Las redes sociales han vuelto popular una nueva creencia: que ‘hacer el oso’ de vez en cuando no es tan malo, hasta puede resultar sanador. Ser una adulta joven puede llegar a ser una época muy “vergonzosa”. Pero, más allá de la suma de vergonzosos momentos que podemos protagonizar, esto es parte de lo que muchos llaman “terapia de rechazo”
Antes de contarte más sobre esta tendencia debemos aclarar que NO es un tratamiento profesional, como observa la terapeuta Elisa Martínez, quien se especializa en ansiedad y autoestima, para Self. Es, en todo caso, un desafío de autoayuda que a la larga podría representar un crecimiento personal.
¿Qué es la ‘terapia de rechazo’?
De acuerdo con Dazed, hay estudios que demuestran que el 90% de los casos de ansiedad ocurren por primera vez alrededor de los 23 años. Esto nos habla, entre otras cosas, de una crisis de confianza que podemos tener en nosotras mismas. Tal vez, en parte, por eso está teniendo éxito en redes sociales la llamada “terapia de rechazo”.
Básicamente, consiste en ponerse retos que expongan a la persona participante a pequeños desafíos sociales para ganar confianza en sí misma. La meta es romper con el miedo a ser rechazada y combatir la ansiedad social en el proceso.
Surge como parte de un desafío en redes sociales. Concretamente la creadora @kerstravelstories, como reporta Bustle, encontró a una mujer “fuera de lugar” que le explicó sobre esta forma de luchar contra la ansiedad social.
“Vas y haces algo raro, y el objetivo es conseguir que te miren como si estuvieras loca. Después de hacer una buena cantidad de estos ejercicios, no tendrás miedo de que la gente te juzgue, te rechace o te mire raro”, explican en el video.
No es una terapia, aunque en su nombre lleve esa palabra. Se podría interpretar que tiene raíces en prácticas legítimas como la llamada terapia de exposición, en la que un especialista te expone a un miedo gradualmente. Por supuesto, NO sustituye la práctica profesional.
“El propósito de la terapia de exposición es ayudar a las personas a enfrentar y superar gradualmente sus miedos, exponiéndolos al estímulo temido en un ambiente seguro, reduciendo en última instancia la intensidad de la respuesta al miedo y promoviendo la confianza”, menciona la psicoterapeuta Rachel Goldberg para el portal Bustle.
“La terapia de rechazo parece ser una variante de eso, para ayudar a las personas con diversos problemas relacionados con la ansiedad social, la sensibilidad al rechazo e incluso la autoestima, al desensibilizarlos gradualmente al miedo al rechazo”, dice Goldberg.
¿Cómo probar la ‘terapia del rechazo’?
Antes que nada, si tienes un problema de ansiedad la recomendación es acudir a una valoración con un especialista que sea capaz de dar un diagnóstico completo de la situación.
“Si la ansiedad social de alguien es tan grave que ya le impide relacionarse con alguien, entonces la terapia de rechazo podría ser demasiado, demasiado pronto. Queremos evitar una situación en la que arrojemos a alguien que no sabe nadar al fondo de la piscina, por así decirlo”, dice el doctor Kevin Chapman a Self.
Si simplemente te da curiosidad comenzar a lidiar con el rechazo mediante este reto, es posible probarlo de manera segura.
1. Empieza poco a poco
Al inicio puede resultar abrumador porque estarás expuesta a las miradas y momentos que pueden definirse como “incómodos”. Empieza con cosas manejables en pequeña escala, como pedir algo prestado unos minutos o hacer una pregunta que lleve a una conversación sencilla.
2. Respeta los límites de otros
Recuerda que debes respetar los límites de otras personas, por lo que expertos de Bustle recomiendan no solicitar nada ni insistir en algo que pueda parecerle incómodo a otras personas. Ejemplo de esto es un contacto físico a un extraño.
No hagas nada que falte el respeto a las personas, te ponga en riesgo a ti u otros.
3. Toma un tiempo para reflexionar
Después del rechazo o de la experiencia en general, es importante reflexionar sobre lo ocurrido. Una recomendación es que puedes contarle a una amiga al respecto.
4. Sé paciente contigo
El tiempo en el que consigas los resultados no será el mismo para todas las personas.
“Algunas personas pueden notar mejoras con relativa rapidez, mientras que otras pueden necesitar más tiempo y una práctica constante”, dice la terapeuta Rachel Goldberg para Bustle. “Por lo general, un evento único no tendrá efectos duraderos”.
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