Las herramientas de calor son el mejor aliado para estilizar hasta las melenas más rebeldes. Aun con lo mucho que nos facilitan la vida al momento de peinarnos, es importante no abusar de ellas para no dañar a nuestro pelo y, que en cada ocasión que recurramos a ellas, utilicemos algún protector de calor que disminuya los efectos en él.
Elegir uno no es tan sencillo como suena, pues incluso en estos productos que parecen de poca importancia, debes consideras cuáles son las necesidades específicas tanto de tu tipo de pelo como para el uso que vas a darle.
Te damos la guía definitiva para encontrar el protector térmico más adecuado para ti.
Qué es un protector térmico para el pelo y cómo funciona
Un protector térmico o protector de calor, como su nombre lo dice, se trata de una fórmula que crea una barra protectora entre la estructura capilar y el calor generado por las altas temperaturas de planchas, tenazas, secadoras y demás herramientas.
El uso constante de éstas tiende a ocasionar deshidratación, puntas abiertas y quiebres capilares, por lo que resulta indispensable siempre proteger, en medida de lo posible, que estos efectos sean menores. Los protectores de calor para el pelo son predilectos para esta tarea, además de que algunos incluso pueden actuar como regeneradores.
Cómo elegir un protector de calor según las características de tu cabellera
Para que los protectores térmicos puedan actuar como un escudo, es importante recordar que no todas las fórmulas son iguales, ni sirven para lo mismo. Como ocurre con cualquier otro producto, cada uno está diseñado para propósitos específicos y utilizar el adecuado te garantizará que logres aprovechar los activos y proteger tu pelo.
Existen versiones para cada tipo de cabelleras y a continuación te diremos cómo encontrar el adecuado para ti.
- Si tu pelo es graso. Trata de buscar una fórmula ligera, preferiblemente que no sea de consistencia aceitosa. Uno en aerosol es lo ideal, pues no le dará sensación apelmazada a tu pelo y podrás aplicarlo en toda tu cabellera sin el temor de que a las pocas horas ya tenga apariencia oleosa.
- Si te sometiste a una decoloración. Una decoloración química es un proceso que exige demasiada resistencia al pelo y, posteriormente, exige demasiados cuidados. En estos casos, lo mejor será no usar herramientas de calor por algunas semanas.
Si te es indispensable, selecciona - Si tiende a quebrarse con facilidad. Para las melenas que fácilmente se quiebran o las puntas se abren, lo más indicado es una crema. La consistencia además le dará un shot de hidratación al instante y mientras termina de absorberse. Recuerda que no es crema para peinar, así que tampoco excedas la cantidad; con el tamaño de una moneda de dos pesos será suficiente.
Aplica sobre cada sección dependiendo del grosor de tu pelo. Si te es posible elegir una con extracto de aceite de argán, mejor. - Si tienes el pelo ondulado. Un spray o aerosol especial para pelo ondulado o rizado que aísle el calor y además lo proteja de la humedad es tu producto predilecto. Principalmente porque te será mucho más fácil alcanzar la mayor parte de tu cabellera, ya sea si tienes pensado plancharlo o únicamente quieres secarlo antes de salir. Aquellos con vitamina E podría ser la mejor opción.
- Si te realizaste algún tratamiento capilar. Los tratamientos capilares alisantes relajan la estructura capilar hasta un 80% dependiendo del tipo que elijas. Esto puede ocasionar que tu pelo vaya retomando su forma original antes de lo esperado, lo que puede hacerte pensar que retomar la plancha es lo mejor.
Sin embargo, esto podría ocasionarle un daño mayor a tu pelo. Lo que puedes hacer para aminorar el daño, es no olvidarte jamás de aplicar un protector térmico. Para éste paso, puedes guiarte de los puntos anteriores, evaluando cuál le queda a tu tipo de pelo. Aquellos con queratina dentro de sus componentes serán un gran aliado.
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