Desde 1929 se celebra la entrega de los Premios Oscar, galardón de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos a lo más destacado de la industria. Las nominaciones abarcan diversas categorías, entre las que se encuentra “Mejor canción original”, que en 2001 hizo historia gracias a la presentación de Björk y su legendario vestido de cisne.
Este icónico diseño causó polémica en la alfombra roja de la gala y le valió a la cantante numerosas críticas por su elección de atuendo. Lo cierto es que, dos décadas después, sigue siendo tema de conversación debido a lo que hay detrás de él.
Esta es la historia del icónico vestido que Björk usó cuando fue nominada al Oscar
La vez que Björk se robó la red carpet de los Oscar
La artista islandesa se caracteriza por tener un estilo único que muchas veces resulta incomprendido a simple vista. Su música cuenta con sonidos experimentales y alternativos que fusionan múltiples géneros, siendo parte fundamental en la historia del éxito que ha forjado durante 40 años y la ha hecho ser considerada un ícono.
El sentido de la moda de Björk es también una de sus mayores aptitudes. Catalogado como un estilo ecléctico, y distinguiéndose por sus tintes de extravagancia. Esto lo ha reafirmado numerosas ocasiones, luciendo arriesgados atuendos que emulan rasgos de su personalidad y con los conceptos que maneja en sus melodías.
En 2001, la cantante acudió a los Premios Oscar, a los que estaba nominada por su canción “I’ve seen it all”, composición que realizó para la película “Dancer in the dark”. La llegada de Björk a la red carpet paralizó la entrega cuando las cámaras captaron el look que seleccionó para ese evento, luciendo un diseño que se convertiría en uno de los más legendarios de las 95 entregas de la distinción.
El vestido de cisne que pasó a la historia
La elección se trató de un vestido de cisne que cubrió su cuerpo representando la forma del animal, con plumas y pico incluidos. Fue confeccionado por Marjan Pejoksi, diseñador que en esa temporada de premios vistió a la intérprete con sus creaciones.
Contaba con una falda que asemejaba la silueta del ave y culminaba en el cuello de Björk dando la sensación de que reposaba sobre él. Todo en tonos que imitaban el color del plumaje y llevaba plumas reales de gansos y cisnes para añadirle realismo, según el creador.
Complementando su extravagante look, que de inmediato acaparó todas las miradas, Björk “puso un huevo” en la alfombra roja de los Oscar 2001. Repitió este performance seis veces en su paso por la red carpet, ante la mirada atónita de los asistentes.
Para el momento de su impecable presentación, lució exactamente el mismo vestido y quedó documentado como el día que Björk desafió cualquier regla de vestimenta implícita en la ceremonia.
Los medios dedicaron varias páginas a hablar del cisne que se apoderó del escenario, muchos de ellos criticando la elección de vestuario. Luego de señalamientos y cuestionamientos, la cantante declaró que había sido hecho especialmente para ella y todo fue pensado a modo de broma, asegurando que le causaba gracia que tanta gente se escandalizara por eso. Mientras que Marjan Pejoski se dijo tranquilo ante la polémica, reiterando que confiaba en su talento.
La manera en que impactó la moda
Segura de sí misma y aprovechando la fama que el vestido de cisne ganó, Björk repitió este look para sesiones fotográficas. Lo incluyó en la portada de “Vespertines”, su cuarto álbum de estudio lanzado en agosto de 2001. Este material tiene como concepto el invierno, aspecto que insinuó, la llevó a obsesionarse con los cisnes.
A lo largo de la gira por el disco, la cantante llevó ese mismo diseño y cientos de fans comenzaron a imitarlo. La cultura pop y la moda también se vieron influenciados por este decidido acto de Björk, siendo replicado y retomado en películas como “Y dónde están las rubias” o series como “Los padrinos mágicos” y “Hannah Montana”.
Asimismo, una de las dos piezas que supuestamente existen, ha sido expuesta en recintos internacionales dedicados a profundizar en la carrera de Björk. Para 2019 el MET le abrió sus puertas, como parte de la muestra Camp: Notes on Fashion. Existen además decenas de versiones retomadas, una de ellas la de Valentino Haute Couture 2014 y cientos de alternativas en alternativas ‘low cost’.
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