En el mundo del skincare hay una infinidad de productos, pero no todos pueden ser utilizados en tu piel ni resultan beneficiosos de la misma manera para todas. Una de las claves para implementar una rutina que funcione para ti, es saber cuál es tu tipo de piel; esta es una guía muy importante a la hora de comenzar a probar productos.
¡No gastes dinero sin averiguar primero esto! A través de las redes o mediante publicidad vemos muchos productos anunciados pero no todos te pueden funcionar. Es crucial saber cuáles están hechos para tu tipo de piel y, si en algún momento enfrentas una reacción adversa o tienes dudas sobre los productos que usas, lo mejor es hablar con un dermatólogo.
Cómo saber cuál es tu tipo de piel
Los tipos de piel, según el portal médico WebMD, son normal, grasa, seca, mixta y sensible. Pero, ¿cómo saber cuál tienes? La diferencia puede radicar en cuánta agua hay en tu piel, lo que afecta su comodidad y elasticidad.
¿Para qué es necesario saber el tipo de piel que tienes? Te ayuda a lograr tus objetivos de cuidado de la piel como acné, el envejecimiento prematuro, ojeras o problemas de la piel.
No tiene mucha importancia el color o el tono, sino poder encontrar ingredientes de productos que encajan mejor contigo.
Como lo menciona el sitio de la marca CeraVe, la piel realiza una variedad de funciones importantes, desde regular la temperatura corporal hasta proteger contra gérmenes. Se trata del órgano más grande de nuestro cuerpo.
Veamos cuáles son los tipos y en qué consisten.
1. Piel grasa
Es la que produce un exceso de sebo (aceite), lo que la hace lucir más brillante. Suele sentirse oleosa, especialmente en toda la zona T ( frente, nariz y mentón). Es propensa a tener poros dilatados, puntos negros, espinillas u otras imperfecciones.
2. Piel seca
Por el contrario, es la piel genera menos aceites naturales. Se ve menos elástica, puede lucir apagada, áspera o deshidratada. Es más propensa a mostrar líneas finas. Los poros son casi invisibles, pero es propensa a mostrar manchas rojas. Este tipo de piel tiende a agrietarse o causar picazón, irritación e inflamación.
La marca Kiehl’s aclara que la piel seca no es lo mismo que la piel deshidratada, pues la deshidratación es algo que todas las personas podemos sufrir, independientemente del tipo de piel.
3. Piel normal
Todas las pieles son normales pero, en el skincare, el término “normal” se refiera a un punto medio: ni es demasiado seca ni muy grasa. Tiene pocas imperfecciones o ninguna imperfección se destaca en particular, no tiene sensibilidad severa, los poros son poco visibles. No es particularmente propensa a sufrir brotes.
Pero aún así requiere mantenimiento: buscar productos que retengan la humedad y apoyen la barrera protectora de la piel.
4. Piel sensible
Este tipo de piel, explica CeraVe, suele ir acompañada por otro tipo de piel como la grasa, seca o normal. Se suele tener piel sensible si aparece enrojecida, con ardor, picazón o sequedad al ser vulnerable a irritantes externos como tintes, fragancias o factores ambientales.
5. Piel mixta
Contiene áreas tanto secas como grasas. Por lo común, la grasa se concentra en la zona T y las mejillas permanecen secas. Puede tener poros más abiertos, puntos negros y aspecto brillante.
A partir de estas definiciones puedes tener una mejor idea de cuál es tu tipo de piel, pero también existen métodos como el siguiente.
- Para comenzar, lávate bien la cara con un limpiador suave y luego sécala con palmaditas suaves. No apliques ningún otro producto.
- Espera 30 minutos y observa tu rostro en un lugar con buena iluminación.
- Si después de ese lapso tu piel parece brillante por todas partes, es probable que tengas la piel grasa.
- Si la sientes tirante, rígida o escamosa, es probable que tengas la piel seca.
- Si el brillo solo está en tu zona T, probablemente tengas la piel mixta.
- Si sientes la piel hidratada y cómoda, pero no grasa, es probable que tengas una piel normal.
También existe la prueba del papel. Como describe Kiehl’s, en ésta debes presionar una hoja de papel limpia sobre diferentes áreas de tu rostro y observar cómo queda la hoja, mientras la sostienes contra una fuente de luz. A partir de la cantidad de aceite que tu rostro deja en el papel, puedes determinar tu tipo de piel.
Una vez identificado qué tipo de piel tienes, debes saber que, como menciona WebMD, tu tipo de piel puede cambiar con el tiempo. Ahora sí, puedes buscar los productos que pertenezcan a tu tipo de piel. Recuerda que ninguna es mejor que otra, solo importa consentir tu piel y cuidarte adecuadamente.
Y tú, ¿ya sabes qué tipo de piel tienes?
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