¿Te ha pasado que te compras un collar o una pulsera de perlas, pasa un tiempo y notas que el material ya no tiene el mismo tono o la misma textura de antes? Probablemente se deterioró por el cuidado que le diste. Aunque no lo creas, tener perlas implica tener ciertos cuidados específicos.
Nosotras te decimos cómo cuidar la joyería con perlas.
¿Por qué las perlas requieren un cuidado especial?
De acuerdo con un artículo de The Spruce, por la manera en que se forman las perlas se necesita un cuidado especial. En pocas palabras y de manera muy simple, un molusco (almeja, ostra o mejillón) crea una perla cuando se irrita con una partícula externa en su caparazón. El molusco responde secretando una sustancia brillante e iridiscente y encapsulando la partícula; de esta manera se forma el nácar.
El grosor de la capa de nácar depende del molusco, el agua en la que vive y el tiempo. Esta suave capa de nácar en el exterior de la perla es la razón por la que las perlas se consideran delicadas y necesitan un cuidado especial.
Cuanto más gruesas son las capas de nácar, más hermosa se vuelve la perla. A medida que aumenta el grosor del nácar, también aumenta la calidad y la durabilidad de la perla. Adquiere un brillo altamente reflectante y una iridiscencia de arcoíris.
Si el nácar de la perla es delgado y frágil, se puede astillar fácilmente y dejar huecos, astillas o grietas antiestéticas, especialmente si se limpia con productos químicos agresivos o si se coloca en un limpiador de joyas, como un limpiador ultrasónico.
¿Cómo cuidar la joyería con perlas?
Estos son algunos consejos para cuidar la joyería con perlas que puedes tomar en cuenta, además de errores a evitar para que tus collares o aretes con perlas duren más.
1. Evita los productos químicos domésticos
Debido a que las perlas son un material natural y orgánico, no resisten bien la exposición a productos químicos. Nunca uses tus joyas de perlas mientras limpias tu casa, ya que los limpiadores domésticos comunes dañarán la delicada superficie de las gemas. Ten especial cuidado con cualquier producto que tenga propiedades abrasivas, según el portal Love to Know.
2. No uses perlas al cocinar
También es una buena idea quitarte las perlas cuando estés cocinando. Los ácidos como el jugo de limón y el vinagre corroen el nácar. La grasa y el calor también pueden manchar permanentemente la superficie de la gema. No vuelvas a ponerte las perlas hasta que también hayas limpiado la cocina; ciertos jabones para platos, especialmente aquellos con limón, también dañarán tus joyas.
3. Cuidado con los productos de belleza
Los productos de bellezas, como el maquillaje, la laca para el cabello y el perfume, también pueden dañar tus joyas. Aplica siempre los productos de maquillaje antes de ponerte las perlas. Si planeas usar un collar de perlas pero también usarás perfume, aplícalo solo en las muñecas; luego lávate las manos antes de ponerte el collar de perlas.
4. No te bañes ni nades con perlas
Demasiada humedad también puede dañar tu joyería de perlas. El agua puede dañar el material de encordado de una hebra de perlas y provocar su rotura. Los químicos en el champú y el jabón pueden opacar el brillo de las perlas. El cloro de las piscinas también puede provocar picaduras en la superficie de las perlas. Quítate siempre las joyas de perlas antes de meterte en la bañera, la ducha o la piscina.
5. Evita la ropa abrasiva
Cuando uses tus joyas de perlas, es importante evitar ropa que puede desgastar la superficie de las gemas. La lana áspera, las lentejuelas, las cuentas, los hilos metálicos y otros materiales pueden rayar las perlas y, con el tiempo, opacar la superficie. Usa tus joyas con telas más suaves para que se vean hermosas.
6. Cómo limpiar
- Limpiar las perlas con un paño suave y húmedo después de usarlas garantizará que permanezcan libres de acumulación dañina de compuestos que pueden dañar el nácar de las perlas, de acuerdo con Pearl Paradise.
- Deja que las perlas se sequen al aire libre, esto ayudará a preservar la elasticidad del hilo de seda en el que se ensartan las perlas.
- Mantén siempre tus perlas separadas de artículos de joyería duros como anillos o pulseras para evitar que se rayen.
- Las perlas se guardan mejor en una bolsa de tela suave o en un joyero con forro suave.
- Nunca almacenes tus perlas en un ambiente hermético como una bolsa con cierre hermético. Las perlas son orgánicas y contienen trazas de agua. Almacenarlos en un ambiente hermético hará que se vuelvan quebradizas y pierdan el brillo, según Pearl Paradise.
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