueden beneficiarse de este método con ayuda profesional, la mayoría lo utiliza para manipular su peso, lo que puede llevar a conclusiones erróneas.
Tradicionalmente, se ha enseñado que perder peso es cuestión de matemáticas simples: que reducir ciertas calorías equivale a perder ciertos kilos. Sin embargo, esto ha sido refutado por expertos. Fatima Cody Stanford, especialista en obesidad y profesora en la Facultad de Medicina de Harvard, afirma: “esta idea de ‘una caloría que entra y una caloría que sale’ no solo es anticuada, sino que es errónea”. Factores como el tipo de alimento, el metabolismo individual y la microbiota intestinal influyen significativamente en cómo el cuerpo quema y utiliza las calorías.
No todas las calorías se procesan de la misma forma
De acuerdo con Harvard Health Publishing, la forma en que procesamos las calorías está influenciada por tres factores principales.
- El microbioma intestinal. En el intestino viven billones de organismos, y su composición puede afectar la cantidad de calorías que se absorben de los alimentos. Los estudios muestran que las personas en general tienen diferentes tipos de microbiota y que esta puede modificarse en relación al peso de cada persona. Esto se debe a que ciertos organismos pueden descomponer y utilizar más calorías de algunos alimentos.
- Tu metabolismo. Cada cuerpo tiene un “punto de ajuste” que regula el peso, influenciado por genes, entorno y comportamientos. Stanford explica que el hipotálamo controla este punto, evitando que el peso baje de ese nivel, lo que podría dificultar la pérdida de peso. Esto explica por qué el 96% de las personas que pierden peso significativamente tienden a recuperarlo.
- El tipo de alimentos que consumes. Las elecciones alimenticias afectan la ingesta calórica, no solo por su contenido calórico. Un estudio de 2019 en Cell Metabolism mostró que los alimentos procesados pueden incitar a consumir más calorías. Stanford comenta: “las personas que consumieron alimentos ultraprocesados fueron quienes aumentaron de peso. En promedio, quienes comieron alimentos procesados consumieron 500 calorías más al día que aquellos que comieron alimentos no procesados”.
El impacto del conteo calórico en la salud mental
Aunque algunas personas pueden contar calorías de manera segura, esta práctica también está relacionada con trastornos de la conducta alimentaria. Un estudio de 2017 reveló que el 75% de los participantes diagnosticados con un trastorno alimentario utilizaban aplicaciones para contar calorías, y el 73% creía que estas aplicaciones contribuían a sus síntomas. La evidencia sugiere que el conteo de calorías puede llevar a una restricción de alimentos que va más allá de lo saludable, fomentando una relación negativa con la comida.
“Las investigaciones sobre el seguimiento de calorías demuestran que puede poner a las personas en riesgo de sufrir trastornos alimentarios o de un seguimiento compulsivo”, explica Gaviria. Es crucial que cada persona reconozca su relación con la comida y el seguimiento de calorías, considerando cuándo esta práctica puede volverse perjudicial.
Si decides contar calorías, es crucial reconocer cuándo esta práctica se vuelve perjudicial. Experimentar culpa, vergüenza o ansiedad al respecto son señales de alarma, por lo que se vuelve imprescindible buscar ayuda profesional. La experta para CNET enfatiza en que “si te invitan a salir a comer y lo primero que piensas es en tu ventana calórica, eso es una gran señal de que debes reconsiderar lo que estás haciendo”.
La ingesta calórica necesaria varía según el individuo. Limitar las porciones y optar por alimentos no procesados son estrategias más sostenibles que simplemente contar calorías. En lugar de obsesionarte con los números, enfócate en la calidad de tu dieta y en hacer cambios de estilo de vida que promuevan una relación saludable con la comida. Como señala la especialista de Harvard, “es hora de dejar de lado la idea de las calorías” y comenzar a disfrutar de una alimentación consciente y equilibrada.
Foto principal: Freepik.
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