¿Te ha pasado que no logras cumplir las metas que tú misma te propones día con día, a pesar de que das tu máximo esfuerzo? Entonces debes conocer la sisifemia.
El término sisifemia proviene de aquel relato en la mitología griega donde Sísifo, personaje conocido por su astucia y destino trágico, es condenado por los dioses a empujar una enorme piedra cuesta arriba, solo para verla rodar hacia abajo justo antes de alcanzar la cima. La historia de Sísifo evoca una lucha perpetua contra un objetivo inalcanzable.
La llamada “sisifemia” describe esta dinámica, el esfuerzo constante para cumplir metas que muchas veces son interminables o simplemente desafiantes al punto de volverse inalcanzables.
Sisifemia, cuando tú misma te impones objetivos imposibles
El portal español Fidelitis describe la sisifemia como “el padecimiento con agotamiento físico y mental del trabajador, condenado a la ingente tarea de lograr un objetivo inalcanzable, para volver a empezar cada día con la misma condena y la repetida frustración de no verse capaz, a pesar de estar haciendo lo máximo posible en el trabajo”.
Este término fue acuñado por el doctor José Manuel Pardo, director de la cátedra de medicina evaluativa experta de la Católica Universidad de San Antonio de Murcia (UCAM), quien empezó a observar a aquellas personas que sufrían de un estrés extremo por la excelencia obsesiva en sus trabajos.
Muchas veces queremos ser una mejor versión de nosotras, cumplir todos esos pendientes y siempre dar lo mejor, no importa la situación. La realidad es que la autoexigencia a veces se puede salir de control y llegar a afectar nuestra calidad de vida.
Es fundamental establecer metas y alcanzarlas, sin embargo, también es vital otorgarnos momentos de descanso y evitar exigirnos en exceso. Esto no implica renunciar a nuestras metas, sino más bien abordarlas con serenidad y reservarnos tiempo para atender nuestras responsabilidades pendientes o alcanzar esos objetivos.
Fidelitis menciona que el agotamiento físico y mental son algunos de los síntomas que se pueden dar debido a la presión constante y la falta de satisfacción de cumplir aquellas tareas u objetivos. La ambición desmedida, así como el perfeccionismo obsesivo, son síntomas de la sisifemia.
A largo plazo, este problema causa un cansancio mental progresivo, esto afecta nuestra concentración y provoca una progresiva pérdida de rendimiento en nuestro día a día, sin mencionar las consecuencias en la salud física y mental.
Causas de la sisifemia
En la muchos casos, la sisifemia se desarrolla por las metas de alta demanda que nos proponemos y el corto tiempo que damos para mostrar resultados. Esto crea un ciclo de tareas inacabables.
Este problema es cada vez más común, y lo vemos con mayor frecuencia en ambientes laborales. La autoexigencia y la búsqueda de una aprobación externa nos afecta directamente, y esto puede conllevar problemas de salud.
Según el portal de la Unión Sindical Obrera (USO), en España la sisifemia puede estar relacionada con “la falta de variedad en las tareas laborales, falta de reconocimiento o recompensa por el trabajo realizado, y la falta de oportunidades de desarrollo profesional”. Provocando así un sentimiento de estancamiento y de desmotivación.
Debemos ser más comprensivas y empáticas con nosotras, ponernos objetivos reales y no exigirnos demasiado. Todas llevamos nuestro propio ritmo, y es importante buscar ese punto medio donde sigamos cumpliendo nuestros objetivos de manera que no afecten nuestro estilo de vida.
Recuerda que, si estás teniendo problemas con tu estrés laboral, es importante recurrir a tu red de apoyo cercana o incluso buscar ayuda profesional.
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