Un par de sneakers blancos son un tipo de calzado infalible para cualquier tipo de atuendo que imagines gracias a su estilo versátil. Esta ventaja ocasionalmente opacada por la facilidad con la que se ensucian y lo complejo que puede resultar descifrar cómo lavar los tenis blancos correctamente, anteponiendo los cuidados necesarios para mantenerlos como nuevos.
No sufras más. Te damos una serie de consejos para lavarlos y quitar las molestas suelas amarillas que aparecen con el paso del tiempo.
Cómo lavar los tenis blancos y conservar su tono
Lo primero que debes tener en cuenta es que la rutina de lavado que tus tenis blancos necesitan depende plenamente del material con el que estén fabricados, pues esto determinará los ingredientes y herramientas que puedes usar sin dañarlos. No obstante, los siguientes pasos aplican en la mayoría de modelos.
1. Usa agua fría. Tal como sucede con la ropa, tampoco es recomendable lavar los tenis con agua caliente, debido a que existe el riesgo de que sufran deformaciones en la silueta, además de que en realidad no es eficiente para borrar manchas con mayor facilidad. Lo mejor será agua a temperatura ambiente o fría.
2. Aplica detergente neutro. Al ser un tono tan complicado, el blanco también podría cambiar levemente de aspecto si se usa un detergente con químicos que interfieran en su uniformidad. Opta por un jabón neutro, preferentemente sin aroma o partículas limpiadoras añadidas, debido a que si no se retiran por completo, quedan impregnadas en el material de los tenis blancos, haciendo evidente su presencia.
3. Evita la lavadora y secadora. La lavadora es un electrodoméstico sumamente útil, sin embargo, en el caso de los tenis blancos podría resulta perjudicial su uso, sobre todo por el tema de conservar las siluetas intactas y disminuir a toda costa la posibilidad de que se contaminen con otros colores. Opta por hacerlo a mano, ayudándote únicamente de un cepillo suave que barra con la suciedad localizada.
4. Deja secar en la sombra. El sol es un enemigo declarado de los tenis blancos, ya que los rayos solares son capaces de permear a tal profundidad el calzado, que va alterando su tono desde dentro. Trata de dejarlos secar en un lugar techado, donde estén bajo la sombra y protegidos de que se contaminen con factores del ambiente.
5. No uses cloro. Por más desesperada que estés, jamás utilices cloro para lavar tus tenis blancos; sean del material que sean, es un rotundo no. Sus químicos pueden dañarlos irreversiblemente, o incluso destruir aquellos hechos de materiales sensibles.
Trucos para quitar la apariencia amarillenta de las suelas
Otro de los problemas comunes en los tenis blancos, es la aparición de suelas amarillentas, cuya intensidad va aumentando con el paso de los días. La buena noticia es que esto tiene solución y es mucho más fácil de lo que podría creerse, al tratarse de trucos y remedios caseros para devolverles su tonalidad inicial.
1. Pasta de dientes. La pasta de dientes no solo mantendrá tus dientes blancos, sino que también resultará útil para que las suelas de tus tenis blancos luzcan impecables. Sobre un cepillo que ya no uses aplica dentífrico (exclusivamente debe ser blanca) y un poco de agua, para después tallar las suelas suavemente.
2. Agua oxigenada. Dentro de tu botiquín casero hay un producto que podría ser la salvación para librarte del color amarillento en tus zapatos. En un recipiente agrega dos cucharadas de agua oxigenada y seis de agua fría, mezcla y con ayuda de un cepillo o paño talla las suelas firmemente, cuidando no tocar su silueta.
3. Bicarbonato de sodio y vinagre. Esta bomba de limpieza te hará recuperar el color uniforme de tus tenis blancos como si fuera un acto de magia. Mezcla tres cucharadas de bicarbonato y una de vinagre blanco, hasta formar una especie de pasta espesa. Con tus dedos o usando una pala, unta sobre la parte amarilla que desees eliminar, deja reposar tres minutos y enjuaga con abundante agua fría.
4. Papel higiénico y maicena. Un truco que en definitiva necesitas probar, es el del papel higiénico y la maicena, el cual dará resultados sorprendentes. Incorpora agua y maicena en un recipiente, batiendo para que quede con consistencia que puedas manejar. Aplica en las suelas y enseguida cubre con papel higiénico, mojando un poco con tus dedos, como si estuvieras haciendo un yeso. Deja secar por un par de horas y retira; elimina residuos con un paño frío.
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